Book of Common Prayer
Gracias, Señor
Al director. Al compás de «No destruyas». Canción de Asaf. Canto.
1 Te agradecemos, oh Dios;
te damos gracias, pues estás cerca,
y la gente habla de las maravillas que haces.
2 Tú dices: «En el momento adecuado,
voy a juzgar con justicia.
3 Cuando la tierra y todo lo que hay en ella tiemblan
y están a punto de caer,
yo soy quien les devuelvo la fuerza». Selah
4 Les digo a los orgullosos: «No sean presumidos».
A los malos les digo: «No sean arrogantes;
5 no se las den de fuertes,
ni sean testarudos».
6 La importancia que uno tiene no viene del oriente,
ni del occidente ni del desierto;
7 Dios es el único capaz de juzgar;
a unos los humilla y a otros les da importancia.
8 El SEÑOR tiene en su mano una copa
llena de vino espumoso mezclado con especias.
Cuando lo derrame,
todos los perversos de la tierra beberán
hasta la última gota.
9 Siempre estaré celebrando;
cantaré alabanzas al Dios de Jacob.
10 Dios dice: «Le quitaré el poder a los perversos
y se lo aumentaré a los justos».
La gente te respeta
Al director, con instrumentos de cuerda. Canción de Asaf. Canto.
1 El pueblo de Judá conoce muy bien a Dios;
el pueblo de Israel respeta su nombre.
2 Su templo está en Salem[a];
su casa está en el monte Sion.
3 Allí destruyó las flechas encendidas,
los escudos, las espadas y las armas de guerra. Selah
4 Tú mostraste toda tu gloria,
que es más grande que las montañas eternas.
5 Esos soldados que se creían tan fuertes quedaron despojados
y duermen por última vez;
no pudieron levantar ni un dedo.
6 El Dios de Jacob reprendió al enemigo;
tanto el jinete como el caballo quedaron paralizados.
7 ¡Dios mío, tú eres temible!
¿Quién puede enfrentarte cuando te enojas?
8 Desde el cielo, diste a conocer tu veredicto;
y la tierra, toda asustada, se quedó en silencio
9 cuando decidiste levantarte para hacer lo que es justo
y salvar a la gente pobre y oprimida de la tierra. Selah
10 La gente te respeta
cuando castigas a los malos.
Tú muestras tu furia,
y los que sobreviven[b] a ella te alabarán en un festival.[c]
11 Háganle promesas al SEÑOR su Dios y cúmplanlas.
Todos los que están alrededor de él,
traigan ofrendas al Temible.
12 Dios vence a los grandes líderes del mundo;
los reyes de la tierra le temen.
El Señor es mi pastor
Canción de David.
1 El SEÑOR es mi pastor,
nada me falta.
2 Me lleva a descansar a prados verdes,
y me conduce a manantiales de agua fresca.
3 Él me da nueva vida.
Me lleva por buenos caminos
para mostrarme lo bondadoso que es.
4 Aunque pase por caminos oscuros y tenebrosos,
no tendré miedo,
porque tú estás a mi lado;
tu vara y tu bastón me reconfortan.
5 Me preparaste un banquete
delante de mis enemigos;
ungiste mi cabeza con aceite,
has llenado mi copa hasta rebosar.
6 Tu bondad y tu fiel amor estarán conmigo toda la vida;
entraré a la casa del SEÑOR
y allí me quedaré siempre.
El Señor cuida de mí
Canción de David.
1 El SEÑOR es mi luz y mi salvación.
¿A quién podría yo temerle?
El SEÑOR es la fortaleza de mi vida,
así que no le temo a nadie.
2 Aunque los perversos me ataquen
y traten de destruirme,
aunque mis enemigos me ataquen,
serán ellos los que tropiecen y caigan.
3 No tendré miedo aunque todo un ejército me rodee.
Confiaré en Dios aunque me declaren la guerra.
