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M’Cheyne Bible Reading Plan

The classic M'Cheyne plan--read the Old Testament, New Testament, and Psalms or Gospels every day.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
2 Reyes 20

Ezequías enferma de muerte

(2 Cr 32:24-26; Is 38:18)

20 En esos días Ezequías se enfermó y estuvo al borde de la muerte. El profeta Isaías hijo de Amoz fue a ver a Ezequías y le dijo:

—El SEÑOR dice: “Pon tus asuntos en orden porque vas a morir, no vas a sanar”.

Ezequías se dio vuelta con la cara hacia la pared y oró así al SEÑOR: «SEÑOR, recuerda que yo siempre te he servido de todo corazón y he hecho lo que te agradaba». Y Ezequías lloró amargamente.

Antes de que Isaías saliera del patio, le vino este mensaje del SEÑOR: «Regresa y dile a Ezequías, líder de mi pueblo, que así dice el SEÑOR, Dios de tu antepasado David: “He oído tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a sanar. Al tercer día subirás tú mismo al templo del SEÑOR. Agregaré 15 años a tu vida y salvaré a esta ciudad del poder del rey de Asiria. Protegeré la ciudad y lo haré por mí mismo y por la promesa que le hice a mi siervo David”».

Entonces Isaías dijo:

—Hagan una mezcla de higos.

Entonces la hicieron, se la aplicaron en la llaga y Ezequías se recuperó.

Ezequías le dijo a Isaías:

—¿Cuál será la señal de que el SEÑOR me sanará y de que al tercer día podré subir al templo del SEÑOR?

Isaías le contestó:

—Tendrás esta señal del SEÑOR de que efectivamente el SEÑOR lo hará: ¿Quieres que la sombra se adelante diez gradas o que las retroceda?

10 Ezequías contestó:

—Es algo sencillo que la sombra se adelante diez gradas, pero no que las retroceda.

11 Entonces Isaías oró al SEÑOR, y él hizo que la sombra retrocediera diez gradas en el reloj de Acaz[a].

Ezequías y la delegación de Babilonia

(2 Cr 32:27-31; Is 39:1-8)

12 En aquel tiempo Merodac Baladán hijo de Baladán era rey de Babilonia. Como se enteró que Ezequías había estado enfermo, mandó cartas y un regalo a Ezequías. 13 Ezequías recibió a los enviados de Babilonia y les mostró todos los tesoros de su palacio. Les mostró la plata, el oro, las especias, los costosos perfumes, las armas y todo lo que había en la tesorería real. No hubo nada que no les mostrara en su palacio y en todo el reino.

14 Entonces el profeta Isaías se le acercó a Ezequías y le preguntó:

—¿Qué te dijeron esos hombres? ¿Qué querían y de dónde venían?

Ezequías le contestó:

—Vinieron de Babilonia, un país muy lejano.

15 Isaías le dijo:

—¿Qué vieron ellos del palacio?

Ezequías le dijo:

—Ellos vieron todo lo que hay en el palacio y en los depósitos. No dejé nada sin mostrarles.

16 Entonces Isaías le dijo a Ezequías:

—Oye el mensaje del SEÑOR: 17 “Llegará el día en que se llevarán a Babilonia todo lo que hay en tu palacio y todo lo que tus antepasados guardaron hasta el día de hoy. No dejarán nada, dice el SEÑOR. 18 Se llevarán incluso hasta a algunos de tus descendientes los castrarán y los pondrán de funcionarios en el palacio del rey de Babilonia”.

19 Entonces Ezequías le dijo a Isaías:

—Este mensaje del SEÑOR es bueno.

Es que se decía: «Al menos mientras yo viva habrá paz y seguridad».

20 El resto de los hechos de Ezequías, incluso cómo construyó el estanque y el acueducto para llevar agua a la ciudad, están escritas en Las crónicas de los reyes de Judá. 21 Ezequías murió y fue sepultado junto a sus antepasados. Su hijo Manasés reinó en su lugar.

