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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Mateo 23

23 ¶ Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos,

diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos.

Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras; porque dicen, y no la hacen.

Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover.

Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos;

y aman el primer lugar en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas;

y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres Rabí, Rabí.

Mas vosotros, no queráis ser llamados Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo; y todos vosotros sois hermanos.

Y vuestro padre no llaméis a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el cual está en los cielos.

10 Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.

11 El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo.

12 Porque el que se ensalzare, será humillado; y el que se humillare, será ensalzado.

13 ¶ Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cerráis el Reino de los cielos delante de los hombres; que ni vosotros entráis, ni a los que están entrando dejáis entrar.

14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque coméis las casas de las viudas, y por pretexto hacéis larga oración; por esto llevaréis mas grave juicio.

15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque rodeáis el mar y la tierra por hacer un prosélito; y cuando fuere hecho, le hacéis hijo del infierno dos veces más que vosotros.

16 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! Que decís: Cualquiera que jurare por el Templo es nada; mas cualquiera que jurare por el oro del Templo, deudor es.

17 ¡Insensatos y ciegos! Porque ¿cuál es mayor, el oro, o el Templo que santifica al oro?

18 Y: Cualquiera que jurare por el altar, es nada; mas cualquiera que jurare por el presente que está sobre él, deudor es.

19 ¡Insensatos y ciegos! Porque, ¿cuál es mayor, el presente, o el altar que santifica al presente?

20 Pues el que jurare por el altar, jura por él, y por todo lo que está sobre él;

21 y el que jurare por el Templo, jura por él, y por Aquel que habita en él;

22 y el que jura por el cielo, jura por el trono de Dios, y por Aquel que está sentado sobre él.

23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más importante de la ley: el juicio y la misericordia y la fe; esto era necesario hacer, y no dejar lo otro.

24 ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!

25 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque limpiáis lo que está de fuera del vaso o del plato; mas por dentro están llenos de robo y de incontinencia.

26 ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio!

27 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad.

28 Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; mas por dentro, llenos estáis de hipocresía e iniquidad.

29 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque edificáis los sepulcros de los profetas, y adornáis los monumentos de los justos,

30 y decís: Si estuviéramos en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus compañeros en la sangre de los profetas.

31 Así que, testimonio dais a vosotros mismos, que sois hijos de aquellos que mataron a los profetas.

32 ¡Vosotros también llenad la medida de vuestros padres!

33 ¡Serpientes, generación de víboras! ¿Cómo evitaréis el juicio del infierno?

34 ¶ Por tanto, he aquí, yo envío a vosotros profetas, y sabios, y escribas; y de ellos, a unos mataréis y colgaréis de un madero, y a otros de ellos azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad.

35 Para que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra, desde la sangre de Abel el justo, hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, al cual matasteis entre el Templo y el altar.

36 De cierto os digo que todo esto vendrá sobre esta generación.

37 ¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que son enviados a ti! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste!

38 He aquí vuestra Casa os es dejada desierta.

39 Porque os digo que desde ahora no me veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor.

Lucas 20-21

20 ¶ Y aconteció un día, que enseñando él al pueblo en el Templo, y anunciando el Evangelio, llegaron los príncipes de los sacerdotes y los escribas, con los ancianos;

y le hablaron, diciendo: Dinos: ¿Con qué potestad haces estas cosas? ¿O quién es el que te ha dado esta potestad?

Respondiendo entonces Jesús, les dijo: Os preguntaré yo también una palabra; respondedme:

El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres?

Mas ellos pensaban dentro de sí, diciendo: Si dijéremos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creisteis?

Y si dijéremos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están ciertos que Juan era profeta.

Y respondieron que no sabían de dónde.

Entonces Jesús les dijo: Ni yo os digo con qué potestad hago estas cosas.

¶ Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo.

10 Y al tiempo, envió un esclavo a los labradores, para que le dieran del fruto de la viña; mas los labradores le hirieron, y enviaron vacío.

11 Y volvió a enviar otro esclavo; mas ellos a éste también, herido y afrentado, le enviaron vacío.

12 Y volvió a enviar al tercero; mas ellos también a éste echaron herido.

13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré mi hijo amado; quizás cuando a éste vieren, tendrán respeto.

14 Mas los labradores, viéndole, pensaron entre sí, diciendo: Este es el heredero; venid, matémosle para que la heredad sea nuestra.

15 Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué pues, les hará el señor de la viña?

16 Vendrá, y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Que no sea así!

17 Pero él mirándolos, dice: ¿Qué pues es lo que está escrito: La piedra que condenaron los edificadores, ésta fue por cabeza de esquina?

18 Cualquiera que cayere sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre el que la piedra cayere, le desmenuzará.

19 Y procuraban los príncipes de los sacerdotes y los escribas echarle mano en aquella hora, porque entendieron que contra ellos había dicho esta parábola; mas temieron al pueblo.

20 ¶ Y acechándole enviaron espías que simularan ser justos, para sorprenderle en palabras, para que le entregaran al principado y a la potestad del gobernador.

21 Los cuales le preguntaron, diciendo: Maestro, sabemos que dices y enseñas bien, y que no tienes respeto a persona; antes enseñas el camino de Dios con verdad.

22 ¿Nos es lícito dar tributo a César, o no?

