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Chronological

Read the Bible in the chronological order in which its stories and events occurred.
Duration: 365 days
Biblia del Jubileo (JBS)
Version
Isaías 54-58

54 Alégrate, oh estéril, la que no daba a luz: levanta canción, y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más serán los hijos de la dejada, que los de la casada, dijo el SEÑOR.

Ensancha el sitio de tu cabaña, y las cortinas de tus tiendas sean extendidas, no seas escasa; alarga tus cuerdas, y fortifica tus estacas.

Porque a la mano derecha y a la mano izquierda has de crecer; y tu simiente heredará gentiles, y habitarán las ciudades asoladas.

No temas, que no serás avergonzada; y no te avergüences, que no serás afrentada; antes te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no tendrás más memoria.

Porque tu marido será tu Hacedor; el SEÑOR de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel, Dios de toda la tierra será llamado.

Porque como a mujer dejada y triste de espíritu te llamó el SEÑOR; y como a mujer joven que es repudiada, dijo el Dios tuyo.

Por un pequeño momento te dejé; mas te recogeré con grandes misericordias.

Con un poco de ira escondí mi rostro de ti por un momento; mas con misericordia eterna tendré compasión de ti, dijo tu Redentor, el SEÑOR.

Porque esto me será como las aguas de Noé, que juré que nunca más las aguas de Noé pasarían sobre la tierra; así también juré que no me enojaré mas contra ti, ni te reprenderé.

10 Porque los montes se moverán, y los collados temblarán; mas no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz vacilará, dijo el SEÑOR, el que tiene misericordia de ti.

11 Pobre, fatigada con tempestad, sin consuelo, he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo; y sobre zafiros te fundaré.

12 Tus ventanas pondré de piedras preciosas, tus puertas de piedras de carbunclo, y todo tu término de piedras de gran precio.

13 Y todos tus hijos serán enseñados del SEÑOR; y multiplicará la paz de tus hijos.

14 Con justicia serás adornada; estarás lejos de opresión, porque no la temerás; y de temor, porque no se acercará a ti.

15 Si alguno conspirare contra ti, será sin mí; el que contra ti conspirare, delante de ti caerá.

16 He aquí que yo crié al herrero, que sopla las ascuas en el fuego, y que saca la herramienta para su obra; y yo crié al destruidor para destruir.

17 Toda herramienta que fuere fabricada contra ti, no prosperará; y tú condenarás toda lengua que se levantare contra ti en juicio. Esta es la heredad de los esclavos del SEÑOR, y su justicia de por mí, dijo el SEÑOR.

55 A todos los sedientos: Venid a las aguas. Y los que no tienen dinero, venid, comprad, y comed. Venid, comprad, sin dinero y sin precio, vino y leche.

¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien; y se deleitará vuestra alma con grosura.

Inclinad vuestros oídos, y venid a mí; oíd, y vivirá vuestra alma. Y haré con vosotros pacto eterno, las misericordias firmes a David.

He aquí, que yo lo di por testigo a los pueblos, por capitán y por maestro a los pueblos.

He aquí, que llamarás a gente que no conociste; y gentiles que no te conocieron correrán a ti, por causa del SEÑOR tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado.

Buscad al SEÑOR, mientras se halla; llamadle en tanto que está cercano.

Deje el impío su camino; y el varón inicuo, sus pensamientos; y vuélvase al SEÑOR, el cual tendrá de él misericordia; y al Dios nuestro, el cual será grande en perdonar.

Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos; ni vuestros caminos, como mis caminos, dijo el SEÑOR.

Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

10 Porque como desciende de los cielos la lluvia, y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace engendrar, y producir, y da simiente al que siembra, y pan al que come;

11 así será mi Palabra que sale de mi boca: no volverá a mí vacía, mas hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.

12 Porque con alegría saldréis, y con paz seréis vueltos; los montes y los collados levantarán canción delante de vosotros, y todos los árboles del campo os aplaudirán con las manos.

13 En lugar de la zarza crecerá haya; y en lugar de la ortiga crecerá arrayán; y será al SEÑOR por nombre, por señal eterna que nunca será raída.

56 Así dijo el SEÑOR: Guardad derecho, y haced justicia; porque cercana está mi salud para venir, y mi justicia para manifestarse.

Bienaventurado el hombre, que esto hiciere; y el hijo del hombre, que esto abrazare; que guarda el sábado de contaminarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.

Y el hijo del extranjero, allegado al SEÑOR, no hable diciendo: Me apartará totalmente el SEÑOR de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí yo soy árbol seco.

Porque así dijo el SEÑOR a los eunucos que guardaren mis sábados, y escogieren lo que yo quiero, y abrazaren mi pacto:

Yo les daré lugar en mi casa, y dentro de mis muros, y nombre, mejor que a los hijos y a las hijas; nombre perpetuo les daré que nunca perecerá.

Y a los hijos de los extranjeros, que se allegaren al SEÑOR, para ministrarle, y que amaren el nombre del SEÑOR, para ser sus esclavos; todos los que guardaren el Sábado de contaminarlo, y abrazaren mi Pacto,

yo los llevaré al monte de mi santidad; y los recrearé en la Casa de mi oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán aceptos sobre mi altar; porque mi Casa, Casa de oración será llamada de todos los pueblos.

