Libro V(A)

107 ¡Den gracias al Señor porque él es bueno;
    su gran amor perdura para siempre!

Que lo digan los redimidos del Señor,
    a quienes redimió del poder del adversario,
a quienes reunió de todos los países,
    de oriente y de occidente, del norte y del sur.[a]

Vagaban perdidos por parajes desiertos,
    sin dar con el camino a una ciudad habitable.
Hambrientos y sedientos,
    la vida se les iba consumiendo.
En su angustia clamaron al Señor
    y él los libró de sus aflicciones.
Los llevó por el camino recto
    hasta llegar a una ciudad habitable.
¡Que den gracias al Señor por su gran amor,
    por sus maravillas en favor de los hombres!
Él apaga la sed del sediento
    y sacia con lo mejor al hambriento.

10 Afligidos y encadenados,
    habitaban en las más densas tinieblas,
11 por haberse rebelado contra las palabras de Dios,
    por menospreciar los designios del Altísimo.
12 Los sometió[b] a trabajos forzados;
    tropezaban y no había quien los ayudara.
13 En su angustia clamaron al Señor
    y él los salvó de sus aflicciones.
14 Los sacó de las más densas tinieblas
    y rompió en pedazos sus cadenas.
15 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor,
    por sus maravillas en favor de los hombres!
16 Haré pedazos las puertas de bronce
    y cortaré los cerrojos de hierro.

17 Se volvieron necios por sus rebeldías
    y fueron afligidos por sus iniquidades.
18 Todo alimento les causaba asco
    y llegaron a las mismas puertas de la muerte.
19 En su angustia clamaron al Señor
    y él los salvó de sus aflicciones.
20 Envió su palabra para sanarlos
    y así los libró de la fosa.
21 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor,
    por sus maravillas en favor de los hombres!
22 ¡Que ofrezcan sacrificios de gratitud
    y jubilosos proclamen sus obras!

23 Se hicieron a la mar en sus barcos;
    para comerciar surcaron las muchas aguas.
24 Allí, en las aguas profundas,
    vieron las obras del Señor y sus maravillas.
25 Habló Dios y se levantó un viento tormentoso
    que encrespó las olas
26 que subían a los cielos y bajaban al abismo.
    Ante el peligro, ellos perdieron el coraje.
27 Como ebrios tropezaban, se tambaleaban;
    de nada les sirvió toda su pericia.
28 En su angustia clamaron al Señor
    y él los sacó de sus aflicciones.
29 Cambió la tempestad en suave brisa:
    se sosegaron las olas del mar.
30 Ante esa calma se alegraron
    y Dios los llevó al puerto anhelado.
31 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor,
    por sus maravillas en favor de los hombres!
32 ¡Que lo exalten en la asamblea del pueblo!
    ¡Que lo alaben en el consejo de los líderes!

33 Dios convirtió los ríos en desiertos,
    los manantiales en tierra seca,
34 los fértiles terrenos en tierra salitrosa,
    por la maldad de sus habitantes.
35 Convirtió el desierto en estanques de agua,
    la tierra seca en manantiales;
36 hizo establecer allí a los hambrientos,
    y ellos fundaron una ciudad habitable.
37 Sembraron campos, plantaron viñedos,
    obtuvieron abundantes cosechas.
38 Dios los bendijo y se hicieron muy numerosos
    y no dejó que menguaran sus rebaños.

39 Pero si merman y son humillados,
    es por la opresión, la maldad y la aflicción.
40 Dios cubre de desprecio a los nobles
    y los hace vagar por desiertos sin senderos.
41 Pero a los necesitados los saca de su miseria
    y hace que sus familias crezcan como rebaños.
42 Los rectos lo verán y se alegrarán,
    pero todos los malvados serán acallados.

43 Quien sea sabio, que considere estas cosas
    y entienda bien el gran amor del Señor.

(B)(C)Cántico. Salmo de David.

108 Firme está, oh Dios, mi corazón.
    ¡Voy a cantarte y entonarte salmos, gloria mía!
¡Despierten, lira y arpa!
    ¡Haré despertar al nuevo día!
Te alabaré, Señor, entre los pueblos;
    te cantaré salmos entre las naciones.
Pues tu gran amor es tan grande que rebasa los cielos
    y tu verdad llega hasta las nubes.
¡Sé exaltado, oh Dios, sobre los cielos!
    ¡Alza tu gloria sobre toda la tierra!

