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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
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Nueva Biblia Viva (NBV)
Version
1 Reyes 5-6

Preparativos para la construcción del templo

El rey Hiram, de Tiro, siempre había sido un gran admirador de David, de modo que cuando supo que el rey Salomón, hijo de David, reinaba en Israel, envió embajadores para felicitarlo y desearle un buen reinado. 2-3 Salomón aprovechó la ocasión y le envió este mensaje a Hiram: «Tú sabes que mi padre no pudo construir un templo en el que se pudiera adorar al Señor su Dios, debido a las numerosas guerras que tuvo que librar. Siempre estuvo esperando el momento en que el Señor le permitiera vencer a todos sus enemigos. Y ahora, el Señor mi Dios ha dado paz a Israel en todo lugar; no tengo enemigos ni quien me quiera hacer daño. Por eso, pienso edificar un templo para el Señor mi Dios, en conformidad a la promesa que le hizo a mi padre de que yo lo edificaría. Porque el Señor le dijo: “Tu hijo, a quien pondré en tu lugar en el trono, me edificará un templo”.

»Ahora te ruego que me ayudes en este proyecto. Envía tus hombres a las montañas del Líbano para que preparen madera de cedro para mí. Yo enviaré hombres para que trabajen junto con ellos, y pagaré a tus hombres lo que tú indiques; porque, como tú sabes, no hay en Israel quien sepa cortar la madera como lo hacen los sidonios».

Cuando Hiram recibió el mensaje de Salomón, se sintió muy complacido, y dijo: «Alabado sea el Señor, por haberle dado a David un hijo sabio para que sea rey de la gran nación de Israel».

Entonces envió su respuesta a Salomón:

«He recibido tu mensaje, y haré lo que me has pedido acerca de la madera. Puedo proporcionarte madera de cedro y de pino. Mis hombres llevarán los troncos hasta el mar y con ellos formarán balsas. Las haremos navegar a lo largo de la costa hasta el lugar en donde tú la necesites; entonces desarmaremos las balsas y te entregaremos la madera. Tú puedes pagarme con alimento para mi casa».

10 Entonces Hiram proporcionó a Salomón toda la madera de cedro y de pino que él quiso. 11 Por su parte, Salomón le envió en pago anual veinte mil cargas de trigo para su familia y veinte mil medidas de aceite de oliva. 12 El Señor, pues, dio a Salomón gran sabiduría como le había prometido. Hiram y Salomón hicieron un pacto formal de paz.

13 Entonces Salomón reclutó a treinta mil trabajadores de todo Israel, 14 y los hizo trabajar por turno en el Líbano, diez mil cada mes, de modo que cada hombre estaba un mes en el Líbano y dos meses en su casa. Adonirán era el supervisor general de este trabajo. 15 Salomón también tenía setenta mil cargadores, ochenta mil canteros que trabajaban en las montañas, 16 y tres mil trescientos capataces. 17 Los canteros cortaban y daban forma a los bloques de piedra para los cimientos del templo. Las piedras que se usaban para esto eran muy costosas. 18 Los hombres de Guebal ayudaron a los constructores de Salomón y de Hiram, cortando y trabajando la madera, y labrando las piedras para el templo.

Salomón construye el templo

En el mes de zif, es decir, el segundo mes del cuarto año del reinado de Salomón se comenzó la edificación del templo del Señor. (Habían transcurrido cuatrocientos ochenta años desde que el pueblo de Israel había salido de la esclavitud en Egipto). El templo del Señor tenía veintisiete metros de largo, nueve de ancho, y trece y medio de alto. A lo largo del frente había un pórtico de nueve metros de largo, y cuatro metros y medio de ancho. Llevaba ventanas estrechas en todo su contorno.

A lo largo de los muros, a ambos costados del templo, se construyeron salas anexas. Estas salas tenían tres pisos de alto, siendo el piso bajo de dos metros con veinticinco centímetros de ancho; el segundo piso medía dos metros con setenta centímetros de ancho, y el piso superior era de tres metros con quince centímetros de ancho. Las medidas de la parte exterior del templo habían sido reducidas, para que las vigas que sostenían las salas no descansaran sobre las paredes.

Las piedras usadas en la construcción del templo eran completamente labradas en la cantera, de modo que toda la estructura fue edificada sin que se oyera sonido de martillo, de hacha o de otra herramienta en el lugar de la edificación.

La entrada a la sala contigua del templo estaba en el costado derecho de la misma, y por medio de escaleras en forma de caracol se podía subir al segundo piso; un segundo tramo de escaleras servía para subir hasta el tercer piso. Después de acabado el templo, Salomón la hizo cubrir con vigas y tablones de cedro. 10 Como ya se ha dicho, había un anexo a cada lado del edificio, unido a las paredes del templo por medio de vigas de cedro. Cada piso del anexo tenía dos metros con veinticinco centímetros de alto.

