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Historical

Read the books of the Bible as they were written historically, according to the estimated date of their writing.
Duration: 365 days
La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
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Ezequiel 11-12

Se anuncia una deportación como castigo

11 El espíritu me elevó y me condujo a la puerta oriental del Templo del Señor, la que da al este. A la entrada pude ver a veinticinco hombres; entre ellos estaba Jazanías, hijo de Azur, y Pelatías, hijo de Benaías, principales del pueblo. Me dijo el Señor:

— Hijo de hombre, estos son quienes traman el mal y ofrecen consejos perniciosos en esta ciudad. Dicen: “¿No está ya cerca el tiempo de construir casas? La ciudad es la olla y nosotros la carne”. Así, pues, profetiza contra ellos; profetiza, hijo de hombre.

Me invadió el espíritu del Señor y me dijo:

— Habla a la gente y diles: Esto dice el Señor: Eso es lo que han hablado, pueblo de Israel; conozco su espíritu altanero. Han multiplicado los cadáveres en esta ciudad, han llenado sus calles de muertos. Por eso, así dice el Señor Dios: Los muertos que han dejado tirados en la ciudad son la carne, y la ciudad es la olla; pero pienso sacarlos de en medio de ella. Ya que temen la espada, voy a traerla contra ustedes —oráculo del Señor Dios—. Los sacaré de en medio de ella y los entregaré a extranjeros; de esta forma los juzgaré. 10 Caerán a espada; los juzgaré en el territorio de Israel, para que ustedes sepan que yo soy el Señor. 11 Ya no les servirá de olla, ni ustedes serán la carne, pues los juzgaré en territorio de Israel. 12 Así reconocerán que yo soy el Señor y que no se han conducido según mis preceptos ni han puesto en práctica mis normas, pues han obrado según las costumbres de los pueblos que los rodean.

13 Mientras estaba profetizando, murió Pelatías, hijo de Benaías. Yo caí rostro en tierra y dije entre gritos:

— ¡Ay, Señor mi Dios! ¿Vas a exterminar al resto de Israel?

Vuelta de los desterrados y promesa de regeneración interior

14 El Señor me dirigió la palabra:

15 — Hijo de hombre, los habitantes de Jerusalén dicen de sus parientes, de sus familiares y de toda la comunidad de Israel: “Esos están lejos del Señor. A nosotros se nos ha dado el país en herencia”. 16 Así pues, diles: Esto dice el Señor Dios: Cuando los llevé a naciones lejanas y los dispersé por otros países, yo fui su santuario, por poco tiempo, en los países adonde llegaron. 17 Por eso, así dice el Señor Dios: Los recogeré de entre los pueblos y los reuniré de entre los países por donde los dispersé; y les daré la tierra de Israel. 18 Cuando vuelvan, retirarán de ella todos sus ídolos y abominaciones. 19 Les daré otro corazón y derramaré en medio de ellos un espíritu nuevo; les arrancaré de su cuerpo el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, 20 para que vivan según mis preceptos y respeten mis normas y las cumplan. De esta manera ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. 21 Pero a la gente cuyo corazón esté apegado a sus ídolos y abominaciones, los haré responsables de su conducta —oráculo del Señor Dios—.

La gloria del Señor abandona Jerusalén

22 Los querubines desplegaron sus alas: las ruedas seguían junto a ellos y la gloria del Dios de Israel continuaba encima de ellos. 23 La gloria del Señor se alzó de en medio de la ciudad y se detuvo sobre el monte situado al oriente de la ciudad. 24 El espíritu me arrebató y, en la visión que me proporcionaba el espíritu de Dios, me llevó a territorio caldeo, donde estaban los desterrados. Después desapareció la visión que había tenido. 25 Yo conté a los deportados todo lo que el Señor me había permitido ver.