Sálvanos con tu diestra y respóndenos,
    para que tu pueblo amado quede a salvo.
Dios ha dicho en su santuario:
    «Triunfante repartiré a Siquén
    y dividiré el valle de Sucot.
Mío es Galaad, mío es Manasés;
    Efraín es mi yelmo y Judá, mi cetro de mando.
Moab es el recipiente en que me lavo las manos,
    sobre Edom arrojo mi sandalia;
    sobre Filistea lanzo gritos de triunfo».

10 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
    ¿Quién me mostrará el camino a Edom?
11 ¿No eres tú, oh Dios, quien nos ha rechazado?
    ¡Ya no sales, oh Dios, con nuestros ejércitos!
12 Bríndanos tu apoyo contra el enemigo,
    pues la ayuda humana será inútil.
13 Con Dios obtendremos la victoria;
    ¡él aplastará a nuestros enemigos!

Al director musical. Salmo de David.

109 Oh Dios, a quien alabo,
    no guardes silencio.
Pues gente malvada y mentirosa
    ha declarado en mi contra
    y con lengua engañosa me difaman;
con expresiones de odio me rodean
    y sin razón alguna me atacan.
Mi amor me lo pagan con calumnias,
    mientras yo permanezco en oración.
Mi bondad la pagan con maldad;
    me dan odio a cambio de mi amor.

Pon en su contra a un malvado;
    que a su derecha esté su acusador.[c]
Que resulte culpable al ser juzgado
    y que su oración sea considerada pecado.
Que se acorten sus días
    y que otro se haga cargo de su oficio.
Que se queden huérfanos sus hijos
    y se quede viuda su esposa.
10 Que anden sus hijos vagando y mendigando;
    que anden rebuscando entre las ruinas.
11 Que un acreedor se apodere de todos sus bienes;
    que gente extraña saquee sus posesiones.
12 Que nadie le extienda su bondad;
    que nadie se compadezca de sus huérfanos.
13 Que sea exterminada su descendencia;
    que desaparezca su nombre en la próxima generación.
14 Que recuerde el Señor la iniquidad de sus antepasados
    y no se olvide del pecado de su madre.
15 Que el Señor los tenga siempre presentes
    y que borre de la tierra su memoria.

16 Por cuanto se olvidó de hacer el bien
    y persiguió hasta la muerte
    al pobre, al necesitado y al descorazonado;
17 ya que le encantaba maldecir:
    ¡que caiga sobre él la maldición!
Por cuanto no se complacía en bendecir:
    ¡que se aleje de él la bendición!
18 Por cuanto se cubrió de maldición
    como quien se pone un vestido,
¡que esta se filtre en su cuerpo como el agua!,
    ¡que penetre en sus huesos como el aceite!
19 ¡Que lo envuelva como un manto!
    ¡Que lo apriete en todo tiempo como un cinto!
20 ¡Que así les pague el Señor a mis acusadores,
    a los que me calumnian!

21 Pero tú, Señor Soberano,
    trátame bien por causa de tu nombre;
    líbrame por tu bondad y gran amor.
22 Ciertamente soy pobre y estoy necesitado;
    y mi corazón ha sido traspasado.
23 Me voy desvaneciendo como sombra vespertina;
    soy sacudido como la langosta.
24 De tanto ayunar me tiemblan las rodillas;
    mi cuerpo ha perdido mucho peso.
25 Soy para ellos motivo de burla;
    me ven y menean la cabeza.

26 Señor mi Dios, ¡ayúdame!;
    por tu gran amor, ¡sálvame!
27 Que sepan que esta es tu mano;
    que tú mismo, Señor, lo has hecho.
28 ¿Qué importa que ellos me maldigan?
    ¡Bendíceme tú!
Pueden atacarme, pero quedarán avergonzados;
    en cambio, este siervo tuyo se alegrará.
29 ¡Que mis acusadores queden cubiertos de deshonra,
    envueltos en un manto de vergüenza!

30 Por mi parte, daré muchas gracias al Señor;
    lo alabaré en medio de una gran multitud.
31 Porque él aboga por el[d] necesitado
    para salvarlo de quienes lo condenan.

Salmo de David.

110 Así dijo el Señor a mi Señor:

«Siéntate a mi derecha,
    hasta que ponga a tus enemigos
    por debajo de tus pies».

El Señor extenderá desde Sión el poder de tu cetro.
    Domina tú en medio de tus enemigos.
Tus tropas estarán dispuestas
    cuando manifiestes tu poder,
    ordenadas en santa majestad.
De las entrañas de la aurora
    recibirás el rocío de tu juventud.

El Señor ha jurado
    y no cambiará de parecer:
«Tú eres sacerdote para siempre,
    según el orden de Melquisedec».

