Y todos ustedes, los que hayan matado a alguien o hayan tocado un cadáver deben permanecer fuera del campamento durante siete días. Purifíquense ustedes y sus prisioneros en el tercer día y en el séptimo.

Nuestros hijos y nuestras esposas, los rebaños y el ganado permanecerán aquí en las ciudades de Galaad.

La comunidad debe proteger al responsable de la muerte del vengador y debe escoltarlo para que regrese a vivir en la ciudad de refugio a la que huyó. Allí permanecerá hasta la muerte del sumo sacerdote, que fue ungido con el aceite sagrado.

No se permite que ninguna tierra se transfiera de una tribu a otra, ya que toda la tierra asignada a cada tribu debe permanecer dentro de la tribu a la que inicialmente fue concedida.

Sus esposas, hijos y animales pueden permanecer aquí, en la tierra que Moisés les asignó, al oriente del río Jordán; pero los guerreros fuertes, completamente armados, deben guiar a las otras tribus hasta el otro lado del Jordán para ayudarlas a conquistar su territorio. Quédense con sus hermanos

Ahora salga y felicite a sus tropas, porque si no lo hace, le juro por el Señor que ni uno solo de ellos permanecerá aquí esta noche. Entonces quedará peor que antes».

Construyó altares paganos dentro del templo del Señor, el lugar sobre el cual el Señor había dicho: «Mi nombre permanecerá en Jerusalén para siempre».

y salió al encuentro del rey Asa cuando este volvía de la batalla. «¡Escúcheme, Asa!—le gritó—. ¡Escuchen, todos ustedes de Judá y de Benjamín! ¡El Señor permanecerá con ustedes mientras ustedes permanezcan con él! Cada vez que lo busquen, lo encontrarán; pero si lo abandonan, él los abandonará a ustedes.

Temprano a la mañana siguiente, el ejército de Judá salió al desierto de Tecoa. De camino, el rey Josafat se detuvo y dijo: «¡Escúchenme, habitantes de Judá y de Jerusalén! Crean en el Señor su Dios y podrán permanecer firmes. Créanles a sus profetas y tendrán éxito».

Recuerden, solo los sacerdotes y los levitas de turno pueden entrar al templo del Señor, porque han sido separados como santos. El resto del pueblo deberá obedecer las instrucciones del Señor y permanecer fuera.

Construyó altares paganos dentro del templo del Señor, el lugar sobre el cual el Señor había dicho: «Mi nombre permanecerá en Jerusalén para siempre».

Se aferran a su hogar para sentirse seguros, pero esa seguridad no durará; intentan retenerla con firmeza, pero no permanecerá.

No durarán sus riquezas ni sus bienes permanecerán. Sus posesiones ya no se extenderán hasta el horizonte.

»La gente malvada se rebela contra la luz; se niega a reconocer los caminos de la luz y a permanecer en sus sendas.

¿Seguiré esperando ahora que se han quedado callados? ¿Permaneceré en silencio yo también?

Los que prestan dinero sin cobrar intereses y no aceptan sobornos para mentir acerca de un inocente. Esa gente permanecerá firme para siempre.

Aunque un ejército poderoso me rodee, mi corazón no temerá. Aunque me ataquen, permaneceré confiado.

La tumba es su hogar eterno, donde permanecerán para siempre. Podrán ponerle su propio nombre a sus propiedades,

No permitiré que los engañadores sirvan en mi casa, y los mentirosos no permanecerán en mi presencia.

Me negué a andar por cualquier mal camino, a fin de permanecer obediente a tu palabra.

La esencia misma de tus palabras es verdad; tus justas ordenanzas permanecerán para siempre.

Cántico para los peregrinos que suben a Jerusalén.

Los que confían en el Señor están seguros como el monte Sion; no serán vencidos, sino que permanecerán para siempre.

Pues solo los justos vivirán en la tierra y los íntegros permanecerán en ella.

Los malvados se enriquecen temporalmente, pero la recompensa de los justos permanecerá.

Babilonia nunca más volverá a ser habitada; permanecerá vacía de generación en generación. Los nómadas se negarán a acampar allí, y los pastores no llevarán a sus ovejas para que pasen la noche.