New Testament in a Year
16 Pero el sobrino de Pablo se enteró del plan y fue al cuartel y se lo contó todo. 17 Entonces Pablo llamó a uno de los capitanes y le dijo:
—Lleva a este joven ante el comandante porque tiene un mensaje para él.
18 Entonces el capitán llevó al sobrino de Pablo ante el comandante y le dijo:
—El prisionero Pablo me pidió que le trajera a este joven porque tiene algo que decirle.
19 El comandante llevó al joven aparte y le preguntó:
—¿Qué tienes que decirme?
20 El joven dijo:
—Los judíos decidieron pedirle que lleve a Pablo mañana a la reunión del Consejo. Quieren que usted crea que desean hacerle más preguntas. 21 Pero, no les crea. Hay más de 40 hombres escondidos, esperando para matar a Pablo. Ellos han prometido no comer ni beber nada hasta matarlo, y esperan que usted acepte la petición.
22 El comandante le dijo al joven que se fuera y le ordenó que no le dijera a nadie que le había informado todo esto.
Pablo es enviado a Cesarea
23 Entonces el comandante del ejército llamó a dos capitanes y les dijo:
—Alisten 200 soldados de infantería, 70 de caballería y 200 lanceros para que salgan para Cesarea esta noche a las nueve. 24 Traigan unos caballos para llevar a Pablo sano y salvo ante el gobernador Félix. 25 El comandante escribió una carta que decía:
26 De Claudio Lisias
Al excelentísimo gobernador Félix:
Saludos.
27 Los judíos agarraron a este hombre y lo iban a matar. Me enteré de que él es ciudadano romano y fui con mis soldados a rescatarlo. 28 Yo quería saber por qué lo estaban acusando y lo llevé ante la reunión del Consejo. 29 Esta fue la información que obtuve: Los judíos lo acusan de violar sus leyes, pero ningún cargo justificaba la pena de muerte ni el encarcelamiento. 30 Cuando fui informado que algunos judíos planeaban matarlo, enseguida decidí enviárselo a usted. Les pedí también a los que lo acusaron que le informaran a usted sobre los cargos que tienen contra él.
31 Los soldados obedecieron las órdenes y esa noche llevaron a Pablo a la ciudad de Antípatris. 32 Al día siguiente, ellos regresaron a la fortaleza y los de caballería siguieron el viaje con Pablo. 33 Cuando los soldados de caballería llegaron a Cesarea, le dieron la carta al gobernador y le entregaron a Pablo. 34 El gobernador leyó la carta y le preguntó a Pablo: «¿De qué provincia eres?» Al saber que Pablo era de Cilicia, 35 le dijo: «Escucharé tu caso cuando los que te acusaron lleguen también aquí». Entonces el gobernador dio órdenes de que mantuvieran a Pablo en el palacio que fue construido por Herodes.
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