El Señor está a tu mano derecha;
    aplastará a los reyes en el día de su ira.
Juzgará a las naciones y amontonará cadáveres;
    aplastará cabezas en toda la tierra.
Beberá de un arroyo junto al camino
    y por eso levantará su cabeza.

111 ¡Aleluya!

Álef

Alabaré al Señor con todo el corazón

Bet

    en la asamblea, en compañía de los rectos.

Guímel

Grandes son las obras del Señor;

Dálet

    estudiadas por todos los que en ellas se deleitan.

He

Gloriosas y majestuosas son sus obras;

Vav

    su justicia permanece para siempre.

Zayin

Ha hecho memorables sus maravillas.

Jet

    El Señor es misericordioso y compasivo.

Tet

Da de comer a quienes le temen;

Yod

    siempre recuerda su pacto.

Caf

Ha mostrado a su pueblo el poder de sus obras

Lámed

    al darle la heredad de otras naciones.

Mem

Las obras de sus manos son fieles y justas;

Nun

    todos sus preceptos son dignos de confianza,

Sámej

son inmutables por siempre,

Ayin

    establecidos con fidelidad y rectitud.

Pe

Pagó el precio del rescate de su pueblo

Tsade

    y estableció su pacto para siempre.

Qof

    Su nombre es santo y temible.

Resh

10 El principio de la sabiduría es el temor del Señor;

Shin

    buen juicio demuestran quienes cumplen sus preceptos.[e]

Tav

    ¡Su alabanza permanece para siempre!

112 ¡Aleluya!

Álef

Dichoso el que teme al Señor,

Bet

    el que halla gran deleite en sus mandamientos.

Guímel

Su descendencia será poderosa en la tierra;

Dálet

    la generación de los justos será bendecida.

He

En su casa habrá abundantes riquezas

Vav

    y para siempre permanecerá su justicia.

Zayin

Para los justos la luz brilla en las tinieblas;

Jet

    para los que son misericordiosos, compasivos y justos.

Tet

Bien le va al que presta con generosidad,

Yod

    y maneja sus negocios con justicia.

Lámed

El justo jamás caerá;

Caf

    su recuerdo permanecerá para siempre.

Mem

No temerá recibir malas noticias;

Nun

    su corazón estará firme, confiado en el Señor.

Sámej

Su corazón estará seguro, sin temor alguno,

Ayin

    y al final verá derrotados a sus adversarios.

Pe

Reparte sus bienes entre los pobres;

Tsade

    su justicia permanece para siempre;

Qof

    su poder[f] será gloriosamente exaltado.

Resh

10 El malvado verá esto y se irritará;

Shin

    rechinará los dientes y se irá consumiendo.

Tav

    ¡Los deseos de los malvados se frustrarán!

113 ¡Aleluya!

Alaben, siervos del Señor,
    alaben el nombre del Señor.
Bendito sea el nombre del Señor,
    desde ahora y para siempre.
Desde la salida del sol hasta su ocaso,
    sea alabado el nombre del Señor.

El Señor domina sobre todas las naciones;
    su gloria está sobre los cielos.
¿Quién como el Señor nuestro Dios,
    que tiene su trono en las alturas
    y se inclina para contemplar los cielos y la tierra?

Él levanta del polvo al pobre
    y saca del basurero al necesitado;
para hacerlos sentar entre príncipes,
    entre los príncipes de su pueblo.
A la mujer estéril le da un hogar
    y le concede la dicha de ser madre de hijos.

¡Aleluya!

114 Cuando Israel, el pueblo de Jacob,
    salió de Egipto, de un pueblo de lengua extraña,
Judá se convirtió en el santuario de Dios;
    Israel llegó a ser su dominio.

Al ver esto, el mar huyó;
    el Jordán se volvió atrás.
Los montes saltaron como carneros,
    las colinas saltaron como corderos.

¿Qué te pasó, mar, que huiste,
    y a ti, Jordán, que te volviste atrás?
¿Y a ustedes, montes, que saltaron como carneros?
    ¿Y a ustedes, colinas, que saltaron como corderos?

¡Tiembla, oh tierra, ante el Señor,
    tiembla ante el Dios de Jacob!
¡Él convirtió la roca en un estanque,
    la dura piedra en manantial de aguas!

115 (D)La gloria, Señor, no es para nosotros;
    no es para nosotros, sino para tu nombre,
    por causa de tu gran amor y tu fidelidad.