23 Mas él, entendiendo la astucia de ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis?

24 Mostradme un denario. ¿De quién tiene la imagen y la inscripción? Y respondiendo dijeron: De César.

25 Entonces les dijo: Pues dad a César lo que es de César; y lo que es de Dios, a Dios.

26 Y no pudieron reprender sus palabras delante del pueblo; antes maravillados de su respuesta, callaron.

27 ¶ Y llegaron unos de los saduceos, los cuales niegan haber resurrección, le preguntaron,

28 diciendo: Maestro, Moisés nos escribió: Si el hermano de alguno muriere teniendo mujer, y muriere sin hijos, que su hermano tome la mujer, y levante simiente a su hermano.

29 Fueron, pues, siete hermanos; y el primero tomó mujer, y murió sin hijos.

30 Y la tomó el segundo, el cual también murió sin hijos.

31 Y la tomó el tercero; asimismo también todos siete, y no dejaron simiente, y murieron.

32 Y a la postre de todos murió también la mujer.

33 En la resurrección, pues, ¿mujer de cuál de ellos será? Porque los siete la tuvieron por mujer.

34 Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y son dados en casamiento;

35 mas los que son tenidos por dignos de aquel siglo y de la resurrección de los muertos, ni se casan, ni son dados en casamiento;

36 porque no pueden ya más morir; porque son iguales a los ángeles; y son hijos de Dios, cuando son hijos de la resurrección.

37 Y que los muertos hayan de resucitar, aun Moisés lo enseñó junto a la zarza, cuando llama al Señor, Dios de Abraham, y Dios de Isaac, y Dios de Jacob.

38 Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, porque todos viven para él.

39 ¶ Y respondiéndole unos de los escribas, dijeron: Maestro, bien has dicho.

40 Y no osaron más preguntarle algo.

41 Y él les dijo: ¿Cómo dicen que el Cristo es hijo de David?

42 Y el mismo David dice en el libro de los Salmos: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra,

43 entre tanto que pongo tus enemigos por estrado de tus pies.

44 Así que David le llama Señor; ¿cómo pues es su hijo?

45 Y oyéndole todo el pueblo, dijo a sus discípulos:

46 Guardaos de los escribas, que quieren andar con ropas largas, y aman las salutaciones en las plazas, y las primeras sillas en las sinagogas, y los primeros asientos en las cenas;

47 que devoran las casas de las viudas, poniendo por pretexto la larga oración; éstos recibirán mayor condenación.

21 ¶ Y mirando, vio a los ricos que echaban sus ofrendas en el arca de la limosna.

Y vio también una viuda pobrecilla, que echaba allí dos centavos.

Y dijo: De verdad os digo, que esta pobre viuda echó más que todos;

porque todos éstos, de lo que les sobra echaron para las ofrendas de Dios; mas ésta de su pobreza echó todo el sustento que tenía.

¶ Y a unos que decían del Templo, que estaba adornado de hermosas piedras y dones, dijo:

Estas cosas que veis, días vendrán que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida.

Y le preguntaron, diciendo: Maestro, ¿cuándo será esto? ¿Y qué señal habrá cuando estas cosas hayan de comenzar a ser hechas?

El entonces dijo: Mirad, no seáis engañados; porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: Yo soy; y, el tiempo está cerca; por tanto, no vayáis en pos de ellos.

Pero cuando oyereis guerras y sediciones, no os espantéis; porque es necesario que estas cosas sean hechas primero; mas aún no será el fin.

10 Entonces les dijo: Se levantarán gentiles contra gentiles, y reino contra reino;

11 y habrá grandes terremotos en cada lugar, y hambres, y pestilencias; y habrá prodigios y grandes señales del cielo.

12 Pero antes de todas estas cosas os echarán mano, y perseguirán, entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, siendo llevados a los reyes y a los gobernadores por causa de mi nombre.

13 Y os será para testimonio.

14 Poned pues en vuestros corazones no pensar antes cómo habéis de responder;

15 porque yo os daré boca y sabiduría, a la cual no podrán resistir ni contradecir todos los que se os opondrán.

16 Mas seréis entregados aun de vuestros padres, y hermanos, y parientes, y amigos; y matarán a algunos de vosotros.

17 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre.

18 Mas un pelo de vuestra cabeza no perecerá.

19 En vuestra paciencia poseeréis vuestras almas.

20 ¶ Y cuando viereis a Jerusalén cercada de ejércitos, sabed entonces que su destrucción ha llegado.

21 Entonces los que estuvieren en Judea, huyan a los montes; y los que estuvieren en medio de ella, váyanse; y los que en las otras regiones, no entren en ella.

22 Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.

23 Mas ¡ay de las que estén encinta, y de las que críen en aquellos días! Porque habrá apretura grande sobre la tierra, e ira en este pueblo.

24 Y caerán a filo de espada, y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalén será hollada de los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles sean cumplidos.

25 Entonces habrá señales en el sol, y en la luna, y en las estrellas; y en la tierra apretura de las naciones por la confusión del sonido del mar y de las ondas;

26 desfalleciendo los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra; porque las virtudes de los cielos serán conmovidas.

27 Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y gran gloria.

28 Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca.

29 ¶ Y les dijo también una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles.

30 Cuando ya brotan, viéndolos, de vosotros mismos entendéis que el verano está ya cerca.

31 Así también vosotros, cuando viereis hacerse estas cosas, entended que está cerca el Reino de Dios.

32 De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo sea hecho.

33 El cielo y la tierra pasarán; mas mis palabras no pasarán.

34 Y mirad por vosotros, que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día.

35 Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra.

36 Velad pues, orando en todo tiempo, que seáis tenidos por dignos de evitar todas estas cosas que han de venir, y de estar en pie delante del Hijo del hombre.

37 Y enseñaba de día en el Templo; y de noche saliendo, se estaba en el monte que se llama de las Olivas.

38 Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el Templo.

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