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que viendo los >hijos> >de> >Dios> que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.
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Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que se llegaron los >hijos> >de> >Dios> a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos. Estos fueron los valientes que desde la antigüedad fueron varones de renombre.
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Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los >hijos> >de> >Dios>, entre los cuales vino también Satanás.
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Aconteció que otro día vinieron los >hijos> >de> >Dios> para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos presentándose delante de Jehová.
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Cuando alababan todas las estrellas del alba, Y se regocijaban todos los >hijos> >de> >Dios>?
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Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados >hijos> >de> >Dios>.
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Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son >hijos> >de> >Dios>, al ser hijos de la resurrección.
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Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos >hijos> >de> >Dios>;
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y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los >hijos> >de> >Dios> que estaban dispersos.
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Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, estos son >hijos> >de> >Dios>.
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El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos >hijos> >de> >Dios>.
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Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los >hijos> >de> >Dios>.
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porque también la creación misma será libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los >hijos> >de> >Dios>.
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Esto es: No los que son hijos según la carne son los >hijos> >de> >Dios>, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.
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pues todos sois >hijos> >de> >Dios> por la fe en Cristo Jesús;
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para que seáis irreprensibles y sencillos, >hijos> >de> >Dios> sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo;
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>Hijos> >de> >Dios>
> Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados >hijos> >de> >Dios>; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
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Amados, ahora somos >hijos> >de> >Dios>, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
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En esto se manifiestan los >hijos> >de> >Dios>, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
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En esto conocemos que amamos a los >hijos> >de> >Dios>, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.