¿Por qué tienen que decirnos las naciones:
    «Dónde está su Dios»?
Nuestro Dios está en los cielos
    y puede hacer todo cuanto quiere.
Pero sus ídolos son de plata y oro,
    producto de manos humanas.
Tienen boca, pero no pueden hablar;
    ojos, pero no pueden ver.
Tienen oídos, pero no pueden oír;
    nariz, pero no pueden oler.
Tienen manos, pero no pueden palpar;
    pies, pero no pueden andar.
    Ni un solo sonido emite su garganta.
Semejantes a ellos son sus hacedores
    y todos los que confían en ellos.

Pueblo de Israel, confía en el Señor;
    él es tu ayuda y tu escudo.
10 Descendientes de Aarón, confíen en el Señor;
    él es su ayuda y su escudo.
11 Los que temen al Señor, confíen en él;
    él es su ayuda y su escudo.

12 El Señor nos recuerda y nos bendice:
    bendice a su pueblo Israel,
    bendice a la familia de Aarón,
13 bendice a los que temen al Señor,
    bendice a grandes y pequeños.

14 Que el Señor multiplique la descendencia
    de ustedes y de sus hijos.
15 Que reciban bendiciones del Señor,
    él hizo el cielo y la tierra.

16 Los cielos pertenecen al Señor,
    pero a la humanidad le ha dado la tierra.
17 Los muertos no alaban al Señor,
    ninguno de los que bajan al silencio.
18 Somos nosotros los que alabamos al Señor
    desde ahora y para siempre.

¡Aleluya!

116 Yo amo al Señor
    porque él escucha[g] mi voz de súplica.
Por cuanto él inclina a mí su oído,
    lo invocaré toda mi vida.

Los lazos de la muerte me enredaron;
    me sorprendió la angustia del sepulcro[h]
    y caí en la ansiedad y la aflicción.
Entonces clamé al Señor:
    «¡Te ruego, Señor, que me salves la vida!».

El Señor es misericordioso y justo;
    nuestro Dios es compasivo.
El Señor protege a la gente sencilla;
    estaba yo muy débil, y él me salvó.

¡Ya puedes, alma mía, estar tranquila,
    porque el Señor ha sido bueno contigo!

Tú, Señor, me has librado de la muerte,
    has enjugado mis lágrimas,
    no me has dejado tropezar.
Por eso andaré siempre delante del Señor
    en esta tierra de los vivientes.

10 Yo creí, aunque dije:
    «Estoy muy afligido».
11 En mi angustia llegué a decir:
    «Todos son unos mentirosos».

12 ¿Cómo puedo pagarle al Señor
    por tanta bondad que me ha mostrado?

13 ¡Tan solo brindando con la copa de salvación
    e invocando el nombre del Señor!
14 ¡Tan solo cumpliendo mis promesas al Señor
    en presencia de todo su pueblo!

15 Mucho valor tiene a los ojos del Señor
    la muerte de sus fieles.
16 Yo, Señor, soy tu siervo;
    soy siervo tuyo, hijo de tu sierva;
    ¡tú has roto mis cadenas!

17 Te ofreceré un sacrificio de gratitud
    e invocaré, Señor, tu nombre.
18 Cumpliré mis promesas al Señor
    en presencia de todo su pueblo,
19 en los atrios de la casa del Señor,
    en medio de ti, oh Jerusalén.

¡Aleluya!

117 ¡Alaben al Señor, naciones todas!
    ¡Pueblos todos, cántenle alabanzas!
¡Grande es su amor por nosotros!
    ¡La fidelidad del Señor es eterna!

¡Aleluya!

118 Den gracias al Señor porque él es bueno;
    su gran amor perdura para siempre.

Que lo diga Israel:
    «Su gran amor perdura para siempre».
Que lo diga la familia de Aarón:
    «Su gran amor perdura para siempre».
Que lo digan los que temen al Señor:
    «Su gran amor perdura para siempre».

Desde mi angustia clamé al Señor
    y él respondió dándome libertad.
El Señor está conmigo y no tengo miedo;
    ¿qué me puede hacer un simple mortal?
El Señor está conmigo, él es mi ayuda;
    veré por los suelos a los que me odian.

Es mejor refugiarse en el Señor
    que confiar en el hombre.
Es mejor refugiarse en el Señor
    que confiar en gente poderosa.
10 Todas las naciones me rodearon,
    pero en el nombre del Señor las aniquilé.
11 Me rodearon por completo,
    pero en el nombre del Señor las aniquilé.
12 Me rodearon como abejas,
    pero se consumieron como zarzas en el fuego.
    En el nombre del Señor las aniquilé.
13 Me empujaron[i] con violencia para que cayera,
    pero el Señor me ayudó.
14 El Señor es mi fuerza y mi canción;
    ¡él es mi salvación!