Predicción del cautiverio

12 El Señor me dirigió la palabra:

— Hijo de hombre, vives entre ciudadanos rebeldes que tienen ojos pero no ven, y oídos pero no oyen; son realmente rebeldes. Así pues, hijo de hombre, prepárate un equipo de deportado y sal como deportado en pleno día, a la vista de todos. Abandona tu residencia y ve a otra residencia a la vista de todos, como un deportado; tal vez así se den cuenta de que son ciudadanos rebeldes. Sacarás tu equipo de deportado en pleno día, a la vista de todos, pero tú saldrás por la tarde, como salen los deportados. Haz un agujero en la pared a la vista de todos, y sal por él. Te echarás el equipo al hombro, a la vista de todos, y saldrás cuando haya anochecido, con la cara cubierta para no ver la tierra, pues te he convertido en un símbolo para Israel.

Yo hice como se me había ordenado: saqué mi equipo de día, como si fuera el de un deportado; por la tarde practiqué un agujero en la pared y salí con mi equipo al hombro cuando ya había anochecido, a la vista de todos. Por la mañana el Señor me dirigió la palabra:

Hijo de hombre, ¿no te han preguntado los israelitas, esa gente rebelde, qué es lo que haces? Si lo hacen, 10 les dirás: “Esto dice el Señor Dios: Este oráculo se refiere a Jerusalén y a todos los israelitas que viven allí”. 11 Y añadirás: “Yo soy un símbolo para ustedes”. Ellos tendrán, pues, que hacer lo mismo que he hecho yo; ellos marcharán deportados al destierro. 12 Hasta el príncipe que vive con ellos tendrá que cargar su equipo al hombro cuando haya anochecido; ellos harán un agujero en la pared para que pueda salir por él, y saldrá con la cara cubierta para no ver la tierra. 13 Extenderé mi red a su paso para que caiga en mi trampa; después lo llevaré a Babilonia, la tierra de los caldeos, donde morirá sin poder verla. 14 Dispersaré a los cuatro vientos a sus ayudas de cámara y a todo su séquito, y desenvainaré la espada en pos de ellos. 15 Así, cuando los disperse por las naciones paganas y los disemine por otras tierras, reconocerán que yo soy el Señor. 16 Pero dejaré a algunos de ellos, que escaparán a la espada, al hambre y a la peste; de ese modo podrán contar en las naciones adonde vayan las abominaciones que han cometido, y así ustedes reconocerán que yo soy el Señor.

Un signo complementario

17 El Señor me dirigió la palabra:

18 — Hijo de hombre, cuando comas, lo harás atemorizado, y cuando bebas, estarás inquieto y angustiado. 19 Dirás a la gente del país: Esto dice el Señor Dios con respecto a los habitantes de Jerusalén, a los que viven en la tierra de Israel: Cuando coman, lo harán atemorizados; y cuando beban, estarán asustados, pues su tierra quedará devastada, vacía de cuanto contiene, por culpa de la violencia de sus habitantes. 20 Las ciudades habitadas quedarán en ruinas, y la tierra será pura desolación; así ustedes reconocerán que yo soy el Señor.

Falsedad de algunos dichos populares

21 El Señor me dirigió la palabra:

22 — Hijo de hombre, ¿qué dicho es ese que utilizan referente a la tierra de Israel, cuando dicen: “Pasan los días y las visiones no se cumplen”? 23 Pues les dirás lo siguiente: Esto dice el Señor Dios: Voy a poner fin a este dicho; ya no volverá a ser pronunciado en Israel. Y les dirás además: “Los días ya están cerca, y con ellos el contenido de cada visión”. 24 Ya no habrá visiones falsas ni presagios engañosos en la comunidad de Israel. 25 Yo soy el Señor, quien habla, y lo que hablo se cumplirá sin dilación. Y precisamente en los días de ustedes, casa rebelde, pronunciaré una palabra y haré que se cumpla —oráculo del Señor Dios—.

26 El Señor me dirigió la palabra:

27 — Hijo de hombre, ahí tienes a la comunidad de Israel, que anda diciendo: “La visión de este va para largo, profetiza para un tiempo aún lejano”. 28 Diles lo siguiente: Esto dice el Señor Dios: No volverán a retrasarse mis palabras; todo lo que yo diga, se cumplirá —oráculo del Señor Dios—.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)

La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España