11-12 Entonces el Señor envió este mensaje a Salomón: «Si haces lo que yo te diga, y sigues todos mis mandamientos e instrucciones, cumpliré lo que le prometí a David, tu padre. 13 Viviré en medio del pueblo de Israel y jamás lo abandonaré».

14 Finalmente, el templo quedó construido. 15 Todo el interior, desde el piso hasta el techo, fue recubierto con cedro, y los pisos fueron hechos de tablas de pino. 16 El Lugar Santísimo, que estaba al fondo del templo, y medía nueve metros, también fue recubierto de madera de cedro, desde el piso hasta el techo. 17 La parte que estaba frente al Lugar Santísimo era el Lugar Santo, y medía dieciocho metros de largo.

18 El templo estaba cubierta de cedro por dentro, y la madera estaba tallada con diseños de flores abiertas y en botón, de modo que no se veía ni una sola piedra.

19 El cofre del pacto del Señor estaba en la sala interior, es decir, en el Lugar Santísimo. 20 Este santuario interior tenía nueve metros de largo, nueve de ancho y nueve de alto. Sus muros y el techo estaban recubiertos con oro puro. El altar de madera de cedro, que estaba frente al Lugar Santísimo, también fue recubierto de oro. 21-22 Salomón hizo recubrir de oro puro el interior del resto del templo del Señor, incluyendo el altar de cedro. E hizo cadenas de oro para proteger la entrada al Lugar Santísimo.

23-28 Dentro del santuario interior, Salomón colocó dos querubines de madera de olivo, cada uno de cuatro metros y medio de alto. Fueron colocados de modo que sus alas extendidas llegaban de pared a pared y se tocaban entre sí al centro de la sala; cada ala tenía dos metros y veinticinco centímetros, de modo que cada querubín medía cuatro metros y medio de ala a ala. Los dos eran idénticos en todas sus dimensiones, y cada uno fue recubierto de oro.

29 En todas las paredes del templo fueron talladas figuras de querubines, palmeras y flores abiertas, y el piso de ambas salas fue cubierto de oro.

30-31 La entrada al santuario interior tenía postes que, con el dintel, formaban cinco lados y ángulos, 32 y sus dos puertas de madera de olivo fueron talladas con querubines, palmeras y flores abiertas, todo recubierto de oro.

33 Luego hizo postes cuadrados de madera de olivo para la entrada. 34 Había dos puertas plegables de madera de pino, y cada puerta tenía bisagras, de modo que podía girar sobre sí misma. 35 Estas puertas fueron talladas con querubines, palmeras y flores abiertas, y fueron cuidadosamente recubiertas con oro.

36 El muro del patio interior tenía tres hileras de piedra labrada y una hilera de vigas de cedro.

37 Los cimientos del templo del Señor se echaron en el mes de zif, en el cuarto año del reinado de Salomón, 38 y todo el edificio se terminó de construir, conforme a los planos, en el mes de bul, que es el mes octavo, del año undécimo de su reinado. Tardaron, pues, siete años en edificarlo.

2 Crónicas 2-3

Preparativos para la construcción del templo

Salomón decidió construir un templo para el Señor, y su propio palacio real.

Para esto se necesitaba un personal de setenta mil obreros, ochenta mil obreros que cortaran piedras en las montañas, y tres mil seiscientos capataces. Salomón envió un mensaje a Hiram, rey de Tiro, en el que le decía:

«Envíame, por favor, embarques de madera de cedro, similares a los que le enviaste a mi padre David, cuando construyó su palacio. Estoy a punto de iniciar la construcción de un templo para el Señor mi Dios. Será un templo en el cual se quemará el incienso y especias aromáticas para el Señor, donde se colocará el pan especial del sacrificio, y donde el pueblo podrá ofrecer sus ofrendas quemadas todos los días en la mañana y en la tarde, y en los días de reposo, y en la celebración de la luna nueva, y otras fiestas dedicadas al Señor nuestro Dios. Porque Dios quiere que Israel celebre siempre estas ocasiones especiales.

»Va a ser un templo de grandes dimensiones, porque nuestro Dios es un Dios grande; tan grande como no hay otro. Sin embargo, ¿quién podrá alguna vez edificarle un templo tan grande, si ni los más altos cielos poseen suficiente grandeza para contenerlo? Y, ¿quién soy yo para que se me permita edificar un templo para Dios? Pero va a ser un lugar para adorarlo.

»Envíame, pues, un experto en trabajos de oro, plata, hierro y bronce; que también sea experto en el arte de tejer la púrpura, la tela carmesí y el género azul; y que sea también perito grabador para trabajar junto a los artesanos de Judá y de Jerusalén, que fueron designados por mi padre David.

