Print Page Options
Previous Prev Day Next DayNext

Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Palabra de Dios para Todos (PDT)
Version
Josué 1-4

Dios nombra a Josué como líder

Moisés, siervo del SEÑOR, tenía como ayudante a Josué hijo de Nun. Después de la muerte de Moisés, el SEÑOR le dijo a Josué:

«Puesto que mi siervo Moisés ha muerto, prepárate tú para cruzar el río Jordán con toda esta gente y llegar a la tierra que les voy a dar a los israelitas. Le prometí a Moisés que les daría a ustedes todo lugar por donde pasen. Les voy a dar todo el territorio comprendido desde el desierto, al sur, hasta el Líbano, al norte; y desde el río Éufrates, territorio de los hititas, al oriente, hasta el mar Grande, al occidente. Yo estaré contigo así como estuve con Moisés. Nadie podrá derrotarte mientras vivas porque yo nunca te abandonaré ni te dejaré.

»Sé fuerte y valiente porque tú guiarás a este pueblo para que pueda tomar la tierra que yo prometí a sus antepasados. Pero tienes que ser fuerte y valiente, obedeciendo los mandamientos que te dio mi siervo Moisés. Si te mantienes fiel a ellos triunfarás donde quiera que vayas. Repite siempre al pueblo las palabras del libro de la ley de Moisés. Práctica día y noche leyéndolo en voz baja, de manera que puedas obrar de acuerdo a lo escrito en él, para que te vaya bien y tengas éxito. Te repito: sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el SEÑOR tu Dios estará contigo donde quiera que vayas».

Josué toma el mando

10 Entonces Josué les ordenó a los jefes del pueblo de Israel: 11 «Vayan por el campamento y díganles a todos que alisten provisiones para llevar con ellos porque en tres días cruzarán el Jordán, para entrar y ocupar la tierra que el SEÑOR su Dios les da en posesión».

12 Entonces Josué les dijo a los rubenitas, a los gaditas y a una mitad de la tribu de Manasés:

13 —Recuerden la orden que les dio Moisés, siervo del SEÑOR, cuando les dijo que el SEÑOR su Dios les daría un lugar de descanso, la tierra donde estamos. 14 En realidad Moisés ya les entregó este territorio, así que sus esposas, sus hijos y su ganado se pueden quedar aquí, al oriente del río Jordán. Pero todos los hombres aptos para la guerra pasarán armados delante de sus hermanos para ayudarlos. 15 El SEÑOR ya les dio a ustedes un territorio para habitar, así que ustedes ayudarán a sus hermanos hasta que ellos puedan tener su lugar de descanso, la tierra que el SEÑOR les da. Después de eso ustedes podrán volver a su propia tierra, vivirán al oriente del río Jordán, la tierra que les dio Moisés, el siervo del SEÑOR.

16 Ellos le respondieron a Josué:

—Cumpliremos tus órdenes, e iremos a donde tú nos mandes. 17 Te obedeceremos siempre tal y como le obedecimos a Moisés. Lo único que pedimos es que el SEÑOR tu Dios esté contigo como lo estuvo con Moisés. 18 ¡Muerte a todo el que se rebele contra tus órdenes y no obedezca tus órdenes, sea quien sea!

Se envían espías a Jericó

Entonces Josué hijo de Nun mandó secretamente a dos espías desde Acacias[a] y les dijo: «Vayan y exploren el territorio, especialmente la ciudad de Jericó». Entonces ellos fueron y entraron a la casa de una prostituta llamada Rajab, y pasaron allí la noche. Pero alguien le dio este aviso al rey de Jericó: «Unos israelitas han venido esta noche a espiar la tierra». Entonces el rey de Jericó le envió este mensaje a Rajab: «Saca a los hombres que llegaron a tu casa porque son espías».

Sin embargo, ella los escondió y le contestó al rey: «Es cierto que unos hombres llegaron a mi casa pero yo no sabía de dónde eran. Se fueron al anochecer, antes de cerrarse las puertas de la ciudad. No sé a dónde fueron, pero vayan rápido a buscarlos que todavía los pueden alcanzar». En realidad, ella los había llevado al techo de la casa, y los había escondido en unos bultos de lino que tenía allí. Entonces los hombres del rey salieron en persecución de los espías y de inmediato cerraron las puertas de la ciudad. Ellos buscaron a los espías hasta el lugar donde el camino atraviesa el río Jordán. Entonces, antes de que los espías se acostaran, Rajab subió al techo y les dijo:

—Yo sé que el SEÑOR les ha dado esta tierra a ustedes. Aquí todo el mundo está muerto de miedo por causa de ustedes. 10 Hemos oído que el SEÑOR secó el agua del mar Rojo ante ustedes cuando salieron de Egipto y lo que ustedes les hicieron a los dos reyes amorreos Sijón y Og, del otro lado del Jordán. Ustedes los destruyeron. 11 Cuando nos enteramos de todo eso, nosotros nos atemorizamos porque el SEÑOR su Dios es el verdadero Dios del cielo y de la tierra. 12 Yo fui buena con ustedes y les ayudé, ahora júrenme por el SEÑOR que serán buenos con mi familia. También denme una garantía 13 de que salvarán a mi papá, a mi mamá, a mis hermanos y hermanas y a sus familias. Prométanme que les respetarán la vida a ellos.