Hebreos 2

La grandeza de nuestra salvación

Por eso debemos prestar más atención al mensaje que hemos escuchado para que no estemos a la deriva. Recuerden que Dios confirmó la enseñanza que dio por medio de los ángeles, y que la gente fue castigada cada vez que la desobedecía. Entonces, ¿cómo escaparemos del castigo si despreciamos ahora la gran salvación que hemos recibido? El Señor la anunció primero y luego los que la escucharon de él nos confirmaron que era verdad. Dios también la confirmó utilizando señales, maravillas, diferentes milagros y dones que distribuyó según su voluntad por medio del Espíritu Santo.

Cristo se hizo hombre para salvarnos

Además, Dios no sometió al control de los ángeles el mundo venidero del cual estamos hablando. Hay un lugar en la Escritura donde está escrito:

«Dios, ¿por qué te acuerdas de los seres humanos?
    ¿Por qué te preocupas por el hijo del hombre[a]?
    ¿Es él tan importante?
Durante breve tiempo lo hiciste un poco menos que los ángeles.
    Tú lo coronaste de gloria y honor.
(A)Pusiste todo bajo su poder[b]».[c]

Así que, aquí «todo» significa que no hay nada que él no gobierne; sin embargo, no vemos todavía que esto se haya cumplido, pero sí vemos que Jesús fue hecho «durante breve tiempo un poco menos que los ángeles». Y ahora ha sido «coronado de gloria y honor» porque sufrió y murió. Por el generoso amor que Dios tiene hacia nosotros, Jesús tuvo que sufrir la muerte para bien de todos.

10 Dios hizo todo lo que existe para su propia honra y quería compartir su grandeza con muchos hijos. Así que era conveniente perfeccionar a Jesús por medio del sufrimiento, porque él es quien los lleva a la salvación. 11 Tanto los que son purificados como Jesús, quien los purifica, tienen el mismo Padre. Por eso Jesús no se avergüenza de llamarlos sus hermanos 12 (B)cuando dice:

«Hablaré de ti a mis hermanos.
    Cantaré tus alabanzas cuando ellos estén reunidos».[d]

13 (C)(D) También dice:

«Pondré toda mi confianza en él».[e]

Y dice además:

«Aquí estoy, y conmigo están los hijos
    que Dios me dio».[f]

14 Los hijos de una familia son gente de carne y hueso, por eso Jesús se hizo de carne y hueso igual que ellos. Sólo así pudo morir y con su muerte derrotar al diablo, quien tenía el poder de la muerte. 15 Jesús se hizo hombre para liberar a los hombres, quienes habían estado esclavizados toda la vida por temor a la muerte. 16 Sabemos que Jesús vino a rescatar a los descendientes de Abraham, no a los ángeles. 17 Por lo tanto, era necesario que Jesús fuera igual a sus hermanos en todo sentido. Se hizo como nosotros para poder ser sumo sacerdote fiel y compasivo en su servicio a Dios. De esta manera Jesús pudo ofrecer un sacrificio que quita los pecados de la gente. 18 Jesús mismo sufrió y fue tentado, por eso puede ayudar a aquellos que son tentados.

Oseas 13

Israel se arruinó a sí mismo

13 Efraín se hizo a sí mismo muy importante en Israel.
    Cuando hablaba, todos temblaban de miedo.
Pero Efraín pecó adorando a Baal,
    y por eso murió.
Ahora continúan pecando y fabrican ídolos.
    Construyen las mejores imágenes que pueden hacer.
Son trabajos hechos por los mejores artesanos.
    Les hablan a esas estatuas y besan a los becerros.
Por eso serán como nubes del amanecer
    y como rocío que desaparece rápidamente.
Serán como paja que arrastra el viento
    en los lugares donde se trilla el grano;
    como humo que sale de una chimenea y desaparece.

«Yo he sido el SEÑOR tu Dios
    desde que vivías en Egipto.
No conociste a otro Dios que no fuera yo.
    Yo era tu único salvador.
Te conocí en el desierto,
    en esa tierra seca.
Mientras los guié y los alimenté,
    tuvieron mucho que comer.
Pero se volvieron arrogantes
    y se olvidaron de mí.