15 Gritos de júbilo y salvación
    resuenan en las casas de los justos:
«¡La diestra del Señor hace proezas!
16     ¡La diestra del Señor es exaltada!
    ¡La diestra del Señor hace proezas!».
17 No he de morir; he de vivir
    para proclamar las obras del Señor.
18 El Señor me ha castigado con dureza,
    pero no me ha entregado a la muerte.
19 Ábranme las puertas de la justicia
    para que entre yo a dar gracias al Señor.
20 Esta es la puerta del Señor,
    por ella entran los justos.
21 ¡Te daré gracias porque me respondiste,
    porque eres mi salvación!

22 La piedra que desecharon los constructores
    ha llegado a ser la piedra angular.
23 Esto ha sido obra del Señor
    y nos deja maravillados.
24 Este es el día que hizo el Señor;
    regocijémonos y alegrémonos en él.

25 Señor, te ruego, ¡danos la salvación!
    Señor, te ruego, ¡concédenos la victoria!

26 Bendito el que viene en el nombre del Señor.
    Desde la casa del Señor los bendecimos.
27 El Señor es Dios
    y nos ilumina.
Con ramas en las manos, únanse a la procesión festiva
    hasta los cuernos del altar.

28 Tú eres mi Dios, por eso te doy gracias;
    tú eres mi Dios, por eso te exalto.

29 Den gracias al Señor porque él es bueno;
    su gran amor perdura para siempre.

Álef

119 Dichosos los que van por caminos intachables,
    los que andan conforme a la Ley del Señor.
Dichosos los que obedecen sus mandatos
    y de todo corazón lo buscan.
Jamás hacen nada malo,
    sino que siguen los caminos de Dios.
Tú has establecido tus preceptos,
    para que se cumplan fielmente.
¡Cuánto deseo afirmar mis caminos
    para cumplir tus estatutos!
No tendré que pasar vergüenzas
    cuando considere todos tus mandamientos.
Te alabaré con un corazón recto,
    cuando aprenda tus justas leyes.
Tus estatutos cumpliré;
    no me abandones del todo.

Bet

¿Cómo puede el joven mantener limpio su camino?
    Viviendo conforme a tu palabra.
10 Yo te busco con todo el corazón;
    no dejes que me desvíe de tus mandamientos.
11 En mi corazón atesoro tus dichos
    para no pecar contra ti.
12 ¡Bendito seas, Señor!
    ¡Enséñame tus estatutos!
13 Con mis labios he proclamado
    todas las leyes que has promulgado.
14 Me regocijo en el camino de tus mandatos
    más que en[j] todas las riquezas.
15 En tus preceptos medito
    y pongo mis ojos en tus sendas.
16 En tus estatutos hallo mi deleite
    y jamás olvidaré tu palabra.

Guímel

17 Trata con bondad a este siervo tuyo;
    así viviré y obedeceré tu palabra.
18 Ábreme los ojos, para que contemple
    las maravillas de tu Ley.
19 En esta tierra soy un extranjero;
    no escondas de mí tus mandamientos.
20 Se consume mi alma deseando
    tus leyes en todo tiempo.
21 Tú reprendes a esos insolentes malditos
    que se desvían de tus mandamientos.
22 Aleja de mí la afrenta y el desprecio,
    pues yo cumplo tus mandatos.
23 Aun los gobernantes se confabulan contra mí,
    pero este siervo tuyo medita en tus estatutos.
24 Tus mandatos son mi regocijo;
    son también mis consejeros.

Dálet

25 Postrado estoy en el polvo;
    dame vida conforme a tu palabra.
26 Tú me respondiste cuando te hablé de mis caminos.
    Enséñame tus estatutos.
27 Hazme entender el camino de tus preceptos
    y meditaré en tus maravillas.
28 De angustia se me derrite el alma:
    susténtame conforme a tu palabra.
29 Apártame del camino de la falsedad;
    concédeme las bondades de tu Ley.
30 He escogido el camino de la fidelidad;
    he preferido tus leyes.
31 Yo, Señor, me apego a tus mandatos;
    no me hagas pasar vergüenza.
32 Corro por el camino de tus mandamientos,
    porque me has dado mayor entendimiento.[k]

He

33 Enséñame, Señor, el camino de tus estatutos
    y lo seguiré hasta el fin.
34 Dame entendimiento para seguir tu Ley
    y la cumpliré de todo corazón.
35 Dirígeme por la senda de tus mandamientos,
    porque en ella encuentro mi solaz.
36 Inclina mi corazón hacia tus mandatos
    y no hacia las ganancias deshonestas.
37 Aparta mi vista de cosas vanas,
    preserva mi vida en tu camino.[l]
38 Confirma tu promesa a este siervo,
    para que seas temido.
39 Líbrame de la afrenta que me aterra,
    porque tus leyes son buenas.
40 ¡Cómo anhelo tus preceptos!
    ¡Dame vida conforme a tu justicia!

