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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 1-4

Libro I

El justo y los pecadores

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores,
Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.
Por tanto, no se erguirán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos conduce a la perdición.

El drama mesiánico

¿Por qué se amotinan las gentes,
Y los pueblos piensan cosas vanas?
Se levantan los reyes de la tierra,
Y los príncipes conspiran juntamente
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo:
Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros su yugo.

El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos.
Luego les hablará en su furor,
Y los turbará con su ira:
Yo mismo he ungido a mi rey
Sobre Sión, mi santo monte.

Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú;
Yo te he engendrado hoy.
Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra.
Los quebrantarás con cetro de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás.

10 Ahora, pues, oh reyes, sed sensatos;
Admitid amonestación, jueces de la tierra.
11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor.
12 Rendid pleitesía al Hijo, para que no se enoje, y perezcáis en el camino;
Pues se inflama de pronto su ira.

Bienaventurados todos los que en él confían.

Oración matutina de confianza en Dios

Salmo de David, cuando huía de delante de Absalón su hijo.

¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios!
Muchos son los que se levantan contra mí.
Muchos son los que dicen de mí:
No hay para él salvación en Dios.
Selah

Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza.
Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo.
Selah

Yo me acosté y dormí,
Y desperté, porque Jehová me sostenía.
No temeré a diez millares de gente,
Que pongan sitio contra mí.
Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste.

La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición.
Selah

Oración vespertina de confianza en Dios

Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración.

Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo volveréis mi honra en infamia,
Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?
Selah
Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí;
Jehová oirá cuando yo a él clame.
Temblad, y no pequéis;
Meditad en vuestro corazón estando en vuestra cama, y callad.
Selah
Ofreced sacrificios de justicia,
Y confiad en Jehová.

Muchos son los que dicen: ¿Quién nos mostrará el bien?
Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de tu rostro.
Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundan en grano y en mosto.

En paz me acostaré, y asimismo dormiré;
Porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado.

Salmos 7

Oración del justo perseguido

Lamentación de David, que cantó a Jehová acerca de las palabras de Cus hijo de Benjamín.

Jehová Dios mío, en ti he confiado;
Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,
No sea que desgarren mi alma cual león,
Y me destrocen sin que haya quien me libre.
Jehová Dios mío, si yo he hecho esto,
Si hay en mis manos iniquidad;
Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo
(Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo),
Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela;
Huelle en tierra mi vida,
Y mi honra ponga en el polvo.
Selah

Levántate, oh Jehová, en tu ira;
Álzate en contra de la furia de mis angustiadores,
Y apréstate a defenderme en el juicio que has convocado.
Te rodeará la congregación de las naciones,
Y sobre ella vuélvete a sentar en lo alto.
Jehová juzgará a los pueblos;
Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia,
Y conforme a mi integridad.

Que cese ya la maldad de los inicuos; afianza, en cambio, tú al justo;
Porque el Dios justo prueba la mente y el corazón.
10 Mi escudo está en Dios,
Que salva a los rectos de corazón.
11 Dios es juez justo,
Y Dios está airado contra el impío todos los días.

12 Si no se arrepiente, él afilará su espada;
Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado.
13 Asimismo ha preparado armas de muerte,
Y ha templado al fuego sus saetas.
14 He aquí, el impío concibió maldad,
Gestó iniquidad,
Y dio a luz fraude.
15 Pozo ha cavado, y ha ahondado;
Y en el hoyo que hizo caerá.
16 Su iniquidad se volverá sobre su cabeza,
Y su agravio caerá sobre su propia coronilla.

17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia,
Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo.

Isaías 1:10-20

Contra el formalismo religioso

10 Gobernantes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la instrucción de nuestro Dios, pueblo de Gomorra.

11 ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros sacrificios? Hastiado estoy de holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos.

12 ¿Quién demanda esto de vuestras manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios?

13 No me traigáis más vana ofrenda; el incienso me es abominación; novilunios y sábados, el convocar asamblea, no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes.

14 Vuestras lunas nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son gravosas; cansado estoy de soportarlas.

15 Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos.

16 Lavaos, limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;

17 aprended a hacer el bien; buscad la justicia, reprimid al opresor, defended la causa del huérfano, amparad a la viuda.

18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.

19 Si queréis y obedecéis, comeréis el bien de la tierra;

20 si rehusáis y sois rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho.

1 Tesalonicenses 1

Saludo

Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz sean a vosotros, de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Fe y ejemplo de los tesalonicenses

Damos siempre gracias a Dios por todos vosotros, haciendo memoria de vosotros en nuestras oraciones,

acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo,

sabiendo, hermanos amados de Dios, vuestra elección;

pues nuestro evangelio no llegó a vosotros solamente en palabras, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis qué clase de personas fuimos entre vosotros por amor a vosotros.

Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,

de tal manera que habéis llegado a ser un modelo para todos los de Macedonia y de Acaya que son creyentes.

Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe para con Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada;

porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis a Dios abandonando los ídolos, para servir al Dios vivo y verdadero,

10 y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera.

Lucas 20:1-8

La autoridad de Jesucristo

20 Sucedió un día, cuando estaba él enseñando al pueblo en el templo, y anunciando el evangelio, que se llegaron a él los principales sacerdotes y los escribas, con los ancianos,

y le hablaron diciendo: Dinos: ¿con qué autoridad haces estas cosas?; ¿o quién es el que te ha dado esta autoridad?

Respondiendo él, les dijo: Os haré yo también una pregunta; decidme:

El bautismo de Juan, ¿era del cielo, o de los hombres?

Entonces ellos razonaban entre sí, diciendo: Si decimos, del cielo, dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?

Y si decimos, de los hombres, todo el pueblo nos apedreará; porque están persuadidos de que Juan era profeta.

Y respondieron que no sabían de dónde.

Entonces Jesús les dijo: Yo tampoco os digo con qué autoridad hago estas cosas.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.