14 Los espías le respondieron:

—Si no nos denuncias responderemos con nuestras vidas por las vidas de ustedes. Cuando el SEÑOR nos dé esta tierra, te trataremos bien y cumpliremos nuestra promesa.

15 Entonces ella, utilizando una cuerda, los bajó por la ventana porque la muralla formaba parte de su casa. Ella vivía dentro de la muralla. 16 Rajab les dijo:

—Vayan hacia las montañas para que los que fueron a buscarlos no los encuentren. Escóndanse allí por tres días hasta que los que los persiguen regresen a la ciudad. Después podrán seguir su camino.

17 Los hombres le dijeron:

—Cumpliremos la promesa que te hicimos, 18 pero cuando volvamos a este lugar, tienes que atar esta cuerda roja a la ventana por la que nos has descolgado. Tendrás que reunir a toda tu familia en tu casa: a tus padres, a tus hermanos y a todos los demás. 19 Todo el que salga de tu casa a la calle será responsable de su propia muerte, no será culpa nuestra; pero si matan a alguno de los que estén contigo dentro tu casa, nosotros responderemos por su muerte. 20 Eso sí, si tú nos denuncias, ya no estaremos obligados a cumplir nuestro juramento.

21 Entonces ella dijo:

—Será como ustedes dicen.

Así ella los dejó ir y ellos partieron. Entonces ella ató a su ventana la cuerda roja.

22 Ellos se fueron a las montañas y permanecieron allí tres días, hasta que los que los buscaban volvieron a Jericó. Los buscaron a lo largo de todo el camino, pero no los encontraron. 23 Entonces los espías bajaron de las montañas, cruzaron el Jordán y se presentaron ante Josué hijo de Nun para informarle todo lo que les había pasado. 24 Le dijeron: «Es verdad que el SEÑOR nos ha dado la tierra porque todos los que viven en esa región tienen mucho miedo de nosotros».

Milagro en el río Jordán

A la mañana siguiente Josué y todos los israelitas se levantaron temprano, trasladaron el campamento desde Acacias hasta la orilla del río Jordán y acamparon allí sin cruzar el río. Después de tres días, los jefes pasaron por el campamento, dándole a la gente la siguiente orden: «Levántense y marchen detrás del cofre del pacto del SEÑOR su Dios cuando lo vean cargado por los sacerdotes levitas. Pero no se acerquen a menos de un kilómetro[b] de distancia del cofre, aunque sin perderlo de vista para que así sepan qué camino seguir, ya que ustedes nunca antes han pasado por aquí».

Entonces Josué le dijo al pueblo: «Purifíquense[c] porque mañana el SEÑOR hará un gran milagro entre ustedes». Luego les dijo a los sacerdotes: «Levanten el cofre del pacto y colóquense delante del pueblo». Así que ellos levantaron el cofre del pacto y caminaron delante de la gente.

Entonces el SEÑOR le dijo a Josué: «Hoy empezaré a darte más importancia ante los israelitas, así sabrán que estaré contigo como lo estuve con Moisés. Diles a los sacerdotes que llevan el cofre del pacto: “Al llegar a la orilla del Jordán entren al río y quédense ahí parados en medio del río”».

Entonces Josué les dijo a los israelitas: «Vengan y escuchen las palabras del SEÑOR su Dios». 10 Luego Josué dijo: «Por esto sabrán que el Dios viviente está entre ustedes, y que él hará huir ante ustedes a los cananeos, hititas, heveos, ferezeos, gergeseos, amorreos y jebuseos: 11 Ahora mismo el cofre del pacto del Señor de toda la tierra está a punto de cruzar el Jordán delante de ustedes. 12 Elijan ya a doce hombres de cada una de las tribus de Israel. 13 Los sacerdotes que cargan el cofre del SEÑOR entrarán al agua y en cuanto sus pies toquen el agua, el río se detendrá y el agua se amontonará formando un muro».