Vav

41 Envíame, Señor, tu gran amor
    y tu salvación, conforme a tu promesa.
42 Así podré responder al que me desprecie,
    porque yo confío en tu palabra.
43 No me quites de la boca la palabra de verdad,
    pues en tus leyes he puesto mi esperanza.
44 Por toda la eternidad
    obedeceré fielmente tu Ley.
45 Viviré con toda libertad,
    porque he buscado tus preceptos.
46 Hablaré de tus mandatos delante de los reyes
    y no seré avergonzado.
47 Me deleito en tus mandamientos,
    porque los amo.
48 Levanto mis manos hacia tus mandamientos,
    que yo amo,
    y medito en tus estatutos.

Zayin

49 Acuérdate de la palabra que diste a este siervo tuyo,
    palabra con la que me infundiste esperanza.
50 Este es mi consuelo en medio del dolor:
    que tu promesa me da vida.
51 Los insolentes me ofenden hasta el colmo,
    pero yo no me aparto de tu Ley.

Footnotes

  1. 107:3 del sur. Lit. del mar.
  2. 107:12 Los sometió. Lit. Sometió sus corazones.
  3. 109:6 esté su acusador. Alt. esté Satán o adversario.
  4. 109:31 aboga por el. Lit. está de pie a la diestra del.
  5. 111:10 quienes cumplen sus preceptos. Lit. quienes hacen estas cosas.
  6. 112:9 poder. Lit. cuerno.
  7. 116:1 Yo amo … él escucha. Lit. Yo amo porque el Señor escucha.
  8. 116:3 sepulcro. Lit. Seol.
  9. 118:13 Me empujaron (LXX, Vulgata y Siríaca); Tú me empujaste (TM).
  10. 119:14 más que en (Siríaca); como sobre (TM).
  11. 119:32 entendimiento. Lit. corazón. En la Biblia, corazón se usa para designar el asiento de las emociones, pensamientos y voluntad, es decir, el proceso de toma de decisiones del ser humano.
  12. 119:37 en tu camino (TM); conforme a tu palabra (Targum y dos mss. hebreos).

LIBRO V

Dios libra de la aflicción

107 Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.(A)

Díganlo los redimidos de Jehová,

Los que ha redimido del poder del enemigo,

Y los ha congregado de las tierras,

Del oriente y del occidente,

Del norte y del sur.

Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino,

Sin hallar ciudad en donde vivir.

Hambrientos y sedientos,

Su alma desfallecía en ellos.

Entonces clamaron a Jehová en su angustia,

Y los libró de sus aflicciones.

Los dirigió por camino derecho,

Para que viniesen a ciudad habitable.

Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Porque sacia al alma menesterosa,

Y llena de bien al alma hambrienta.

10 Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte,

Aprisionados en aflicción y en hierros,

11 Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová,

Y aborrecieron el consejo del Altísimo.

12 Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones;

Cayeron, y no hubo quien los ayudase.

13 Luego que clamaron a Jehová en su angustia,

Los libró de sus aflicciones;

14 Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,

Y rompió sus prisiones.

15 Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

16 Porque quebrantó las puertas de bronce,

Y desmenuzó los cerrojos de hierro.

17 Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión

Y a causa de sus maldades;

18 Su alma abominó todo alimento,

Y llegaron hasta las puertas de la muerte.

19 Pero clamaron a Jehová en su angustia,

Y los libró de sus aflicciones.

20 Envió su palabra, y los sanó,

Y los libró de su ruina.

21 Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres;

22 Ofrezcan sacrificios de alabanza,

Y publiquen sus obras con júbilo.

23 Los que descienden al mar en naves,

Y hacen negocio en las muchas aguas,

24 Ellos han visto las obras de Jehová,

Y sus maravillas en las profundidades.

25 Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso,

Que encrespa sus ondas.

26 Suben a los cielos, descienden a los abismos;

Sus almas se derriten con el mal.

27 Tiemblan y titubean como ebrios,

Y toda su ciencia es inútil.

28 Entonces claman a Jehová en su angustia,

Y los libra de sus aflicciones.

29 Cambia la tempestad en sosiego,

Y se apaciguan sus ondas.