4 Sólo una cosa le pido al SEÑOR;
esto es lo que más quiero:
habitar en la casa del SEÑOR
por el resto de mi vida.
Así podré disfrutar del placer de estar junto al SEÑOR
y visitarlo en su templo.
5 Cuando esté en peligro,
él me protegerá en su casa.
Él me esconderá bajo su techo,
me llevará a un lugar seguro.
6 El SEÑOR me ayudará a derrotar
a los enemigos que me rodean.
Así con alegría podré ofrecerle sacrificios en su templo
y cantar en su honor.
7 SEÑOR, escucha mi llamado,
ten compasión de mí y contéstame.
8 SEÑOR, de todo corazón quiero conversar contigo
y aquí estoy para adorarte.
9 No te alejes de mí,
no ignores a tu servidor.
Dios mío, tú eres mi Salvador.
¡No me dejes solo,
no me abandones!
10 Aunque mis padres me abandonen,
el SEÑOR se encargará de mí.
11 SEÑOR, enséñame a vivir como tú quieres.
Guíame por el camino seguro;
ayúdame porque tengo muchos enemigos.
12 No permitas que mis enemigos me derroten,
porque son muchos los que dicen mentiras de mí
y tratan de hacerme daño.
13 Yo, en cambio, espero disfrutar
de la bondad del SEÑOR mientras viva.
14 Mientras aguardan,
confíen en el SEÑOR.
Sean fuertes y valientes,
y esperen que el SEÑOR les ayudará.
Fiesta de las Trompetas
23 El SEÑOR le dijo a Moisés: 24 «Diles a los israelitas que en el primer día del séptimo mes ustedes celebrarán un día de descanso y una asamblea santa de conmemoración, con toque de trompeta. 25 No se trabajará ese día y le presentarán al SEÑOR una ofrenda».
Día del Perdón
26 El SEÑOR le dijo a Moisés: 27 «El día del Perdón será el décimo día del séptimo mes. Tendrán una asamblea santa, ayunarán y le presentarán al SEÑOR una ofrenda que se quema. 28 No se trabajará ese día porque es el día del Perdón, para purificarlos ante el SEÑOR su Dios.
29 »El que no ayune ese día será separado de la comunidad. 30 Yo mismo destruiré al que trabaje ese día y lo echaré de la comunidad. 31 No harán ningún trabajo ese día. Esta será una ley permanente dondequiera que ustedes vivan. 32 Será un día de descanso y ayuno para ustedes. Ese día de descanso se empezará a celebrar desde el atardecer del día noveno del mes hasta el siguiente atardecer».
Fiesta de las Enramadas
33 El SEÑOR le dijo a Moisés: 34 «Dile al pueblo de Israel que el día 15 del séptimo mes empezará la fiesta de las Enramadas. Será una fiesta en honor al SEÑOR, que durará siete días. 35 El primer día se hará una asamblea santa y no se trabajará. 36 Durante siete días quemarán ofrendas al SEÑOR. El día octavo tendrán una asamblea santa y quemarán una ofrenda al SEÑOR. Es una asamblea santa muy importante en la que no se trabajará.
37 »Esos son los días que se han señalado como de fiesta al SEÑOR, en los que ustedes convocarán asambleas santas para quemar ofrendas al SEÑOR, presentar sacrificios que deben quemarse completamente, ofrendas de cereal, sacrificios y ofrendas de vino, según el día indicado. 38 Estas festividades son aparte de los días de descanso del SEÑOR, y las ofrendas son aparte de todas las ofrendas que ustedes den como pago de promesas y de las ofrendas voluntarias que ustedes den al SEÑOR.
39 »Así el día 15 del séptimo mes, después de que ustedes hayan hecho la cosecha, celebrarán la fiesta del SEÑOR por siete días. El primer y octavo día se descansará. 40 El primer día ustedes tomarán frutas cítricas, ramas de palma de árboles frondosos y sauces de río, y durante siete días celebrarán ante el SEÑOR. 41 Cada año celebren esta fiesta al SEÑOR el séptimo mes, por siete días. Será una ley permanente de generación en generación. 42 Vivirán en enramadas durante siete días; todo israelita de nacimiento vivirá en enramadas 43 para que sus descendientes sepan que yo hice vivir a los israelitas en enramadas cuando los saqué de Egipto, pues yo soy el SEÑOR su Dios».
