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17 Los carros de guerra de Dios
    se cuentan por millares;
del Sinaí vino en ellos el Señor
    para entrar en su santuario.
18 Cuando tú, Dios y Señor,
    ascendiste a las alturas,
    te llevaste contigo a los cautivos;
tomaste tributo de los hombres,
    aun de los rebeldes,
    para establecer tu morada.

19 Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
    que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah

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