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Book of Common Prayer

Daily Old and New Testament readings based on the Book of Common Prayer.
Duration: 861 days
Reina Valera Revisada (RVR1977)
Version
Salmos 8

La gloria de Dios creador

Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de David.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra!
Has puesto tu gloria sobre los cielos;
Por boca de los niños y de los que maman, afirmas tu fortaleza frente a tus adversarios,
Para hacer callar al enemigo y al rebelde.

Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste,
Digo: ¿Qué es el hombre, para que de él te acuerdes,
Y el hijo del hombre, para que cuides de él?

Le has hecho un poco inferior a los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste bajo sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y aun las bestias salvajes,
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto surca las sendas de las aguas.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

Salmos 148

Exhortación a la creación, para que alabe a Jehová

Aleluya.

148 Alabad a Jehová desde los cielos;
Alabadle en las alturas.
Alabadle, vosotros todos sus ángeles;
Alabadle, vosotras todas sus huestes.

Alabadle, sol y luna;
Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.
Alabadle, cielos de los cielos,
Y las aguas que están sobre los cielos.

Alaben el nombre de Jehová;
Porque él lo mandó, y fueron creados.
Los estableció eternamente y para siempre;
Les puso ley que no será quebrantada.

Alabad a Jehová desde la tierra,
Los monstruos marinos y todos los abismos;
El fuego y el granizo, la nieve y la niebla,
El viento de tempestad que ejecuta su palabra;

Los montes y todos los collados,
El árbol de fruto y todos los cedros;
10 Los animales salvajes y los domésticos,
Reptiles y volátiles;

11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos,
Los príncipes y todos los jueces de la tierra;
12 Los jóvenes y también las doncellas,
Los ancianos y los niños.

13 Alaben el nombre de Jehová,
Porque sólo su nombre es sublime.
Su gloria es sobre tierra y cielos.
14 Él ha exaltado el poderío de su pueblo;
Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel,
El pueblo a él cercano.
Aleluya.

Job 38:1-7

Jehová convence a Job de su ignorancia

38 Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo:

¿Quién es ése que oscurece el consejo
Con palabras sin sabiduría?
Ahora ciñe, como un luchador, tus lomos;
Yo te preguntaré, y tú me contestarás.

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.
¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?
¿Sobre qué están fundadas sus basas?
¿O quién puso su piedra angular,
Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?

Hebreos 1

Cristo, plenitud de la revelación

Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas,

en estos últimos días nos ha hablado en el Hijo, a quien designó heredero de todo, por medio del cual hizo también el universo;

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la fiel representación de su ser real, y el que sostiene todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

hecho tanto superior a los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.

El Hijo, superior a los ángeles

Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:

Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy,

y otra vez:

Yo seré a él Padre,
Y él me será a mí hijo?
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo, dice:
Adórenle todos los ángeles de Dios.
Ciertamente de los ángeles dice:
El que hace a sus ángeles espíritus,
Y a sus ministros llama de fuego.
Mas del Hijo dice:
Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo;
Cetro de equidad es el cetro de tu reino.
Has amado la justicia, y aborrecido la maldad,
Por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.
10 Y:
Tú, oh Señor, en el principio pusiste los fundamentos de la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.
11 Ellos perecerán, mas tú permaneces;
Y todos ellos se envejecerán como una vestidura,
12 Y como un manto los enrollarás, y serán cambiados;
Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán.
13 Y, ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies?
14 ¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que van a heredar la salvación?

Salmos 34

La protección divina

Salmo de David, cuando mudó su semblante delante de Abimelec, y él lo echó, y se fue.

34 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca.
En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán.
Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre.

Busqué a Jehová, y él me escuchó,
Y me libró de todos mis temores.
Los que miraron hacia él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados.
Este pobre clamó, y le escuchó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen,
Y los defiende.
Gustad, y ved cuán bueno es Jehová;
Dichoso el hombre que confía en él.
Temed a Jehová, vosotros sus santos,
Pues nada falta a los que le temen.
10 Los potentados se empobrecen, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.

11 Venid, hijos, oídme;
En el temor de Jehová os instruiré.
12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
Que busca muchos días para ver el bien?
13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.
14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y corre tras ella.

15 Los ojos de Jehová están sobre los justos,
Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos.
17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias.
18 Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón;
Y salva a los contritos de espíritu.

19 Muchas son las aflicciones del justo,
Pero de todas ellas le librará Jehová.
20 Él guarda todos sus huesos;
Ni uno de ellos será quebrantado.
21 Matará al malo la maldad,
Y los que aborrecen al justo serán condenados.
22 Jehová redime el alma de sus siervos,
Y no serán condenados cuantos en él confían.

