Chronological
35 Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:
2 Hijo de hombre, pon tu rostro hacia el monte de Seir, y profetiza contra él,
3 y dile: Así dijo el Señor DIOS: He aquí estoy contra ti, oh monte de Seir, y extenderé mi mano contra ti, y te pondré en asolamiento y en soledad.
4 A tus ciudades asolaré, y tú serás asolado; y sabrás que yo soy el SEÑOR.
5 Por cuanto tuviste enemistades perpetuas, y esparciste los hijos de Israel al poder de la espada en el tiempo de su aflicción, en el tiempo que su iniquidad tuvo fin;
6 por tanto, vivo yo, dijo el Señor DIOS, que a sangre te disputaré, y sangre te perseguirá; y si no aborrecieres la sangre, sangre te perseguirá.
7 Y pondré al monte de Seir en asolamiento y en soledad, y cortaré de él pasante y volviente.
8 Y llenaré sus montes de sus muertos; en tus collados, y en tus valles, y en todos tus arroyos, caerán muertos a espada.
9 Yo te pondré en asolamientos perpetuos, y tus ciudades nunca más se restaurarán; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
10 Por cuanto dijiste: Las dos naciones y las dos tierras serán mías, y las poseeremos, estando allí el SEÑOR;
11 por tanto, vivo yo, dijo el Señor DIOS, yo haré conforme a tu ira, y conforme a tu celo con que procediste, a causa de tus enemistades con ellos; y seré conocido en ellos, cuando te juzgare.
12 Y sabrás que yo, el SEÑOR, he oído todas tus injurias que proferiste contra los montes de Israel, diciendo: Destruidos son, nos son dados a devorar.
13 Y os engrandecisteis contra mí con vuestra boca, y multiplicasteis contra mí vuestras palabras. Yo lo oí.
14 Así dijo el Señor DIOS: Así se alegrará toda la tierra, cuando yo te haré soledad.
15 Como te alegraste tú sobre la heredad de la Casa de Israel, porque fue asolada, así te haré a ti: asolado será el Monte de Seir, y toda Idumea, toda ella; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
36 Y tú, hijo de hombre, profetiza sobre los montes de Israel, y di: Montes de Israel, oíd palabra del SEÑOR:
2 Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto el enemigo dijo sobre vosotros: ¡Ea! También las alturas perpetuas nos han sido por heredad;
3 profetiza, por tanto, y di: Así dijo el Señor DIOS: Pues por cuanto os asolaron y os tragaron de todas partes, para que fuerais heredad a los otros gentiles, habéis subido en bocas de lenguas, e infamia del pueblo,
4 por tanto, montes de Israel, oíd Palabra del Señor DIOS: Así dijo el Señor DIOS a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles, a las ruinas y asolamientos, y a las ciudades desamparadas, que fueron puestas a saqueo y en escarnio a los otros gentiles alrededor;
5 por eso, así dijo el Señor DIOS: He hablado por cierto en el fuego de mi celo contra los demás gentiles, y contra toda Idumea, que se disputaron mi tierra por heredad con alegría, de todo corazón, con menosprecio de ánimo, echándola a saqueo.
6 Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di a los montes y a los collados, y a los arroyos y a los valles: Así dijo el Señor DIOS: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado la injuria de los gentiles.
7 Por lo cual así dijo el Señor DIOS: Yo he alzado mi mano, que los gentiles que os están alrededor han de llevar su afrenta.
8 Mas vosotros, oh montes de Israel, daréis vuestros ramos, y llevaréis vuestro fruto a mi pueblo Israel; porque cerca están para venir.
9 Porque heme aquí a vosotros, y a vosotros me volveré, y seréis labrados y sembrados.
10 Y haré multiplicar sobre vosotros hombres, a toda la Casa de Israel, toda ella; y las ciudades han de ser habitadas, y serán edificadas las ruinas.
11 Y multiplicaré sobre vosotros hombres y bestias, y serán multiplicados y crecerán; y os haré morar como solíais antiguamente, y os haré más bien que en vuestros comienzos; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
12 Y haré andar hombres sobre vosotros, a mi pueblo Israel; y te poseerán, y les serás por heredad, y nunca más les matarás los hijos.
13 Así dijo el Señor DIOS: Por cuanto dicen de vosotros: Comedora de hombres, y matadora de los hijos de tus naciones has sido;
14 por tanto, no devorarás más hombres, y nunca más matarás los hijos a tus moradores, dice el Señor DIOS.
15 Y nunca más te haré oír injuria de gentiles, ni más llevarás denuestos de pueblos, ni harás más morir los hijos a tus moradores, dice el Señor DIOS.
16 Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:
17 Hijo de hombre, la Casa de Israel que mora en su tierra, la han contaminado con sus caminos y con sus obras; como inmundicia de menstruosa fue su camino delante de mí.
18 Y derramé mi ira sobre ellos por la sangre que ellos derramaron sobre la tierra; y por sus ídolos con que la contaminaron.
19 Y yo los esparcí por los gentiles, y fueron aventados por las tierras; conforme a sus caminos y conforme a sus obras los juzgué.
20 Y entrados a los gentiles adonde fueron, profanaron mi santo Nombre, diciéndose de ellos: Estos son pueblo del SEÑOR, y de la tierra de él han salido.
21 Y he tenido dolor al ver mi santo Nombre profanado por la Casa de Israel entre los gentiles adonde fueron.
22 Por tanto, di a la Casa de Israel: Así dijo el Señor DIOS: No lo hago por vosotros, oh Casa de Israel, sino por causa de mi santo Nombre, el cual profanasteis vosotros entre los gentiles adonde habéis llegado.
