Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

New Testament in a Year

Read the New Testament from start to finish, from Matthew to Revelation.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Version
Juan 9:1-23

Sexto signo (9—10)

El ciego de nacimiento

Iba Jesús de camino cuando vio a un hombre ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron:

— Maestro, ¿quién tiene la culpa de que haya nacido ciego este hombre? ¿Sus pecados o los de sus padres?

Jesús respondió:

— Ni sus propios pecados ni los de sus padres tienen la culpa; nació así para que el poder de Dios resplandezca en él. Mientras es de día debemos realizar lo que nos ha encomendado el que me envió; cuando llega la noche, nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.

Dicho esto, escupió en el suelo, hizo un poco de lodo y lo extendió sobre los ojos del ciego. Después le dijo:

— Ahora vete y lávate en el estanque de Siloé (palabra que significa “enviado”).

El ciego fue, se lavó y, cuando regresó, ya veía. Sus vecinos y todos cuantos lo habían visto antes pidiendo limosna, comentaban:

— ¿No es este el que se sentaba por aquí y pedía limosna?

Unos decían:

— Sí, es el mismo.

Otros, en cambio, opinaban:

— No es él, sino uno que se le parece.

Pero el propio interesado aseguraba:

— Soy yo mismo.

10 Ellos le preguntaron:

— ¿Y cómo has conseguido ver?

11 Él les contestó:

— Ese hombre que se llama Jesús hizo un poco de lodo con su saliva, me lo extendió sobre los ojos y me dijo: “Vete y lávate en el estanque de Siloé”. Fui, me lavé y comencé a ver.

12 Le preguntaron:

— ¿Y dónde está ahora ese hombre?

Respondió:

— No lo sé.

Los fariseos investigan el caso

13 Llevaron ante los fariseos al hombre que había sido ciego, 14 pues el día en que Jesús había hecho lodo con su saliva y le había dado la vista era sábado. 15 Y volvieron a preguntarle cómo había conseguido ver. Él les contestó:

— Extendió un poco de lodo sobre mis ojos, me lavé y ahora veo.

16 Algunos de los fariseos dijeron:

— No puede tratarse de un hombre de Dios, pues no respeta el sábado.

Otros, en cambio, se preguntaban:

— ¿Cómo puede un hombre hacer tales prodigios si es pecador?

Esto provocó la división entre ellos. 17 Entonces volvieron a preguntar al que había sido ciego:

— Puesto que te ha hecho ver, ¿qué opinas tú sobre ese hombre?

Respondió:

— Creo que es un profeta.

18 Los judíos se resistían a admitir que aquel hombre hubiera estado ciego y hubiese comenzado a ver. Así que llamaron a sus padres 19 y les preguntaron:

— ¿Es este su hijo, del que ustedes dicen que nació ciego? ¿Cómo se explica que ahora vea?

20 Los padres respondieron:

— Sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. 21 Cómo es que ahora ve, no lo sabemos; tampoco sabemos quién le ha dado la vista. Pregúntenselo a él; tiene edad suficiente para responder por sí mismo.

22 Los padres contestaron así por miedo a los judíos, pues estos habían tomado la decisión de expulsar de la sinagoga a todos los que reconocieran que Jesús era el Mesías. 23 Por eso dijeron: “Pregúntenselo a él, que ya tiene edad suficiente”.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España