44 Así fue que Moisés habló al pueblo sobre los días festivos en honor al SEÑOR.
Oren por nosotros
3 Ahora, hermanos, oren por nosotros para que el mensaje del Señor continúe dándose a conocer y para que la gente respete ese mensaje, así como lo hacen ustedes. 2 Oren también para que siempre estemos protegidos de la gente mala y perversa, porque no todos tienen fe en el Señor. 3 Pero el Señor es fiel y les dará fortaleza y protección contra el maligno. 4 Confiamos en el Señor que ustedes hacen lo que les decimos y que continuarán haciéndolo. 5 Que el Señor los ayude a entender el amor de Dios y la paciencia de Cristo.
La obligación de trabajar
6 Hermanos, por la autoridad que nuestro Señor Jesucristo nos ha dado, les ordenamos que se alejen de todo creyente que se niegue a trabajar. Porque los que se niegan a trabajar no están siguiendo las enseñanzas que les dimos. 7 Ustedes bien saben que deben seguir nuestro ejemplo, que no fuimos perezosos cuando estuvimos con ustedes. 8 Siempre pagamos la comida que nos dieron. Trabajamos mucho día y noche para no ser una carga para nadie. 9 Aunque teníamos el derecho de pedirles ayuda, siempre trabajamos para servirles de ejemplo. 10 Cuando estuvimos con ustedes, les dimos esta orden: «El que no trabaje, que no coma».
11 Hemos escuchado que algunos de ustedes no quieren trabajar y no se ocupan en nada; no se preocupan por trabajar, sino por estar pendientes de los demás. 12 A esos les ordenamos en el nombre del Señor Jesucristo que dejen de molestar a los demás y que se dediquen a trabajar para conseguir su comida y sustento. 13 Pero ustedes hermanos, nunca se den por vencidos de hacer el bien.
14 Si alguien no obedece lo que les decimos en esta carta, fíjense bien quién es y apártense de él para que le dé vergüenza. 15 Pero no lo traten como a un enemigo, más bien corríjanlo como a un hermano.
Palabras finales
16 Que el Señor de paz les dé paz en todo momento y de toda manera. Que el Señor esté con todos ustedes.
17 Como en todas mis cartas, yo, Pablo, escribo este saludo de mi puño y letra para demostrar que en realidad la carta es mía.
18 Que nuestro Señor Jesucristo los bendiga en abundancia a todos ustedes.
Los dos caminos
(Lc 13:24)
13 »Entren por la puerta angosta, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la destrucción. Mucha gente toma ese camino. 14 En cambio, la puerta que lleva a la verdadera vida es muy angosta, el camino muy duro y sólo unos pocos lo encuentran.
No se dejen engañar
(Lc 6:43-44; 13:25-27)
15 »Tengan cuidado con los falsos profetas, pues ellos están disfrazados de mansas ovejas, pero por dentro son lobos feroces. 16 Ustedes los reconocerán por la clase de fruto que den. El bien no viene de la gente mala, así como las uvas no se recogen de los espinos, ni los higos se recogen de los cardos. 17 De la misma manera, todo árbol bueno da fruto bueno, pero un árbol malo da fruto malo. 18 Un buen árbol no puede dar fruto malo ni tampoco un árbol malo puede dar fruto bueno. 19 Todo árbol que no dé fruto bueno, será cortado y echado al fuego. 20 Por eso digo que reconocerán a los falsos profetas por la clase de fruto que den.
21 »No todo el que afirma que yo soy su Señor entrará en el reino de Dios. Sólo entrará el que obedezca a mi Padre que está en el cielo.
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