23 Y santificaré mi grande Nombre profanado entre los gentiles, el cual profanasteis vosotros en medio de ellos; y sabrán los gentiles que yo soy el SEÑOR, dijo el Señor DIOS, cuando fuere santificado en vosotros delante de sus ojos.
24 Y yo os tomaré de los gentiles, y os juntaré de todas las tierras, y os traeré a vuestra tierra.
25 Y esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os limpiaré.
26 Y os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré corazón de carne.
27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis mandamientos, y guardéis mis derechos, y los pongáis por obra.
28 Y habitaréis en la tierra que di a vuestros padres; y vosotros me seréis por pueblo, y yo seré a vosotros por Dios.
29 Y os guardaré de todas vuestras inmundicias; y llamaré al trigo, y lo multiplicaré, y no os daré hambre.
30 Multiplicaré asimismo el fruto de los árboles, y el fruto de los campos, para que nunca más recibáis oprobio de hambre entre los gentiles.
31 Y os acordaréis de vuestros malos caminos, y de vuestras obras que no fueron buenas; y os avergonzaréis de vosotros mismos por vuestras iniquidades, y por vuestras abominaciones.
32 No lo hago por vosotros, dijo el Señor DIOS, sabedlo bien; avergonzaos y confundios de vuestros caminos, Casa de Israel.
33 Así dijo el Señor DIOS: El día que os limpiare de todas vuestras iniquidades, haré también habitar las ciudades, y las asoladas serán edificadas.
34 Y la tierra asolada será labrada, en lugar de haber sido asolada en ojos de todos los que pasaron;
35 los cuales dijeron: Esta tierra asolada fue como huerto del Edén; y estas ciudades desiertas y asoladas y arruinadas, fortalecidas estuvieron.
36 Y los gentiles que fueron dejados en vuestros alrededores, sabrán que yo, el SEÑOR, edifiqué las derribadas, y planté las asoladas; yo, el SEÑOR, he hablado, y lo haré.
37 Así dijo el Señor DIOS: Aún seré solicitado de la Casa de Israel, para hacerles esto; los multiplicaré de hombres a modo de rebaños.
38 Como las ovejas santas, como las ovejas de Jerusalén en sus solemnidades, así las ciudades desiertas serán llenas de rebaños de hombres; y sabrán que yo soy el SEÑOR.
37 Y la mano del SEÑOR fue sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio de un campo que estaba lleno de huesos.
2 Y me hizo pasar cerca de ellos por todo alrededor; y he aquí que eran muchísimos sobre la faz del campo, y por cierto secos en gran manera.
3 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor DIOS, tú lo sabes.
4 Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd Palabra del SEÑOR.
5 Así dijo el Señor DIOS a estos huesos: He aquí, yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis.
6 Y pondré nervios sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que yo soy el SEÑOR.
7 Profeticé, pues, como me fue mandado; y hubo un estruendo mientras yo profetizaba, y he aquí un temblor; y los huesos acercaron cada hueso a su hueso.
8 Y miré, y he aquí nervios sobre ellos, y la carne subió, y la piel cubrió por encima de ellos; mas no había en ellos espíritu.
9 Y me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: Así dijo el Señor DIOS: Espíritu, ven de los cuatro vientos, y sopla sobre estos muertos, y vivirán.
10 Y profeticé como me había mandado, y entró espíritu en ellos, y vivieron, y estuvieron sobre sus pies, un ejército grande en extremo.
11 Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la Casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y en nosotros mismos somos del todo talados.
12 Por tanto, profetiza, y diles: Así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo abro vuestros sepulcros, y os haré subir de vuestras sepulturas, pueblo mío, y os traeré a la tierra de Israel.
13 Y sabréis que yo soy el SEÑOR, cuando abriere vuestros sepulcros, y os sacare de vuestras sepulturas, pueblo mío.
14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y yo os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo, el SEÑOR, hablé, y lo hice, dijo el SEÑOR.
15 Y vino Palabra del SEÑOR a mí, diciendo:
16 Tú, hijo de hombre, tómate ahora un palo, y escribe en él: A Judá, y a los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: A José, palo de Efraín, y a toda la Casa de Israel sus compañeros.
17 Júntalos luego el uno con el otro, para que sean en uno, y serán uno en tu mano.
18 Y cuando te hablaren los hijos de tu pueblo, diciendo: ¿No nos enseñarás qué te significan estas cosas?
19 Diles: Así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y yo los pondré con él, con el palo de Judá, y los haré un palo, y serán uno en mi mano.
20 Y los palos sobre los que escribieres, estarán en tu mano delante de sus ojos;
21 y les dirás: Así dijo el Señor DIOS: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre los gentiles a los cuales fueron, y los juntaré de todas partes, y los traeré a su tierra;
22 y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos;
23 nunca más se contaminarán con sus ídolos, y con sus abominaciones, y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus habitaciones en las cuales pecaron, y yo los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios.
24 Y mi esclavo David será rey sobre ellos, y a todos ellos será un pastor; y andarán en mis derechos, y mis ordenanzas guardarán, y las pondrán por obra.
25 Y habitarán en la tierra que di a mi esclavo Jacob, en la cual habitaron vuestros padres, en ella habitarán ellos, y sus hijos, y los hijos de sus hijos para siempre; y mi esclavo David les será príncipe para siempre.
26 Y concertaré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y yo los plantaré, y los multiplicaré, y pondré mi Santuario entre ellos para siempre.
27 Y estará en ellos mi Tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.
28 Y sabrán los gentiles que yo, el SEÑOR, santifico a Israel, estando mi Santuario entre ellos para siempre.
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