New Testament in a Year
Arresto de Jesús(A)
47 Todavía estaba hablando Jesús cuando se apareció una turba, y al frente iba uno de los doce, el que se llamaba Judas. Este se acercó a Jesús para besarlo, 48 pero Jesús le preguntó:
―Judas, ¿con un beso traicionas al Hijo del hombre?
49 Los discípulos que lo rodeaban, al darse cuenta de lo que pasaba, dijeron:
―Señor, ¿atacamos con la espada?
50 Y uno de ellos hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha.
51 ―¡Dejadlos! —ordenó Jesús.
Entonces tocó la oreja al hombre, y lo sanó. 52 Luego dijo a los jefes de los sacerdotes, a los capitanes del templo y a los ancianos, que habían venido a prenderlo:
―¿Acaso soy un bandido,[a] para que vengáis contra mí con espadas y palos? 53 Todos los días estaba con vosotros en el templo, y no os atrevisteis a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado vuestra hora, cuando reinan las tinieblas.
Pedro niega a Jesús(B)
54 Prendieron entonces a Jesús y lo llevaron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de lejos. 55 Pero luego, cuando encendieron una fogata en medio del patio y se sentaron alrededor, Pedro se les unió. 56 Una criada lo vio allí sentado a la lumbre, lo miró detenidamente y dijo:
―Este estaba con él.
57 Pero él lo negó.
―Muchacha, yo no lo conozco.
58 Poco después lo vio otro y afirmó:
―Tú también eres uno de ellos.
―¡No, hombre, no lo soy! —contestó Pedro.
59 Como una hora más tarde, otro lo acusó:
―Seguro que este estaba con él; pues también es galileo.
60 ―¡Hombre, no sé de qué estás hablando! —replicó Pedro.
En el mismo momento en que dijo eso, cantó el gallo. 61 El Señor se volvió y miró directamente a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces». 62 Y saliendo de allí, lloró amargamente.
Los soldados se burlan de Jesús(C)
63 Los hombres que vigilaban a Jesús comenzaron a burlarse de él y a golpearlo. 64 Le vendaron los ojos, y le increpaban:
―¡Adivina quién te pegó!
65 Y le lanzaban muchos otros insultos.
Jesús ante Pilato y Herodes(D)(E)(F)
66 Al amanecer, se reunieron los ancianos del pueblo, tanto los jefes de los sacerdotes como los maestros de la ley, e hicieron comparecer a Jesús ante el Consejo.
67 ―Si eres el Cristo, dínoslo —le exigieron.
Jesús les contestó:
―Si os lo dijera, no me creeríais 68 y, si os hiciera preguntas, no me contestaríais. 69 Pero de ahora en adelante el Hijo del hombre estará sentado a la derecha del Dios Todopoderoso.
70 ―¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —le preguntaron a una voz.
―Vosotros mismos lo decís.
71 ―¿Para qué necesitamos más testimonios? —resolvieron—. Acabamos de oírlo de sus propios labios.
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