14 Cuando la gente salió del campamento para cruzar el Jordán, los sacerdotes que cargaban el cofre del pacto iban al frente de todo el pueblo. 15 Era época de cosecha y el río estaba crecido. Tan pronto como los sacerdotes pisaron el agua, 16 el río se detuvo. El agua se amontonó formando un embalse que quedaba lejos de allí, cerca de Saretán. También el agua que baja hasta el mar Muerto se detuvo completamente. La gente pudo cruzar el río frente a la ciudad de Jericó. 17 El pueblo cruzaba pisando tierra seca, en tanto que los sacerdotes que cargaban el cofre del pacto del SEÑOR se detuvieron ahí mismo en tierra seca, en medio del Jordán, hasta que toda la gente cruzó el río.

Las doce piedras conmemorativas

Cuando toda la nación terminó de cruzar el Jordán, el SEÑOR le dijo a Josué: «Elige doce hombres del pueblo, uno de cada tribu y ordénales esto: “Tomen de en medio del Jordán, donde están los sacerdotes, doce piedras, cárguenlas a través del Jordán y pónganlas en el lugar donde acampen esta noche”».

Entonces Josué llamó a los doce hombres que había escogido de entre los israelitas, uno de cada tribu y les dijo: «Vayan hasta el medio del río, frente al cofre del pacto del SEÑOR su Dios, y cada uno traiga una piedra sobre sus hombros. Así habrá doce piedras en total, una piedra por cada una de las tribus de Israel. Llévenlas al campamento y pónganlas ahí para que les sirvan a ustedes como recordatorio de lo que aquí sucedió. Cuando en el futuro sus hijos les pregunten: “¿Qué significan estas piedras para ustedes?”, ustedes les responderán que las aguas del Jordán se detuvieron cuando el cofre del pacto del SEÑOR cruzó el río. Estas piedras les recordarán siempre a los israelitas lo que sucedió aquí».

Los israelitas hicieron tal como Josué les ordenó. Sacaron del río Jordán doce piedras; cada uno de los doce hombres escogidos de entre las doce tribus de Israel cargó una piedra. Las llevaron hasta el campamento y las dejaron allí, tal como el SEÑOR había dicho. Josué también hizo colocar doce piedras adicionales en medio del Jordán, en el lugar donde se habían detenido los sacerdotes que cargaban el cofre del pacto. Aun hoy las piedras siguen ahí.

10 Mientras el pueblo cruzaba apresuradamente el río Jordán, los sacerdotes que cargaban el cofre del pacto permanecían en medio del río. Se hizo todo lo que el SEÑOR le había ordenado a Josué, tal como Moisés le había dicho. 11 Cuando terminaron de cruzar el río, los sacerdotes que cargaban el cofre del pacto del SEÑOR pasaron otra vez adelante de todos. 12 Los hombres de los rubenitas, los gaditas y la media tribu de Manasés, listos para la batalla, se colocaron al frente de todos los demás israelitas, tal como Moisés les había ordenado. 13 El SEÑOR reunió en los llanos de Jericó un ejército de 40 000 hombres, listos para la batalla. 14 Ese día el SEÑOR hizo que todo Israel admirara a Josué. Lo empezaron a respetar así como respetaron a Moisés.

15 El SEÑOR le dijo a Josué: 16 «Diles a los sacerdotes que cargan el cofre del pacto que salgan del río Jordán». 17 Así que Josué les ordenó a los sacerdotes: «Salgan del Jordán». 18 Entonces cuando los sacerdotes que cargaban el cofre del pacto del SEÑOR salieron del Jordán, y sus pies tocaron tierra seca, las aguas del Jordán retornaron a su cauce normal, y el río siguió desbordado como antes.

19 El pueblo salió del Jordán el décimo día del primer mes, acamparon en Guilgal al oriente de Jericó 20 y Josué levantó un monumento con las doce piedras que ellos habían sacado del río Jordán. 21 Él les dijo a los israelitas: «En el futuro cuando los hijos les pregunten a sus padres: “¿Que significan estas piedras?”, 22 ustedes les responderán: “Israel cruzó el río Jordán sobre tierra seca”. 23 Porque el SEÑOR su Dios secó las aguas del Jordán ante ustedes, hasta que lo cruzaron, como el SEÑOR su Dios hizo con el mar Rojo el cual él secó ante nosotros hasta que lo cruzamos. 24 Eso lo hizo para que todo el mundo sepa lo grande que es el poder del SEÑOR y para que ustedes siempre respeten al SEÑOR su Dios».

Palabra de Dios para Todos (PDT)

© 2005, 2008, 2012, 2015 Centro Mundial de Traducción de La Biblia © 2005, 2008, 2012, 2015 Bible League International