Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Reina Valera Contemporánea (RVC)
Version
1 Samuel 11

Saúl derrota a los amonitas

11 Un día, Najás el amonita se dirigió a Jabés de Galaad y la sitió, pero los habitantes de Jabés le propusieron a Najás que, si se aliaba con ellos, se comprometían a servirle. Najás les respondió:

«Haré alianza con ustedes, con la condición de que cada uno de ustedes se deje sacar el ojo derecho. Así el pueblo de Israel quedará en vergüenza.»

Los ancianos de Jabés le dijeron:

«Danos siete días para que enviemos mensajeros por todo nuestro territorio. Si nadie sale en nuestra defensa, nos rendiremos a ti.»

Cuando los mensajeros llegaron a Gabaa de Saúl y le dijeron al pueblo las condiciones de Najás, todos lo lamentaron y se pusieron a llorar. Saúl volvía del campo arreando los bueyes, y preguntó:

«¿Qué le pasa al pueblo? ¿Por qué llora?»

Entonces le dieron el mensaje de los hombres de Jabés. En cuanto Saúl lo oyó, el espíritu de Dios vino sobre él con poder, y él se llenó de ira. Tomó entonces un par de bueyes, los descuartizó y envió los pedazos por todo el territorio de Israel, con la orden de que los mensajeros dijeran: «Así haremos con los bueyes de los que no sigan a Saúl y a Samuel.»

Fue tal el temor que el Señor infundió en el pueblo, que se unieron como un solo hombre. Cuando Saúl les pasó revista en Bezec, los israelitas eran trescientos mil, y los de Judá eran treinta mil, los cuales dijeron a los mensajeros que habían llevado la noticia: «Digan a los de Jabés de Galaad que mañana, cuando el sol comience a calentar, serán liberados.»

Cuando los mensajeros anunciaron esto, los habitantes de Jabés se alegraron mucho 10 y les dijeron a sus enemigos: «Mañana estaremos aquí, para que hagan con nosotros lo que les parezca mejor.» 11 Pero al día siguiente Saúl distribuyó a los soldados en tres batallones que, antes de que amaneciera, cayeron sobre el campamento y, tomando por sorpresa a los amonitas, los hirieron de muerte hasta bien entrado el día. Los pocos que sobrevivieron se dispersaron, sin que siquiera dos de ellos se vieran juntos.

12 Entonces el pueblo le dijo a Samuel:

«¿Dónde están los que dudaban que Saúl sería nuestro rey? ¡Queremos que nos los entreguen, para matarlos!»

13 Pero Saúl dijo:

«Nadie va a morir hoy, porque el Señor ha traído la salvación a Israel.»

14 Por su parte, Samuel dijo al pueblo:

«Vengan todos, vamos a Gilgal, para renovar el reino.»

15 Y todo el pueblo fue a Gilgal, y allí, ante el Señor, confirmaron a Saúl como rey. Luego ofrecieron al Señor sacrificios y ofrendas de paz, y Saúl y todo el pueblo de Israel hicieron fiesta.

Romanos 9

La elección de Israel

Digo la verdad en Cristo, no miento. Mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo: tengo una gran tristeza y un continuo dolor en mi corazón. Porque desearía ser yo mismo maldecido y separado de Cristo, por amor a mis hermanos, por los de mi propia raza, que son israelitas. De ellos son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas. De ellos son los patriarcas, y de ellos, desde el punto de vista humano, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas. ¡Bendito sea por siempre! Amén.

Ahora bien, no estoy diciendo que la palabra de Dios haya fallado, porque no todos los que descienden de Israel son israelitas; ni todos los descendientes de Abrahán son verdaderamente sus hijos, pues dice: «Tu descendencia vendrá por medio de Isaac.»(A) Esto significa que los hijos de Dios no son los descendientes naturales, sino aquellos que son considerados descendientes según la promesa. La promesa dice así: «Por este tiempo vendré, y Sara tendrá un hijo.»(B) 10 Y no sólo esto. También sucedió cuando Rebeca concibió de un solo hombre, de nuestro antepasado Isaac, 11 aunque sus hijos todavía no habían nacido ni habían hecho algo bueno o malo; y para confirmar que el propósito de Dios no está basado en las obras sino en el que llama, 12 se le dijo: «El mayor servirá al menor.»(C) 13 Como está escrito: «A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí.»(D)

14 Entonces, ¿qué diremos? ¿Que Dios es injusto? ¡De ninguna manera! 15 Porque Dios dijo a Moisés: «Tendré misericordia del que yo quiera, y me compadeceré del que yo quiera.»(E) 16 Así pues, no depende de que el hombre quiera o se esfuerce, sino de que Dios tenga misericordia. 17 Porque la Escritura le dice a Faraón: «Te he levantado precisamente para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.»(F) 18 De manera que Dios tiene misericordia de quien él quiere tenerla y endurece a quien él quiere endurecer.

19 Entonces me dirás: ¿Por qué Dios todavía nos echa la culpa? ¿Quién puede oponerse a su voluntad? 20 Pero tú, hombre, ¿quién eres para discutir con Dios? ¿Acaso el vaso de barro le dirá al que lo formó por qué lo hizo así?(G) 21 ¿Qué, no tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro un vaso para honra y otro para deshonra? 22 ¿Y qué si Dios, queriendo mostrar su ira y dar a conocer su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira que estaban preparados para destrucción? 23 ¿Y qué si, para dar a conocer las riquezas de su gloria, se las mostró a los vasos de misericordia que él de antemano preparó para esa gloria? 24 Esos somos nosotros, a quienes Dios llamó, no sólo de entre los judíos, sino también de entre los no judíos. 25 Como también se dice en Oseas:

«Llamaré “pueblo mío” al que no era mi pueblo,
Y llamaré “amada mía” a la que no era mi amada.(H)
26 Y en el lugar donde se les dijo: “Ustedes no son mi pueblo”,
Allí serán llamados “hijos del Dios viviente”.»(I)

27 También Isaías clama, en referencia a Israel: «Aunque los descendientes de Israel sean tan numerosos como la arena del mar, tan sólo el remanente será salvo; 28 porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra con justicia y prontitud.»(J) 29 Y como antes dijo Isaías:

«Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado descendencia,
Ya seríamos como Sodoma, y nos pareceríamos a Gomorra.»(K)

La justicia que es por fe

30 Entonces, ¿qué diremos? Que los no judíos, que no buscaban la justicia, la han alcanzado; es decir, la justicia que viene por medio de la fe. 31 Pero Israel, que buscaba una ley de justicia, no la alcanzó. 32 ¿Por qué? Porque no la buscaba a partir de la fe, sino a partir de las obras de la ley; y tropezaron en la piedra de tropiezo, 33 como está escrito:

«Yo pongo en Sión una piedra de tropiezo y una roca de caída;
pero el que crea en él, no será avergonzado.»(L)

Jeremías 48

Profecía acerca de Moab

48 »Así ha dicho el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel, acerca de Moab:(A)

»¡Ay de Nebo! ¡Ha sido derrotado y puesto en vergüenza! Quiriatayin ha sido conquistado; Misgab no supo qué hacer, y perdió el ánimo. Nunca más se alabará a Moab, pues en Jesbón sus enemigos hicieron planes contra ella; decidieron ir y borrarla de entre las naciones. Y también tú, Madmena, serás eliminada; ¡la espada te perseguirá!

»¡Se oye un clamor en Joronayin! ¡Hay mucha destrucción y gran quebrantamiento! Moab ha quedado deshecha; puede oírse el clamor de sus pequeños. Se oye el llanto de los que suben a Luhit; los enemigos oyen gritar a los que bajan a Joronayin: “¡Huyan, pónganse a salvo! ¡Sean como la retama del desierto!” Tú, Moab, confiaste en tus bienes y en tus tesoros, pero también serás conquistada, y Quemos será llevado en cautiverio, junto con sus sacerdotes y sus príncipes. ¡A todas tus ciudades llegará la destrucción! ¡Ninguna de ellas se librará! También el valle quedará asolado, y destruida la llanura, tal y como lo ha dicho el Señor.