Dice el Señor DIOS, el que junta los echados de Israel, Aun juntaré sobre él sus ayuntados.

Todas las bestias del campo, todas las bestias del monte, venid a devorar.

10 Sus atalayas son ciegos; todos ellos son ignorantes; todos ellos son perros mudos, no pueden ladrar; dormidos, echados, aman el dormir.

11 Y esos perros ansiosos son insaciables; y los mismos pastores no supieron entender; todos ellos miran a sus caminos, cada uno a su provecho, cada uno por su cabo.

12 Venid, dicen, tomaré vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como éste, o mucho más excelente.

57 Perece el justo, y no hay quien eche de ver; y los misericordiosos son recogidos, y no hay quien entienda que delante de la aflicción es recogido el justo.

Vendrá la paz, descansarán sobre sus camas todos los que andan delante de él.

Y vosotros, llegaos acá, hijos de la agorera; generación del adúltero y de la fornicaria.

¿De quién os habéis burlado? ¿Contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa,

que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol umbroso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?

En las pulimentadas piedras del valle está tu parte; ellas, ellas son tu suerte; y a ellas derramaste libación, y ofreciste presente. ¿No me he de vengar de estas cosas?

Sobre el monte alto y empinado pusiste tu cama; allí también subiste a hacer sacrificio.

Y tras la puerta y el umbral pusiste tu recuerdo; porque a otro y no a mí te descubriste, y subiste, y ensanchaste tu cama, e hiciste con ellos alianza; amaste su cama dondequiera que la veías.

Y fuiste al rey con ungüento, y multiplicaste tus perfumes, y enviaste tus embajadores lejos, y te abatiste hasta el Seol.

10 En la multitud de tus caminos te cansaste; mas no dijiste: No hay remedio; hallaste lo que buscabas, por tanto no te arrepentiste.

11 ¿Y a quién reverenciaste y temiste? ¿Por qué mientes; que no te has acordado de mí, ni te vino al pensamiento? ¿No he disimulado desde tiempos antiguos, y nunca me has temido?

12 Yo publicaré tu justicia y tus obras, que no te aprovecharán.

13 Cuando clamares, líbrente tus allegados; pero a todos ellos llevará el viento, los tomará la vanidad; mas el que en mí espera, tendrá la tierra por heredad, y poseerá el Monte de mi santidad.

14 Y dirá: Allanad, allanad; barred el camino; quitad los tropiezos del camino de mi pueblo.

15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita en eternidad, y cuyo nombre es El Santo, que tengo por morada la altura y la santidad; y con el quebrantado y abatido de espíritu habito, para hacer vivir el espíritu de los abatidos, y para hacer vivir el corazón de los quebrantados.

16 Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; porque el espíritu por mí vistió el cuerpo, y yo hice las almas.

17 Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí; escondí mi rostro y me ensañé; y fue él rebelde por el camino de su corazón.

18 Miré sus caminos, y le sanaré, y le pastorearé, y le daré consolaciones, a él y a sus enlutados.

19 Crío fruto de labios, paz; paz al lejano y al cercano, dijo el SEÑOR, y le sanó.

20 Mas los impíos, son como el mar en tempestad, que no puede reposar; y sus aguas arrojan cieno y lodo.

21 No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos.

58 Clama a alta voz, no te detengas; alza tu voz como shofar, y predicad a mi pueblo su rebelión; y a la casa de Jacob su pecado.

Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que hubiera obrado justicia, y que no hubiera dejado el derecho de su Dios; me piden derechos de justicia, y quieren acercarse a Dios.

¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso? ¿Humillamos nuestras almas, y no lo supiste? He aquí que en el día de vuestro ayuno halláis lo que queréis; y todos demandáis vuestras haciendas.

He aquí que para contiendas y debates ayunáis, y para herir con el puño inicuamente. No ayunéis como hasta aquí, para que vuestra voz sea oída en lo alto.

¿Es tal el ayuno que yo escogí? ¿Para que el hombre aflija su alma? ¿Que encorve su cabeza, como junco; y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día agradable al SEÑOR?

¿No es antes el ayuno que yo escogí, desatar los líos de impiedad, deshacer los haces de opresión, y soltar libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo?

Que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes metas en casa; que cuando vieres al desnudo, lo cubras; y no te escondas de tu hermano.

Entonces nacerá tu luz, como el alba; y tu sanidad reverdecerá presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del SEÑOR te recogerá.

Entonces invocarás, y oirás al SEÑOR; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de ti el yugo, el extender el dedo, y hablar vanidad:

10 Y si derramares tu alma al hambriento, y saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el mediodía;

11 y el SEÑOR te pastoreará siempre, y en las sequías saciará tu alma, y engordará tus huesos; y serás como huerta de riego, y como manadero de aguas, cuyas aguas nunca faltan.

12 Y edificarán de ti los desiertos antiguos, los cimientos caídos de generación y generación levantarás; y serás llamado Reparador de portillos, Restaurador de calzadas para habitar.

13 Si retrajeres del sábado tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y al sábado llamares delicias, santo, glorioso día del SEÑOR, y lo venerares no haciendo tus caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras.

14 Entonces te deleitarás en el SEÑOR: y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te haré comer la heredad de Jacob tu padre, porque la boca del SEÑOR ha hablado.

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