30 Luego se alegran, porque se apaciguaron;

Y así los guía al puerto que deseaban.

31 Alaben la misericordia de Jehová,

Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

32 Exáltenlo en la congregación del pueblo,

Y en la reunión de ancianos lo alaben.

33 Él convierte los ríos en desierto,

Y los manantiales de las aguas en sequedales;

34 La tierra fructífera en estéril,

Por la maldad de los que la habitan.

35 Vuelve el desierto en estanques de aguas,

Y la tierra seca en manantiales.

36 Allí establece a los hambrientos,

Y fundan ciudad en donde vivir.

37 Siembran campos, y plantan viñas,

Y rinden abundante fruto.

38 Los bendice, y se multiplican en gran manera;

Y no disminuye su ganado.

39 Luego son menoscabados y abatidos

A causa de tiranía, de males y congojas.

40 Él esparce menosprecio sobre los príncipes,

Y les hace andar perdidos, vagabundos y sin camino.

41 Levanta de la miseria al pobre,

Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.

42 Véanlo los rectos, y alégrense,

Y todos los malos cierren su boca.

43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas,

Y entenderá las misericordias de Jehová?

Petición de ayuda contra el enemigo

(Sal. 57.7-11; 60.5-12)

Cántico. Salmo de David.

108 Mi corazón está dispuesto, oh Dios;

Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.

Despiértate, salterio y arpa;

Despertaré al alba.

Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;

A ti cantaré salmos entre las naciones.

Porque más grande que los cielos es tu misericordia,

Y hasta los cielos tu verdad.

Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,

Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.

Para que sean librados tus amados,

Salva con tu diestra y respóndeme.

Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;

Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Mío es Galaad, mío es Manasés,

Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;

Judá es mi legislador.

Moab, la vasija para lavarme;

Sobre Edom echaré mi calzado;

Me regocijaré sobre Filistea.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?

¿Quién me guiará hasta Edom?

11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,

Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

12 Danos socorro contra el adversario,

Porque vana es la ayuda del hombre.

13 En Dios haremos proezas,

Y él hollará a nuestros enemigos.

Clamor de venganza

Al músico principal. Salmo de David.

109 Oh Dios de mi alabanza, no calles;

Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí;

Han hablado de mí con lengua mentirosa;

Con palabras de odio me han rodeado,

Y pelearon contra mí sin causa.

En pago de mi amor me han sido adversarios;

Mas yo oraba.

Me devuelven mal por bien,

Y odio por amor.

Pon sobre él al impío,

Y Satanás esté a su diestra.

Cuando fuere juzgado, salga culpable;

Y su oración sea para pecado.

Sean sus días pocos;

Tome otro su oficio.(B)

Sean sus hijos huérfanos,

Y su mujer viuda.

10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen;

Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.

11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene,

Y extraños saqueen su trabajo.

12 No tenga quien le haga misericordia,

Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.

13 Su posteridad sea destruida;

En la segunda generación sea borrado su nombre.

14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres,

Y el pecado de su madre no sea borrado.

15 Estén siempre delante de Jehová,

Y él corte de la tierra su memoria,

16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia,

Y persiguió al hombre afligido y menesteroso,

Al quebrantado de corazón, para darle muerte.

17 Amó la maldición, y esta le sobrevino;

Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

18 Se vistió de maldición como de su vestido,

Y entró como agua en sus entrañas,

Y como aceite en sus huesos.

19 Séale como vestido con que se cubra,

Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian,

Y a los que hablan mal contra mi alma.

21 Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre;

Líbrame, porque tu misericordia es buena.

22 Porque yo estoy afligido y necesitado,

Y mi corazón está herido dentro de mí.

23 Me voy como la sombra cuando declina;

Soy sacudido como langosta.

24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno,

Y mi carne desfallece por falta de gordura.

25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio;

Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.(C)

26 Ayúdame, Jehová Dios mío;

Sálvame conforme a tu misericordia.

27 Y entiendan que esta es tu mano;

Que tú, Jehová, has hecho esto.

28 Maldigan ellos, pero bendice tú;

Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.

29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian;

Sean cubiertos de confusión como con manto.

30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca,

Y en medio de muchos le alabaré.

31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre,

Para librar su alma de los que le juzgan.

Jehová da dominio al rey

Salmo de David.

110 Jehová dijo a mi Señor:

Siéntate a mi diestra,

Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.(D)

Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;

Domina en medio de tus enemigos.

Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,

En la hermosura de la santidad.

Desde el seno de la aurora

Tienes tú el rocío de tu juventud.

