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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Josué 9-11

¶ Y aconteció que cuando oyeron estas cosas todos los reyes que estaban a este lado del Jordán, así en las montañas como en los llanos; y en toda la costa del gran mar delante del Líbano, los heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos, y jebuseos;

se juntaron a una, de un acuerdo, para pelear contra Josué e Israel.

¶ Mas los moradores de Gabaón, cuando oyeron lo que Josué había hecho a Jericó y a Hai,

ellos obraron con prudencia; pues fueron y se fingieron embajadores, y tomaron sacos viejos sobre sus asnos, y cueros viejos de vino, rotos y remendados,

y zapatos viejos y recosidos en sus pies, con vestidos viejos sobre sí; y todo el pan que traían para el camino, seco y mohoso.

Así vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los de Israel: Nosotros venimos de tierra muy lejana; haced pues ahora con nosotros pacto.

Y los de Israel respondieron a los heveos: Por ventura vosotros habitáis en medio de nosotros. ¿Cómo pues podremos nosotros hacer pacto con vosotros?

Y ellos respondieron a Josué: Nosotros somos tus esclavos. Y Josué les dijo: ¿Quién sois vosotros y de dónde venís?

Y ellos respondieron: Tus esclavos han venido de muy lejanas tierras, por la fama del SEÑOR tu Dios; porque hemos oído su fama, y todas las cosas que hizo en Egipto,

10 y todo lo que hizo a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán; a Sehón rey de Hesbón, y a Og rey de Basán, que estaban en Astarot.

11 Por lo cual nuestros ancianos y todos los moradores de nuestra tierra nos dijeron: Tomad en vuestras manos provisión para el camino, e id al encuentro de ellos, y decidles: Nosotros somos vuestros esclavos, y haced ahora con nosotros pacto.

12 Este nuestro pan tomamos caliente de nuestras casas para el camino el día que salimos para venir a vosotros; y helo aquí ahora que está seco y mohoso.

13 Estos cueros de vino también los llenamos nuevos; helos aquí ya rotos; también estos nuestros vestidos y nuestros zapatos están ya viejos a causa de lo muy largo del camino.

14 Y los hombres de Israel tomaron de su provisión del camino, y no preguntaron a la boca del SEÑOR.

15 ¶ Y Josué hizo paz con ellos, y trató con ellos alianza que les dejaría la vida; también los príncipes de la congregación les juraron.

16 Pasados tres días después que hicieron con ellos el pacto, oyeron como eran sus vecinos, y que habitaban en medio de ellos.

17 Y salieron los hijos de Israel, y al tercer día llegaron a sus ciudades; y sus ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot, y Quiriat-jearim.

18 Y no los hirieron los hijos de Israel, por cuanto los príncipes de la congregación les habían jurado por el SEÑOR el Dios de Israel. Y toda la congregación murmuraba contra los príncipes.

19 Mas todos los príncipes respondieron a toda la congregación: Nosotros les hemos jurado por el SEÑOR Dios de Israel; por tanto, ahora no les podemos tocar.

20 Esto haremos con ellos: les dejaremos vivir, para que no venga ira sobre nosotros a causa del juramento que les hemos hecho.

21 Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han dicho.

22 ¶ Y llamándolos Josué, les habló diciendo: ¿Por qué nos habéis engañado, diciendo: Habitamos muy lejos de vosotros; siendo que moráis en medio de nosotros?

23 Vosotros pues ahora sois malditos, y no faltará de vosotros esclavo, y quien corte la leña y saque el agua para la casa de mi Dios.

24 Y ellos respondieron a Josué, y dijeron: Como fue dado a entender a tus esclavos, que el SEÑOR tu Dios había mandado a Moisés su esclavo que os había de dar la tierra, y que había de destruir todos los moradores de la tierra delante de vosotros, por esto temimos en gran manera de vosotros por nuestras vidas, e hicimos esto.

25 Ahora pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.

26 Y él lo hizo así; que los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los mataran.

27 Y Josué los constituyó aquel día por leñadores y aguadores para la congregación y para el altar del SEÑOR, en el lugar que él escogiera; lo que son hasta hoy.

10 ¶ Y cuando Adonisedec rey de Jerusalén oyó que Josué había tomado a Hai, y que la habían asolado, (como había hecho a Jericó y a su rey, así hizo a Hai y a su rey;) y que los moradores de Gabaón habían hecho paz con los israelitas, y que estaban entre ellos;

tuvieron gran temor; porque Gabaón era una gran ciudad, como una de las ciudades reales, y mayor que Hai, y todos sus varones fuertes.

Envió pues a decir Adonisedec rey de Jerusalén, a Hoham rey de Hebrón, a Piream rey de Jarmut, a Jafía rey de Laquis, y a Debir rey de Eglón:

Subid a mí, y ayudadme, y combatamos a Gabaón; porque ha hecho paz con Josué y con los hijos de Israel.

Y cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis, el rey de Eglón, se juntaron y subieron, ellos con todos sus ejércitos, y asentaron campamento sobre Gabaón, y pelearon contra ella.

