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Todo tiene su tiempo

Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso[a](A) bajo el cielo:

tiempo de nacer[b], y tiempo de morir(B);
tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
tiempo de matar(C), y tiempo de curar;
tiempo de derribar, y tiempo de edificar;
tiempo de llorar(D), y tiempo de reír(E);
tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar(F);
tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras;
tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo;
tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido;
tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
tiempo de rasgar, y tiempo de coser;
tiempo de callar(G), y tiempo de hablar;
tiempo de amar, y tiempo de odiar(H);
tiempo de guerra, y tiempo de paz.

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Footnotes

  1. Eclesiastés 3:1 Lit., deleite
  2. Eclesiastés 3:2 Heb., dar a luz

Todo tiene su tiempo

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.

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11 Él ha hecho todo(A) apropiado a[a] su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo[b], el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho(B) desde el principio hasta el fin.

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Footnotes

  1. Eclesiastés 3:11 Lit., hermoso en
  2. Eclesiastés 3:11 O, sin lo cual

11 Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.

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17 Yo dije en mi corazón:

al justo como al impío juzgará Dios(A),
porque[a] hay un tiempo para cada cosa[b] y para cada obra(B).

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Footnotes

  1. Eclesiastés 3:17 Lit., porque allí
  2. Eclesiastés 3:17 Lit., todo deleite

17 Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios; porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que se hace.

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12 Acuérdate, pues, de tu Creador(A) en los días de tu juventud,

antes que vengan los días malos(B),
y se acerquen los años en que digas:
No tengo en ellos placer;
antes que se oscurezcan el sol y la luz,
la luna y las estrellas(C),
y las nubes vuelvan tras la lluvia;
el día cuando tiemblen los guardas de la casa
y los fuertes se encorven(D),
las que muelen estén ociosas porque son pocas,
y se nublen(E) los que miran por las ventanas[a];
cuando se cierren las puertas de la calle
por ser bajo el sonido del molino(F),
y se levante uno al canto del ave,
y todas las hijas del canto sean abatidas(G);
cuando también teman a la altura y a los terrores en el camino,
y florezca el almendro, se arrastre la langosta y la alcaparra pierda su efecto[b];
porque el hombre va a su morada eterna(H)
mientras los del duelo(I) andan por la calle.
Acuérdate de Él antes que se rompa[c] el hilo de plata,
se quiebre el cuenco de oro(J),
se rompa el cántaro junto a la fuente,
y se haga pedazos la rueda junto al pozo;
entonces volverá el polvo a la tierra como lo que era(K),
y el espíritu volverá a Dios(L) que lo dio(M).
Vanidad de vanidades, dice el Predicador, todo es vanidad(N).

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Footnotes

  1. Eclesiastés 12:3 O, aberturas
  2. Eclesiastés 12:5 O, y se pierda el apetito
  3. Eclesiastés 12:6 Así en la versión gr. (sept.); en heb., sea quitado

12 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento; antes que se oscurezca el sol, y la luz, y la luna y las estrellas, y vuelvan las nubes tras la lluvia; cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas; y las puertas de afuera se cerrarán, por lo bajo del ruido de la muela; cuando se levantará a la voz del ave, y todas las hijas del canto serán abatidas; cuando también temerán de lo que es alto, y habrá terrores en el camino; y florecerá el almendro, y la langosta será una carga, y se perderá el apetito; porque el hombre va a su morada eterna, y los endechadores andarán alrededor por las calles; antes que la cadena de plata se quiebre, y se rompa el cuenco de oro, y el cántaro se quiebre junto a la fuente, y la rueda sea rota sobre el pozo; y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio. Vanidad de vanidades, dijo el Predicador, todo es vanidad.

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