New Testament in a Year
La confesión de Pedro
18 (A)Estando Jesús orando a solas(B), estaban con Él los discípulos, y les preguntó: «¿Quién dicen las multitudes que soy Yo?». 19 Entonces ellos respondieron: «Unos, Juan el Bautista, otros, Elías, y otros, que algún profeta de los antiguos ha resucitado». 20 «Y ustedes ¿quién dicen que soy Yo?» les preguntó. Y Pedro le respondió: «El Cristo[a] de Dios(C)».
21 Pero Jesús, advirtiéndoles severamente, les mandó que no dijeran esto a nadie(D), 22 y les dijo: «(E)El Hijo del Hombre debe padecer mucho, y ser rechazado por los ancianos(F), los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y resucitar al tercer día».
23 Y a todos les decía: «Si alguien quiere seguirme, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame(G). 24 Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de Mí, ese la salvará(H). 25 Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si[b]él mismo se destruye o se pierde(I)? 26 Porque el que se avergüence de Mí y de Mis palabras, de este se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en Su gloria, y la del Padre, y la de los santos ángeles(J). 27 Pero en verdad les digo que hay algunos de los que están aquí, que no probarán la muerte hasta que vean(K)el reino de Dios».
La transfiguración
28 (L)Y como ocho días después de estas palabras, Jesús tomó con Él a Pedro, a Juan y a Jacobo[c](M), y subió al monte(N) a orar(O). 29 Mientras oraba(P), la apariencia de Su rostro se hizo otra(Q), y Su ropa se hizo blanca y resplandeciente[d].
30 Y de repente dos hombres hablaban con Él, los cuales eran Moisés y Elías, 31 quienes apareciendo en gloria[e], hablaban de la partida de Jesús(R) que Él estaba a punto de cumplir en Jerusalén. 32 Pedro y sus compañeros habían sido vencidos por el sueño(S), pero cuando estuvieron bien despiertos, vieron la gloria de Jesús y a los dos varones que estaban con Él. 33 Y al retirarse ellos de Él, Pedro dijo a Jesús: «Maestro(T), es bueno quedarnos aquí; hagamos tres enramadas[f], una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías(U)». Pero Pedro no sabía lo que decía(V).
34 Entonces, mientras él decía esto, se formó una nube que los cubrió; y tuvieron temor al entrar en la nube. 35 Y una voz salió de la nube, que decía: «Este es Mi Hijo, Mi Escogido[g](W); oigan a Él». 36 Después de oírse la voz[h], Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto(X).
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation