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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Nueva Versión Internacional (Castilian) (CST)
Version
Éxodo 37

El arca(A)

37 Bezalel hizo el arca de madera de acacia, de un metro con diez centímetros de largo por setenta centímetros de ancho y setenta centímetros de alto.[a] La recubrió de oro puro por dentro y por fuera, y puso en su derredor una moldura de oro. Fundió cuatro anillos de oro para el arca, y se los ajustó a sus cuatro patas, colocando dos anillos en un lado y dos en el otro. Hizo luego unas varas de madera de acacia, las recubrió de oro y las pasó a través de los anillos en los costados del arca para poder transportarla.

El propiciatorio lo hizo de oro puro, de un metro con diez centímetros de largo por setenta centímetros de ancho.[b] Para los dos extremos del propiciatorio hizo dos querubines de oro trabajado a martillo. Uno de ellos iba en uno de los extremos, y el otro iba en el otro extremo; los hizo de modo que en ambos extremos los dos querubines formaran una sola pieza con el propiciatorio. Los querubines tenían las alas extendidas por encima del propiciatorio, y con ellas lo cubrían. Quedaban el uno frente al otro, mirando hacia el propiciatorio.

La mesa(B)

10 Bezalel hizo la mesa de madera de acacia, de noventa centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y setenta centímetros de alto.[c] 11 La recubrió de oro puro y le puso en derredor una moldura de oro. 12 También le hizo un reborde de veinte centímetros[d] de ancho, y alrededor del reborde le puso una moldura de oro. 13 Fundió cuatro anillos de oro para la mesa y se los sujetó a las cuatro esquinas, donde iban las cuatro patas. 14 Los anillos fueron colocados cerca del reborde para pasar por ellos las varas empleadas para transportar la mesa. 15 Esas varas eran de madera de acacia y estaban recubiertas de oro. 16 Los utensilios para la mesa, y sus platos, bandejas, tazones, y jarras para derramar las ofrendas de libación, los hizo de oro puro.

El candelabro(C)

17 Bezalel hizo el candelabro de oro puro labrado a martillo. Su base y su tallo, y sus copas, cálices y flores formaban una sola pieza con él. 18 De los costados del candelabro salían seis brazos, tres de un lado y tres del otro. 19 En cada uno de los seis brazos del candelabro había tres copas en forma de flores de almendro, con cálices y pétalos. 20 El candelabro mismo tenía cuatro copas en forma de flor de almendro, con cálices y pétalos. 21 Debajo del primer par de brazos que salía del candelabro había un cáliz; debajo del segundo par de brazos había un segundo cáliz, y debajo del tercer par de brazos había un tercer cáliz. 22 Los cálices y los brazos formaban una sola pieza con el candelabro, el cual era de oro puro labrado a martillo.

23 Hizo también de oro puro sus siete lámparas, lo mismo que sus despabiladeras y braseros. 24 Para hacer el candelabro y todos sus accesorios, usó treinta y tres kilos[e] de oro puro.

El altar del incienso(D)

25 Bezalel hizo de madera de acacia el altar del incienso. Era cuadrado, de cuarenta y cinco centímetros de largo por cuarenta y cinco centímetros de ancho y noventa centímetros de alto.[f] Sus cuernos formaban una sola pieza con el altar. 26 Recubrió de oro puro su parte superior, sus cuatro costados y sus cuernos, y en su derredor le puso una moldura de oro. 27 Debajo de la moldura le puso dos anillos de oro, es decir, dos en cada uno de sus costados, para pasar por ellos las varas empleadas para transportarlo. 28 Las varas eran de madera de acacia, y las recubrió de oro.

29 Bezalel hizo también el aceite de la unción sagrada y el incienso puro y aromático, como hacen los fabricantes de perfumes.

Juan 16

16 »Todo esto os he dicho para que no flaquee vuestra fe. Os expulsarán de las sinagogas; y hasta viene el día en que cualquiera que os mate pensará que está prestando un servicio a Dios. Actuarán de este modo porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Y os digo esto para que cuando llegue ese día os acordéis de que ya os lo había advertido. Sin embargo, no os dije esto al principio porque yo estaba con vosotros.

La obra del Espíritu Santo

»Ahora vuelvo al que me envió, pero ninguno de vosotros me pregunta: “¿A dónde vas?” Al contrario, como os he dicho estas cosas, os habéis entristecido mucho. Pero os digo la verdad: os conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a vosotros; en cambio, si me voy, os lo enviaré. Y, cuando él venga, convencerá al mundo de su error[a] en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio; en cuanto al pecado, porque no creen en mí; 10 en cuanto a la justicia, porque voy al Padre y vosotros ya no podréis verme; 11 y en cuanto al juicio, porque el príncipe de este mundo ya ha sido juzgado.

12 »Muchas cosas me quedan aún por deciros, que por ahora no podríais sobrellevar. 13 Pero, cuando venga el Espíritu de la verdad, él os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que dirá solo lo que oiga y os anunciará las cosas por venir. 14 Él me glorificará, porque tomará de lo mío y os lo dará a conocer a vosotros. 15 Todo cuanto tiene el Padre es mío. Por eso os dije que el Espíritu tomará de lo mío y os lo dará a conocer a vosotros.

16 »Dentro de poco ya no me veréis; pero un poco después volveréis a verme».

La despedida de Jesús

17 Algunos de sus discípulos comentaban entre sí:

«¿Qué quiere decir con eso de que “dentro de poco ya no me veréis”, y “un poco después volveréis a verme”, y “porque voy al Padre”?» 18 E insistían: «¿Qué quiere decir con eso de “dentro de poco”? No sabemos de qué habla».

19 Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas acerca de esto, así que les dijo:

―¿Os estáis preguntando qué quise decir cuando dije: “Dentro de poco ya no me veréis”, y “un poco después volveréis a verme”? 20 Ciertamente os aseguro que lloraréis de dolor, mientras que el mundo se alegrará. Os pondréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. 21 La mujer que está a punto de dar a luz siente dolores porque ha llegado su momento, pero en cuanto nace la criatura se olvida de su angustia por la alegría de haber traído al mundo un nuevo ser. 22 Lo mismo os pasa a vosotros: ahora estáis tristes, pero cuando vuelva a veros os alegraréis, y nadie os va a quitar esa alegría. 23 En aquel día ya no me preguntaréis nada. Ciertamente os aseguro que mi Padre os dará todo lo que le pidáis en mi nombre. 24 Hasta ahora no habéis pedido nada en mi nombre. Pedid y recibiréis, para que vuestra alegría sea completa.

25 »Os he dicho todo esto por medio de comparaciones, pero viene la hora en que ya no os hablaré así, sino que os hablaré claramente acerca de mi Padre. 26 En aquel día pediréis en mi nombre. Y no digo que voy a rogar por vosotros al Padre, 27 ya que el Padre mismo os ama porque me habéis amado y habéis creído que yo he venido de parte de Dios. 28 Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre».

29 ―Ahora sí estás hablando directamente, sin vueltas ni rodeos —le dijeron sus discípulos—. 30 Ya podemos ver que sabes todas las cosas, y que ni siquiera necesitas que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que saliste de Dios.

31 ―¿Ahora me creéis?[b] —contestó Jesús—. 32 Mirad que la hora viene, y ya está aquí, en que seréis dispersados, y cada uno se irá a su propia casa y a mí me dejaréis solo. Sin embargo, solo no estoy, porque el Padre está conmigo. 33 Yo os he dicho estas cosas para que en mí tengáis paz. En este mundo tendréis aflicciones, pero ¡tened ánimo! Yo he vencido al mundo.

Proverbios 13

13 El hijo sabio atiende a[a] la corrección de su padre,
    pero el insolente no hace caso a la reprensión.

Quien manifiesta el bien, del bien se nutre,
    pero el infiel padece hambre de violencia.

El que refrena su lengua protege su vida,
    pero el ligero de labios provoca su ruina.

El perezoso ambiciona, y nada consigue;
    el diligente ve cumplidos sus deseos.

El justo aborrece la mentira;
    el malvado acarrea vergüenza y deshonra.

La justicia protege al que anda en integridad,
    pero la maldad arruina al pecador.

Hay quien pretende ser rico, y no tiene nada;
    hay quien parece ser pobre, y todo lo tiene.

Con su riqueza el rico pone a salvo su vida,
    pero al pobre no hay ni quien lo amenace.

La luz de los justos brilla radiante,[b]
    pero los malvados son como lámpara apagada.

10 El orgullo solo genera contiendas,
    pero la sabiduría está con quienes oyen consejos.

11 El dinero mal ganado pronto se acaba;
    quien ahorra, poco a poco se enriquece.

12 La esperanza frustrada aflige al corazón;
    el deseo cumplido es un árbol de vida.

13 Quien se burla de la instrucción tendrá su merecido;
    quien respeta el mandamiento tendrá su recompensa.

14 La enseñanza de los sabios es fuente de vida,
    y libera de los lazos de la muerte.

15 El buen juicio redunda en aprecio,
    pero el camino del infiel no cambia.

16 El prudente actúa con cordura,
    pero el necio se jacta de su necedad.

17 El mensajero malvado se mete en problemas;
    el enviado confiable aporta la solución.

18 El que desprecia la disciplina sufre pobreza y deshonra;
    el que atiende la corrección recibe grandes honores.

19 El deseo cumplido endulza el alma,
    pero el necio detesta alejarse del mal.

20 El que con sabios anda, sabio se vuelve;
    el que con necios se junta, saldrá mal parado.

21 Al pecador lo persigue el mal,
    y al justo lo recompensa el bien.

22 El hombre de bien deja herencia a sus nietos;
    las riquezas del pecador se quedan para los justos.

23 En el campo del pobre hay abundante comida,
    pero esta se pierde donde hay injusticia.

24 No corregir al hijo es no quererlo;
    amarlo es disciplinarlo.

25 El justo come hasta quedar saciado,
    pero el malvado se queda con hambre.

Efesios 6

Deberes filiales

Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre —que es el primer mandamiento con promesa— para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra».[a]

Y vosotros, padres, no hagáis enojar a vuestros hijos, sino criadlos según la disciplina e instrucción del Señor.

Deberes de los esclavos y de sus amos

Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con respeto y temor, y con integridad de corazón, como a Cristo. No lo hagáis solo cuando os estén mirando, como los que quieren ganarse el favor humano, sino como esclavos de Cristo, haciendo de todo corazón la voluntad de Dios. Servid de buena gana, como quien sirve al Señor y no a los hombres, sabiendo que el Señor recompensará a cada uno por el bien que haya hecho, sea esclavo o sea libre.

Y vosotros, amos, corresponded a esta actitud de vuestros esclavos, dejando de amenazarlos. Recordad que tanto ellos como vosotros tenéis un mismo Amo[b] en el cielo, y que él no tienen favoritismos.

La armadura de Dios

10 Por último, fortaleceos con el gran poder del Señor. 11 Poneos toda la armadura de Dios para que podáis hacer frente a las artimañas del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. 13 Por lo tanto, poneos toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo podáis resistir hasta el fin con firmeza. 14 Manteneos firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. 16 Además de todo esto, tomad el escudo de la fe, con el cual podéis apagar todas las flechas encendidas del maligno. 17 Tomad el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.

18 Orad en el Espíritu en todo momento, con peticiones y ruegos. Manteneos alerta y perseverad en oración por todos los santos.

19 Orad también por mí para que, cuando hable, Dios me dé las palabras para dar a conocer con valor el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas. Orad para que lo proclame valerosamente, como debo hacerlo.

Saludos finales

21 Nuestro querido hermano Tíquico, fiel servidor en el Señor, os contará todo, para que también vosotros sepáis cómo me va y qué estoy haciendo. 22 Os lo envío precisamente para que sepáis cómo estamos y para que cobréis ánimo.

23 Que Dios el Padre y el Señor Jesucristo os concedan paz, amor y fe a los hermanos. 24 La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor imperecedero.

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