Y los hombres de Gabaón enviaron a Josué al campamento en Gilgal diciendo: No aflojas tus manos para con tus esclavos; sube prestamente a nosotros para salvarnos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas, se han juntado contra nosotros.

¶ Y subió Josué de Gilgal, él y todo el pueblo de guerra con él, y todos los hombres valientes.

Y el SEÑOR dijo a Josué: No tengas temor de ellos; porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.

Y Josué vino a ellos de repente, porque toda la noche subió desde Gilgal.

10 Y el SEÑOR los turbó delante de Israel, y los hirió con gran mortandad en Gabaón; y los siguió por el camino que sube a Bet-horón, y los hirió hasta Azeca y Maceda.

11 Y cuando iban huyendo de los israelitas, a la bajada de Bet-horón, el SEÑOR echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron; muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto a espada.

12 Entonces Josué habló al SEÑOR el día que el SEÑOR entregó al amorreo delante de los hijos de Israel, y dijo en presencia de los israelitas: Sol, detente en Gabaón; y tú, Luna, en el valle de Ajalón.

13 Y el sol se detuvo y la luna se paró, hasta tanto que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está escrito esto en el libro de la rectitud? Y el sol se paró en medio del cielo, y no se apresuró a ponerse casi un día entero.

14 Y nunca fue tal día antes ni después de aquel, escuchando el SEÑOR a la voz de un hombre; porque el SEÑOR peleaba por Israel.

15 ¶ Y Josué, y todo el pueblo con él, volvió al campamento en Gilgal.

16 Pero los cinco reyes huyeron, y se escondieron en una cueva en Maceda.

17 Y fue dicho a Josué que los cinco reyes habían sido hallados escondidos en una cueva en Maceda.

18 Entonces Josué dijo: Rodad grandes piedras a la boca de la cueva, y poned hombres junto a ella que los guarden;

19 y vosotros no os paréis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque el SEÑOR vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.

20 Y aconteció que cuando Josué y los hijos de Israel acabaron de herirlos con mortandad muy grande, hasta destruirlos, los que quedaron de ellos se metieron en las ciudades fuertes.

21 Y todo el pueblo se volvió en paz al campamento a Josué en Maceda; que no hubo quien moviera su lengua contra los hijos de Israel.

22 Entonces dijo Josué: Abrid la boca de la cueva, y sacadme de ella a estos cinco reyes.

23 Y lo hicieron así, y sacaron de la cueva aquellos cinco reyes: al rey de Jerusalén, al rey de Hebrón, al rey de Jarmut, al rey de Laquis, y al rey de Eglón.

24 Y cuando sacaron estos reyes a Josué, llamó Josué a todos los varones de Israel, y dijo a los principales de los hombres de guerra que habían venido con él: Llegad y poned vuestros pies sobre los cuellos de estos reyes. Y ellos se acercaron, y pusieron sus pies sobre los cuellos de ellos.

25 Y Josué les dijo: No temáis, ni os atemoricéis; sed fuertes y valientes, porque así hará el SEÑOR a todos vuestros enemigos contra los cuales peleáis.

26 Y después de esto Josué los hirió y los mató, y los hizo colgar en cinco maderos; y quedaron colgados en los maderos hasta la tarde.

27 Y cuando el sol se iba a poner, mandó Josué que los quitaran de los maderos, y los echaran en la cueva donde se habían escondido; y pusieron grandes piedras a la boca de la cueva, hasta hoy.

28 ¶ En aquel mismo día tomó Josué a Maceda, y la puso a espada, y mató a su rey; a ellos y a todo lo que en ella tenía vida, sin quedar nada; mas al rey de Maceda hizo como había hecho al rey de Jericó.

29 Y de Maceda pasó Josué, y todo Israel con él, a Libna; y peleó contra Libna;

30 y el SEÑOR la entregó también a ella, y a su rey, en manos de Israel; y la hirió a filo de espada, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada; mas a su rey hizo de la manera que había hecho al rey de Jericó.

31 Y Josué, y todo Israel con él, pasó de Libna a Laquis, y puso campamento contra ella, y la combatió;

32 y el SEÑOR entregó a Laquis en mano de Israel, y la tomó al día siguiente, y la metió a espada, con todo lo que en ella había vivo, como había hecho en Libna.

33 Entonces Horam, rey de Gezer, subió en ayuda de Laquis; mas a él y a su pueblo hirió Josué, hasta no quedar ninguno de ellos.

34 De Laquis pasó Josué, y todo Israel con él, a Eglón; y pusieron campamento contra ella, y la combatieron;

35 y la tomaron el mismo día, y la hirieron a espada; y el mismo día mataron a todo lo que en ella había vivo, como habían hecho en Laquis.

36 Subió luego Josué, y todo Israel con él, de Eglón a Hebrón, y la combatieron;

37 y tomándola, la hirieron a espada, a su rey y a todas sus ciudades, con todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada; como habían hecho a Eglón, así la destruyeron con todo lo que en ella había vivo.