»¡Denle alas a Moab, y que se vaya volando! Porque sus ciudades quedarán desiertas y totalmente deshabitadas. 10 ¡Malditos sean los que no cumplan con lo que el Señor les ha ordenado hacer! ¡Malditos sean los que no empapen con sangre su espada!

11 »Moab ha estado en reposo desde su juventud. En reposo, como el vino sobre su sedimento. Nunca ha sido trasvasado de una vasija a otra, ni jamás ha estado en cautiverio. Por eso ha retenido su sabor, y no ha variado su aroma. 12 Por eso viene el día en que yo enviaré gente que lo trasvasará; y sus vasijas quedarán vacías, y sus odres serán despedazados.

—Palabra del Señor.

13 »Entonces Moab se avergonzará de Quemos, como la casa de Israel se avergonzó de haber confiado en Betel.

14 »¿Cómo pueden decir ustedes que son hombres valientes, soldados aguerridos? 15 ¡Si Moab ha sido destruido, sus ciudades han sido asoladas, y sus mejores jóvenes fueron llevados al matadero!

—Palabra del Rey, cuyo nombre es el Señor de los ejércitos.

16 »Cercana está la destrucción de Moab; muy pronto quedará en ruinas. 17 Compadézcanse de él todos los que lo rodean; digan todos los que conocen su nombre: “¡Cómo se hizo pedazos tan recio cetro, tan hermoso báculo!”

18 »Tú, que habitas en Dibón, baja de tus gloriosas alturas y siéntate en la tierra seca, porque el destructor de Moab viene contra ti para destruir tus fortalezas.

19 »Y tú, que habitas en Aroer, párate en el camino y observa; pregunta a los que van en retirada qué fue lo que sucedió. 20 ¡Griten y hagan lamentos! ¡Hagan saber en Arnón que Moab ha sido destruido! Sí, Moab ha quedado en vergüenza, porque ha sido destruido.

21 »El juicio cayó sobre la tierra de la llanura. Cayó sobre Holón, Yahás y Mefagat; 22 sobre Dibón, Nebo y Bet Diblatayin; 23 sobre Quiriatayin, Bet Gamul y Bet Megón; 24 sobre Queriot y Bosra, y sobre todas las ciudades cercanas y lejanas de Moab. 25 El poder de Moab ha sido aniquilado; ¡su fuerza ha llegado a su fin!

—Palabra del Señor.

26 »Moab se creyó superior al Señor. Pues ahora, ¡embriáguenlo, y dejen que se revuelque en su vómito! ¡Que se vuelva motivo de burla! 27 Porque Moab también se burló de Israel. Cuando hablaba de los israelitas, se burlaba de ellos, como si los hubieran pillado robando.

28 »Habitantes de Moab, abandonen las ciudades y refúgiense en los peñascos. Hagan lo que las palomas, que hacen su nido en la entrada de las cuevas. 29 Bien sabemos que Moab es muy soberbio; que su corazón es arrogante, orgulloso, engreído y altanero; 30 y yo conozco su furor. Pero de nada le servirá. Ningún provecho sacará de su jactancia.

—Palabra del Señor.

31 »Por eso voy a llorar por Moab; por todo Moab levantaré mi clamor; ¡guardaré luto por los habitantes de Quir Jeres! 32 Lloraré por ti, vid de Sibemá, como lloré por la ciudad de Jazer. Tus sarmientos cruzaron el mar y llegaron hasta el mar de Jazer, pero la destrucción alcanzó a tu cosecha y a tu vendimia. 33 En los fértiles campos de Moab cesaron la alegría y el regocijo, pues yo hice que en sus lagares faltara el vino. Ya no cantan al pisar las uvas, ni tampoco lanzan gritos de alegría.

34 »El clamor de Jesbón llega hasta Eleale, y aun hasta Yahás, Soar, Joronayin y Eglat Selisiyá se escucha su voz; también el arroyo de Nimrín se ha secado. 35 Yo acabaré con todos los de Moab que ofrezcan sacrificios sobre los lugares altos, y con todos los que ofrezcan incienso a sus dioses.

—Palabra del Señor.

36 »Por eso mi corazón resuena como flauta por la gente de Moab y de Quir Jeres, pues se han perdido todas sus riquezas.