»Mándame, además, madera de cedro, ciprés y sándalo de los bosques del Líbano, por cuanto tus hombres son los mejores que hay para cortar estos árboles. Yo te enviaré trabajadores para que les ayuden. Se va a necesitar una inmensa cantidad de madera, porque el templo que voy a edificar será de grandes proporciones e increíblemente hermoso. 10 En cuanto al salario, mi propósito es pagar a tus hombres con veinte mil cargas de trigo, veinte mil cargas de cebada, veinte mil medidas de vino, y veinte mil medidas de aceite de oliva».

11 El rey Hiram le contestó al rey Salomón: «¡Es porque el Señor ama a su pueblo, que te ha elegido como su rey! 12 Bendito sea el Señor, Dios de Israel, que hizo los cielos y la tierra, y que ha dado a David un hijo tan sabio, inteligente y entendido para edificar el templo del Señor y un palacio real.

13 »¡He procedido, pues, a enviarte nada menos que a Hiram Abí, mi famoso maestro en artesanía! Es un hombre brillante, 14 hijo de una mujer de la tribu de Dan, y de un hombre de Tiro. Es experto artífice en oro, en trabajos en plata, y también hace trabajo fino con bronce y hierro, y sabe todo lo relativo al trabajo en piedra y en madera. Trabaja, además, muy bien la púrpura, el lino y la escarlata. ¡Es grabador, y además es inventor! Va a trabajar con tus expertos en artesanía y con los que fueron designados por mi señor David, tu padre.

15 »Por consiguiente, envíame el trigo, la cebada, el aceite de oliva y el vino que mencionas, 16 y comenzaremos a cortar la madera de las montañas del Líbano, en la cantidad que necesitas, y a llevártela por mar, en balsas, hasta Jope, y desde allí tú te encargarás de conducirla hasta Jerusalén».

17 Salomón procedió a tomar el censo de los extranjeros existentes en el país (tal como su padre David lo había hecho). Según este censo, había ciento cincuenta y tres mil seiscientos extranjeros en Israel. 18 De ellos asignó setenta mil como cargadores, a ochenta mil los envió a las montañas a cortar piedras, y a tres mil seiscientos los puso como capataces.

Construcción del templo

Por fin se inició la construcción del templo del Señor. Su ubicación fue en Jerusalén, en la parte alta del monte Moria, donde el Señor se le apareció al rey David, padre de Salomón, es decir, en el terreno de Ornán el jebuseo. Ese fue el lugar que David escogió. La construcción propiamente dicha comenzó el día dos del mes segundo del año cuarto del reinado de Salomón.

Los cimientos eran de veintisiete metros de largo por nueve de ancho. Un pórtico de entrada, con techo, se extendía a lo largo de los nueve metros de largo, y nueve metros de alto. ¡Todo el interior del pórtico estaba recubierto de oro puro!

La parte principal estaba recubierta de madera de ciprés, sobre la cual colocó figuras de palmeras y cadenas de oro puro. Además, las murallas tenían incrustaciones de piedras preciosas; el oro era de la más alta calidad, traído de Parvayin. Todas las paredes, vigas, puertas y umbrales en todo el templo fueron enchapados con oro, con querubines tallados en las paredes.

Dentro del templo, a un extremo, hizo el aposento más sagrado, es decir, el Lugar Santísimo, cuya dimensión era de nueve metros de largo, por nueve de ancho. Lo recubrió completamente por dentro con veintitrés toneladas de oro puro. Se usaron clavos de oro, y cada clavo pesaba medio kilo. Los aposentos altos también fueron enchapados en oro.

10 Dentro del recinto más sagrado, el Lugar Santísimo, Salomón hizo colocar dos esculturas de querubines enchapadas en oro, 11-13 las cuales estaban de pie sobre el piso, dando frente al recinto exterior, con las alas extendidas en tal forma que la punta del ala de uno tocaba la punta del ala del otro a través de la sala, de pared a pared. Las alas de estos querubines, extendidas, medían nueve metros. 14 De un lado a otro de la entrada a esta sala colocó una cortina de lino fino, azul, púrpura y carmesí, decorada con querubines.

15 En la fachada del templo había dos columnas de dieciséis metros de altura, rematadas por un capitel de dos metros veinticinco centímetros de alto. 16 Hizo confeccionar cadenas que se colocaron en el remate alto de las columnas, con cien granadas adheridas a las cadenas. 17 Posteriormente puso las columnas en la fachada del templo, una a la derecha y otra a la izquierda, y a cada una le dio un nombre: Jaquín (a la columna de la derecha), y Boaz (a la de la izquierda).

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