38 Y volviéndose Josué, y todo Israel con él, sobre Debir, la combatió;

39 y la tomó, y a su rey, y a todas sus villas; y los hirieron a espada, y destruyeron todo lo que en ella había vivo, sin quedar nada; como había hecho a Hebrón, así hizo a Debir y a su rey; y como había hecho a Libna y a su rey.

40 Hirió pues Josué toda la región de las montañas, y del mediodía, y de los llanos, y de las cuestas, con todos sus reyes, sin quedar nada; destruyó todo lo que respiraba, de la manera que el SEÑOR Dios de Israel lo había mandado.

41 Y los hirió Josué desde Cades-barnea hasta Gaza, y toda la tierra de Gosén hasta Gabaón.

42 Todos estos reyes y sus tierras tomó Josué de una vez; porque el SEÑOR el Dios de Israel peleaba por Israel.

43 Y volvió Josué, y todo Israel con él, al campamento en Gilgal.

11 ¶ Oyendo esto Jabín rey de Hazor, envió mensaje a Jobab rey de Madón, al rey de Simrón, al rey de Acsaf,

y a los reyes que estaban a la parte del norte en las montañas, y en el llano al sur de Cineret, y en los llanos, y en las regiones de Dor al occidente;

al cananeo que estaba al oriente y al occidente, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al jebuseo en las montañas, y al heveo debajo de Hermón en tierra de Mizpa.

Estos salieron, y con ellos todos sus ejércitos, pueblo muy grande, como la arena que está a la orilla del mar, con gran muchedumbre de caballos y carros.

Todos estos reyes se juntaron, y viniendo reunieron los campamentos junto a las aguas de Merom, para pelear contra Israel.

Mas el SEÑOR dijo a Josué: No tengas temor de ellos, que mañana a esta hora yo entregaré a todos éstos, muertos delante de Israel; a sus caballos desjarretarás, y sus carros quemarás al fuego.

Y vino Josué, y con él todo el pueblo de guerra, contra ellos, y dio de repente sobre ellos junto a las aguas de Merom.

Y los entregó el SEÑOR en mano de Israel, los cuales los hirieron y siguieron hasta Sidón la grande, y hasta las aguas calientes, y hasta el llano de Mizpa al oriente, hiriéndolos hasta que no les dejaron ninguno.

Y Josué hizo con ellos como el SEÑOR le había mandado: desjarretó sus caballos, y sus carros quemó al fuego.

10 ¶ Y volviendo Josué, tomó en el mismo tiempo a Hazor, e hirió a espada a su rey: la cual Hazor había sido antes cabeza de todos estos reinos.

11 E hirieron a espada todo cuanto en ella había vivo, destruyendo y no dejando cosa que respirara; y a Hazor pusieron a fuego.

12 Asimismo tomó Josué todas las ciudades de aquellos reyes, y a todos los reyes de ellas, y los hirió a espada, y los destruyó, como Moisés esclavo del SEÑOR lo había mandado.

13 Pero todas las ciudades que estaban en sus colinas, no las quemó Israel, sacando sólo a Hazor, la cual quemó Josué.

14 Y los hijos de Israel tomaron para sí todos los despojos y bestias de aquellas ciudades; pero a todos los hombres hirieron a espada hasta destruirlos, sin dejar alguno que respirara.

15 ¶ De la manera que el SEÑOR lo había mandado a Moisés su esclavo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que el SEÑOR había mandado a Moisés.

16 Tomó pues Josué toda esta tierra, las montañas, y toda la región del mediodía, y toda la tierra de Gosén, y los bajos y los llanos, y la montaña de Israel y sus valles.

17 Desde el monte de Halac, que sube hasta Seir, hasta Baal-gad en la llanura del Líbano, a las raíces del monte Hermón; tomó asimismo todos sus reyes, los cuales hirió y mató.

18 Por muchos días tuvo guerra Josué con estos reyes.

19 No hubo ciudad que hiciera paz con los hijos de Israel, sacados los heveos, que moraban en Gabaón; todo lo demás lo tomaron por guerra.

20 Porque esto vino del SEÑOR, que endurecía el corazón de ellos para que resistieran con guerra a Israel, para destruirlos, y que no les fuera hecha misericordia, antes fueran desarraigados, como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.

21 También en el mismo tiempo vino Josué y taló a los anaceos de los montes, de Hebrón, de Debir, y de Anab, y de todos los montes de Judá, y de todos los montes de Israel; Josué los destruyó a ellos y a sus ciudades.

22 Ninguno de los anaceos quedó en la tierra de los hijos de Israel; solamente quedaron en Gaza, en Gat, y en Asdod.

23 Tomó, pues, Josué toda la tierra, conforme a todo lo que el SEÑOR había dicho a Moisés; y Josué la entregó a los israelitas por herencia, conforme a sus repartimientos de sus tribus; y la tierra reposó de la guerra.

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