Salmos 150

Exhortación a alabar a Dios con instrumentos de música

Aleluya.

150 Alabad a Dios en su santuario;
Alabadle en el firmamento de su poder.
Alabadle por sus proezas;
Alabadle conforme a la inmensidad de su grandeza.

Alabadle al son de trompeta;
Alabadle con salterio y arpa.
Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con instrumentos de cuerda y con flautas.
Alabadle con címbalos retumbantes;
Alabadle con címbalos de júbilo.
Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya.

Salmos 104

Dios cuida de su creación

104 Bendice, alma mía, a Jehová.
Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido;
Te has vestido de gloria y de majestad.
El que se cubre de luz como de vestidura,
Que extiende los cielos como una cortina,
Que construye sus aposentos sobre las aguas,
El que pone las nubes por su carroza,
El que anda sobre las alas del viento;
El que hace a los vientos sus mensajeros,
Y a las llamas de fuego sus ministros.

Él fundó la tierra sobre sus cimientos;
No será jamás removida.
Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
Sobre los montes estaban las aguas.
A tu reprensión huyeron;
Al sonido de tu trueno se apresuraron;
Subieron los montes, descendieron los valles,
Al lugar que tú les señalaste.
Les pusiste un límite que no traspasarán,
Ni volverán a cubrir la tierra.

10 Tú eres el que saca de las fuentes los arroyos;
Se deslizan entre los montes;
11 Dan de beber a todas las bestias del campo;
Mitigan la sed de los asnos monteses.
12 A sus orillas habitan las aves de los cielos;
Cantan entre las ramas.
13 Él riega los montes desde las alturas;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

14 Él hace producir el heno para las bestias,
Y las plantas para el uso del hombre,
Para que saque el pan de la tierra,
15 Y el vino que alegra el corazón del hombre,
El aceite que hace brillar el rostro,
Y el pan que sustenta la vida del hombre.
16 Se llenan de savia los árboles de Jehová,
Los cedros del Líbano que él plantó.
17 Allí anidan las aves;
En su copa hace su casa la cigüeña.
18 Los riscos son para las cabras monteses;
Las peñas, madrigueras para los conejos.
19 Hizo la luna para marcar los tiempos;
El sol conoce su ocaso.
20 Traes las tinieblas, y se hace de noche;
En ella corretean todas las bestias de la selva.
21 Los leoncillos rugen tras la presa,
Reclamando a Dios su comida.
22 Sale el sol, se recogen,
Y se echan en sus guaridas.
23 Sale el hombre a su labor,
Y a su labranza hasta la tarde.

24 ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría;
La tierra está llena de tus criaturas.
25 He allí el grande y anchuroso mar,
En donde se mueven seres innumerables,
Seres pequeños y grandes.
26 Lo surcan las naves,
Y ese leviatán que hiciste para que retozase en él.

27 Todos ellos esperan en ti,
Para que les des su comida a su tiempo.
28 Se la das, y la atrapan;
Abres tu mano, y se sacian de bien.
29 Escondes tu rostro, y se espantan;
Les retiras el aliento, dejan de existir,
Y vuelven al polvo.
30 Envías tu soplo, y son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.

31 Sea la gloria de Jehová para siempre;
Alégrese Jehová en sus obras.
32 Él mira a la tierra, y ella tiembla;
Toca los montes, y humean.
33 A Jehová cantaré durante toda mi vida;
A mi Dios cantaré salmos mientras exista.
34 Que le sea agradable mi meditación;
Yo tengo mi gozo en Jehová.
35 Sean barridos de la tierra los pecadores,
Y los impíos dejen de existir.
Bendice, alma mía, a Jehová.
Aleluya.

Marcos 13:21-27

21 Entonces, si alguien os dice: Mira, aquí está el Cristo; o: Mira, allí está, no lo creáis.

22 Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas y harán señales y prodigios a fin de extraviar, de ser posible, a los elegidos.

23 Vosotros, pues, estad sobre aviso; os lo he dicho todo por anticipado.

La venida del Hijo del Hombre

24 Pero en esos días, después de aquella tribulación, el sol se oscurecerá y la luna no dará su resplandor;

25 las estrellas estarán cayendo del cielo, y los poderes que hay en los cielos serán sacudidos.

26 Y entonces verán al Hijo del Hombre que viene en las nubes con gran poder y gloria.

27 Entonces enviará a los ángeles, y reunirá de los cuatro vientos a sus elegidos, desde el extremo de la tierra hasta el extremo del cielo.

Reina Valera Revisada (RVR1977)

Texto bíblico tomado de La Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2017 por HarperCollins Christian Publishing® Usado con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.