37 »Todos ellos andarán con la cabeza rapada y con la barba raída; todos ellos se harán heridas en las manos y se vestirán de luto. 38 Todo será llanto en las casas y en las calles de Moab, porque yo haré pedazos a Moab, como quien rompe una vasija mal hecha.

—Palabra del Señor.

39 »¡Que se oigan los lamentos! ¡Moab ha sido destrozado! ¡Moab volvió la espalda y fue avergonzado! ¡Moab es ahora objeto de horror y de escarnio para todos los que lo rodean!

40 »Así ha dicho el Señor: “Viene una nación contra Moab, como un águila que vuela con sus alas extendidas. 41 Sus ciudades y fortalezas serán conquistadas. Cuando llegue ese día, el corazón de los valientes de Moab parecerá el corazón de una mujer parturienta.” 42 Y Moab será destruido y dejará de existir como pueblo, por haberse creído superior al Señor. 43 ¡Miedo y hoyos y trampas les esperan a los habitantes de Moab!

—Palabra del Señor.

44 »El que huya del miedo caerá en el hoyo, y el que escape del hoyo caerá en la trampa. “Todo esto lo traeré sobre Moab, en el año de su castigo.”

—Palabra del Señor.

45 »Los que huyan, buscarán exhaustos protegerse en Jesbón, la otrora ciudad de Sijón; pero de allí saldrán llamas de fuego, y quemarán todo lo que aún quede de Moab, esa nación de gente revoltosa. 46 ¡Ay de ti, Moab! ¡Tu fin llegó, pueblo de Quemos! Tus hombres y tus mujeres son hechos prisioneros, y se les lleva al cautiverio. 47 Pero en el futuro haré volver a los cautivos de Moab.»

—Palabra del Señor.

Hasta aquí, la sentencia contra Moab.

Salmos 25

David implora dirección, perdón y protección

Salmo de David.

25 A ti, Señor, elevo mi alma.
Eres mi Dios, y en ti confío;
¡no permitas que mis enemigos
me avergüencen y se burlen de mí!
No permitas que sean avergonzados
los que en ti ponen su esperanza;
más bien, que sean puestos en vergüenza
los que sin razón se rebelan contra ti.

Señor, dame a conocer tus caminos;
¡Enséñame a seguir tus sendas!
Todo el día espero en ti;
¡enséñame a caminar en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y salvador!
Recuerda, Señor, que en todo tiempo
me has mostrado tu amor y tu misericordia.
Tú, Señor, eres todo bondad.
Por tu misericordia, acuérdate de mí;
pero olvídate de que en mi juventud
pequé y fui rebelde contra ti.

El Señor es bueno y recto;
por eso enseña a los pecadores el camino.
El Señor muestra su camino a los humildes,
y los encamina en la justicia.
10 Misericordia y verdad son los caminos del Señor
para quienes cumplen fielmente su pacto.

11 Señor, muy grande es mi pecado,
pero haz honor a tu nombre, y perdóname.

12 ¿Quieres tú servir al Señor?
Él te mostrará el mejor camino.
13 Te hará disfrutar de bienestar,
y tus descendientes heredarán la tierra.
14 El Señor es amigo de quienes le temen,
y confirma su pacto con ellos.

15 Señor, siempre dirijo a ti la mirada
porque tú me libras de caer en la trampa.
16 Mírame, y ten compasión de mí,
pues me encuentro solo y oprimido.
17 Crece en mi corazón la angustia;
¡líbrame de esta congoja!
18 ¡Mira cómo sufro y me esfuerzo!
¡Perdóname todos mis pecados!
19 ¡Mira cómo aumentan mis adversarios,
y cuán grande es su odio contra mí!
20 ¡Sálvame! ¡Protégeme!
¡No me dejes quedar en vergüenza,
pues en ti he puesto mi confianza!
21 ¡Protege mi integridad y rectitud,
pues en ti he puesto mi esperanza!
22 ¡Salva, oh Dios, a Israel
de todas sus angustias!

Reina Valera Contemporánea (RVC)

Copyright © 2009, 2011 by Sociedades Bíblicas Unidas