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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 5-6

Plegaria pidiendo protección

Al músico principal; sobre Nehilot. Salmo de David.

Escucha, oh Jehová, mis palabras;
Considera mi lamento.
Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,
Porque a ti oraré.
Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.

Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;
El malo no habitará junto a ti.
Los insensatos no estarán delante de tus ojos;
Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
Destruirás a los que hablan mentira;
Al hombre sanguinario y engañador le abominará Jehová.

Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu casa;
En tu santo templo me postraré, lleno de tu temor.
Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;
Allana tu camino delante de mí.

Porque en la boca de ellos no hay sinceridad;
Sus entrañas son maldad,
Sepulcro abierto es su garganta,
Con su lengua hablan lisonjas.
10 Castígalos, oh Dios;
Caigan por sus mismos planes;
Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera,
Porque se rebelaron contra ti.

11 Pero alégrense todos los que en ti confían;
Den voces de júbilo para siempre, porque tú los defiendes;
En ti se regocijen los que aman tu nombre.

12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
Como con un escudo lo rodearás de tu favor.

Oración pidiendo misericordia en tiempo de tribulación

Al músico principal; en Neginot, sobre Seminit. Salmo de David.

Jehová, no me reprendas en tu enojo,
Ni me castigues con tu ira.
Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque desfallezco;
Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen.
Mi alma también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?

Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia.
Porque en la muerte no queda recuerdo de ti;
En el Seol, ¿quién te alabará?

Me he consumido a fuerza de gemir;
Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas.
Mis ojos están gastados de sufrir;
Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.

Apartaos de mí, todos los hacedores de iniquidad;
Porque Jehová ha oído la voz de mi llanto.
Jehová ha escuchado mi ruego;
Ha acogido Jehová mi oración.

10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;
Retrocederán y serán avergonzados de repente.

Salmos 10-11

Audacia e impiedad de los malvados

10 ¿Por qué estás lejos, oh Jehová,
Y te escondes en el tiempo de la tribulación?
Con arrogancia el malo persigue al pobre;
Queda atrapado en la trama que le ha urdido.

Porque el malo se jacta de los antojos de su alma,
El codicioso maldice, y desprecia a Jehová.
El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

Sus caminos son torcidos en todo tiempo;
Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia.
Dice en su corazón: No seré inquietado jamás;
Nunca me alcanzará el infortunio.

Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad.
Se sienta en acecho cerca de las aldeas;
Para matar a escondidas al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido;
Acecha en oculto, como el león desde su cueva;
Acecha para arrebatar al pobre;
Atrapa al desdichado atrayéndolo a su red.

10 Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos infelices.
11 Dice en su corazón: Dios se ha olvidado;
Tiene tapado su rostro; nunca lo verá.

12 Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano;
No te olvides de los pobres.
13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios?
En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.

14 Tú lo has visto; porque miras los trabajos y la vejación, para dar la recompensa con tu mano;
A ti se acoge el desvalido;
Tú eres el amparo del huérfano.

15 Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que desaparezca.
16 Jehová es Rey eternamente para siempre;
De su tierra han sido barridos los gentiles.

17 El deseo de los humildes escuchas, oh Jehová;
Tú confortas su corazón, y tienes atento tu oído,
18 Para hacer justicia al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a infundir terror el hombre hecho de arcilla.

La confianza del justo

Al músico principal. Salmo de David.

11 En Jehová he confiado;
¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave?
Porque he aquí, los malos tensan el arco,
Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear desde la sombra a los rectos de corazón.
Si se socavan los fundamentos,
¿Qué podrá hacer el justo?

Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono;
Sus ojos ven, sus párpados escudriñan a los hijos de los hombres.
Jehová prueba al justo y al impío;
Su alma aborrece al que ama la violencia.
Sobre los malos hará llover calamidades;
Fuego, azufre y viento abrasador será la porción del cáliz de ellos.
Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
Los rectos contemplarán su rostro.

Isaías 1:21-31

Lamento sobre Jerusalén

21 ¡Cómo se ha convertido en ramera la ciudad fiel! Llena estaba de justicia, en ella habitaba la equidad; pero ahora, los homicidas.

22 Tu plata se ha convertido en escorias, tu vino está mezclado con agua.

23 Tus príncipes, rebeldes y compañeros de ladrones; todos aman el soborno, y van tras las recompensas; no hacen justicia al huérfano, ni llega a ellos la causa de la viuda.

24 Por tanto, dice el Señor, Jehová de los ejércitos, el Fuerte de Israel: Ea, tomaré satisfacción de mis adversarios, me vengaré de mis enemigos;

25 y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todas tus impurezas.

26 Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel.

27 Sión será rescatada con justicia, y los convertidos de ella con rectitud.

28 Pero los rebeldes y pecadores a una serán quebrantados, y los que dejan a Jehová serán consumidos.

29 Porque se avergonzarán de las encinas que amasteis, y os afrentarán los huertos que escogisteis.

30 Porque seréis como encina a la que se le cae la hoja, y como huerto al que le faltan las aguas.

31 Y el hombre fuerte será como estopa, y su trabajo, como centella; y ambos serán encendidos juntamente, y no habrá quien apague.

1 Tesalonicenses 2:1-12

Ministerio de Pablo en Tesalónica

Porque vosotros mismos sabéis, hermanos, que nuestra visita a vosotros no resultó vana;

pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición.

Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño,

sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones.

Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni de pretexto para lucrarnos; Dios es testigo;

ni buscamos gloria de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo;

sino que fuimos amables entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos.

Tan grande es nuestro afecto por vosotros, que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque habéis llegado a sernos muy queridos.

Porque os acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.

10 Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con vosotros los creyentes;

11 así como también sabéis de qué modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros,

12 y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.

Lucas 20:9-18

Los labradores malvados

Comenzó luego a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, la arrendó a unos labradores, y se ausentó por mucho tiempo.

10 Y a su tiempo, envió un siervo a los labradores, para que le diesen del fruto de la viña; pero los labradores le golpearon, y le enviaron con las manos vacías.

11 Volvió a enviar otro siervo; mas ellos a éste también, después de golpearle y afrentarle, le enviaron con las manos vacías.

12 Volvió a enviar un tercer siervo; mas ellos también a éste le hirieron y le echaron fuera.

13 Entonces el señor de la viña dijo: ¿Qué haré? Enviaré a mi hijo amado; quizá cuando le vean a él, le tendrán respeto.

14 Mas los labradores, al verle, razonaban entre sí, diciendo: Éste es el heredero; venid, matémosle, para que la heredad sea nuestra.

15 Y le echaron fuera de la viña, y le mataron. ¿Qué, pues, les hará el señor de la viña?

16 Vendrá y destruirá a estos labradores, y dará su viña a otros. Cuando ellos oyeron esto, dijeron: ¡Que no suceda tal cosa!

17 Pero él, mirándolos fijamente, dijo: ¿Qué es, pues, esto que está escrito:

La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser piedra angular?

18 Todo el que caiga sobre aquella piedra, será quebrantado; mas sobre quien ella caiga, le desmenuzará.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.