»Así que seré como un león con ellos.
    Seré como un leopardo en el camino a Asiria.
Los atacaré como un oso enfurecido
    y destrozaré su pecho.
Los devoraré como un león;
    los destrozaré como un animal salvaje destroza a su presa.

»Israel, te destruiré
    porque te pusiste en contra mía.
    Te pusiste en contra de quien te ayudó.
10 ¿Dónde está tu rey?
    ¿Podrá salvar todas tus ciudades?
¿Dónde están los jueces que pediste cuando dijiste:
    “Dame un rey y unos líderes”[a]?
11 Yo te di un rey cuando estaba enojado
    y te lo quité cuando estaba lleno de ira.

12 »Efraín trató de ocultar sus culpas.
    Creyó que sus pecados eran un secreto,
    pero recibirá su castigo.
13 Le llegarán dolores como los que siente una mujer que da a luz.
    Él no será un niño sabio.
Cuando le llegue la hora de nacer,
    no sobrevivirá.
14 Los liberaré del sepulcro;
    los rescataré de la muerte.
Muerte, ¿dónde está tu plaga?
    Sepulcro, ¿dónde está tu poder?
    No veo razón para lamentarse.
15 Efraín es el más rico entre todos sus hermanos,
    pero vendrá un viento del oriente.
El aliento del SEÑOR soplará desde el desierto.
    Los manantiales y fuentes de Efraín se secarán.
El viento se llevará sus tesoros
    y objetos preciosos.
16 Samaria es culpable
    por haberse rebelado contra su Dios.
Serán pasados a cuchillo,
    sus hijos serán estrellados contra el suelo
    y sus mujeres embarazadas serán destripadas».

Salmos 137-138

Extrañamos nuestra tierra

Nos sentábamos junto a los ríos de Babilonia
    y llorábamos acordándonos de Sion.
Allí en los sauces de la ciudad,
    colgamos nuestras arpas.[a]
Allí los que nos capturaron nos pedían que cantáramos.
    Nuestros opresores nos pedían que estuviéramos alegres,
    que cantáramos canciones que hablaran de Sion.

Pero no podíamos cantar las canciones de alabanza al SEÑOR,
    en un lugar extraño.
Jerusalén, si algún día te olvido,
    que se me seque la mano derecha[b];
    prometo que jamás te olvidaré.
Si te llegara a olvidar
    que mi lengua se me pegue al paladar
    y no pueda volver a cantar.

SEÑOR, castiga a los edomitas
    porque ellos pedían que Jerusalén fuera destruida.

Babilonia, tú también serás destruida.
    Afortunado el que te dé el castigo que mereces;
    recibirás el mismo sufrimiento que le causaste a Jerusalén.
Afortunado el que agarre a tus hijos
    y los estrelle contra las rocas.

Te alabo de todo corazón

Canción de David.

Yo te alabo de todo corazón;
    te entonaré canciones de alabanza delante de los dioses.
Dios mío, me inclinaré hacia tu santo templo
    y alabaré tu nombre, tu fiel amor y tu lealtad.
Tu nombre está por encima de todos,
    porque tú cumples lo que prometes.
Dios mío, cuando te pedí ayuda,
    tú me respondiste;
me diste ánimo
    y renovaste mis fuerzas.

SEÑOR, todos los reyes de la tierra te alabarán
    cuando escuchen tus palabras.
Entonarán canciones que hablarán de lo que hace el SEÑOR,
    porque la gloria del SEÑOR es muy grande.
El SEÑOR ocupa el lugar más alto por encima de todos los demás,
    pero aun así, él nunca abandona a los humildes.
Él siempre sabe lo que hacen los soberbios
    y se mantiene alejado de ellos.

Dios mío, aunque esté angustiado por los problemas,
    tú me salvarás;
    me protegerás de la furia de mis enemigos.
SEÑOR, tú cumplirás lo que has prometido hacer para mí.
    SEÑOR, tu fiel amor es para siempre;
    por eso sé que no abandonarás a quienes tú mismo creaste.

Palabra de Dios para Todos (PDT)

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