Juró Jehová, y no se arrepentirá:

Tú eres sacerdote para siempre

Según el orden de Melquisedec.(E)

El Señor está a tu diestra;

Quebrantará a los reyes en el día de su ira.

Juzgará entre las naciones,

Las llenará de cadáveres;

Quebrantará las cabezas en muchas tierras.

Del arroyo beberá en el camino,

Por lo cual levantará la cabeza.

Dios cuida de su pueblo

Aleluya.

111 Alabaré a Jehová con todo el corazón

En la compañía y congregación de los rectos.

Grandes son las obras de Jehová,

Buscadas de todos los que las quieren.

Gloria y hermosura es su obra,

Y su justicia permanece para siempre.

Ha hecho memorables sus maravillas;

Clemente y misericordioso es Jehová.

Ha dado alimento a los que le temen;

Para siempre se acordará de su pacto.

El poder de sus obras manifestó a su pueblo,

Dándole la heredad de las naciones.

Las obras de sus manos son verdad y juicio;

Fieles son todos sus mandamientos,

Afirmados eternamente y para siempre,

Hechos en verdad y en rectitud.

Redención ha enviado a su pueblo;

Para siempre ha ordenado su pacto;

Santo y temible es su nombre.

10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;(F)

Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;

Su loor permanece para siempre.

Prosperidad del que teme a Jehová

Aleluya.

112 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,

Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

Su descendencia será poderosa en la tierra;

La generación de los rectos será bendita.

Bienes y riquezas hay en su casa,

Y su justicia permanece para siempre.

Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;

Es clemente, misericordioso y justo.

El hombre de bien tiene misericordia, y presta;

Gobierna sus asuntos con juicio,

Por lo cual no resbalará jamás;

En memoria eterna será el justo.

No tendrá temor de malas noticias;

Su corazón está firme, confiado en Jehová.

Asegurado está su corazón; no temerá,

Hasta que vea en sus enemigos su deseo.

Reparte, da a los pobres;

Su justicia permanece para siempre;(G)

Su poder será exaltado en gloria.

10 Lo verá el impío y se irritará;

Crujirá los dientes, y se consumirá.

El deseo de los impíos perecerá.

Dios levanta al pobre

Aleluya.

113 Alabad, siervos de Jehová,

Alabad el nombre de Jehová.

Sea el nombre de Jehová bendito

Desde ahora y para siempre.

Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,

Sea alabado el nombre de Jehová.

Excelso sobre todas las naciones es Jehová,

Sobre los cielos su gloria.

¿Quién como Jehová nuestro Dios,

Que se sienta en las alturas,

Que se humilla a mirar

En el cielo y en la tierra?

Él levanta del polvo al pobre,

Y al menesteroso alza del muladar,

Para hacerlos sentar con los príncipes,

Con los príncipes de su pueblo.

Él hace habitar en familia a la estéril,

Que se goza en ser madre de hijos.

Aleluya.

Las maravillas del éxodo

114 Cuando salió Israel de Egipto,(H)

La casa de Jacob del pueblo extranjero,

Judá vino a ser su santuario,

E Israel su señorío.

El mar lo vio, y huyó;(I)

El Jordán se volvió atrás.(J)

Los montes saltaron como carneros,

Los collados como corderitos.

¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?

¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,

Y vosotros, collados, como corderitos?

A la presencia de Jehová tiembla la tierra,

A la presencia del Dios de Jacob,

El cual cambió la peña en estanque de aguas,(K)

Y en fuente de aguas la roca.

Dios y los ídolos

115 No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,

Sino a tu nombre da gloria,

Por tu misericordia, por tu verdad.

¿Por qué han de decir las gentes:

Dónde está ahora su Dios?

Nuestro Dios está en los cielos;

Todo lo que quiso ha hecho.

Los ídolos de ellos son plata y oro,

Obra de manos de hombres.

Tienen boca, mas no hablan;

Tienen ojos, mas no ven;

Orejas tienen, mas no oyen;

Tienen narices, mas no huelen;

Manos tienen, mas no palpan;

Tienen pies, mas no andan;

No hablan con su garganta.

Semejantes a ellos son los que los hacen,

Y cualquiera que confía en ellos.(L)

Oh Israel, confía en Jehová;

Él es tu ayuda y tu escudo.

10 Casa de Aarón, confiad en Jehová;

Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.

11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;

Él es vuestra ayuda y vuestro escudo.

12 Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;

Bendecirá a la casa de Israel;

Bendecirá a la casa de Aarón.

13 Bendecirá a los que temen a Jehová,

A pequeños y a grandes.(M)

14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;

Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.

15 Benditos vosotros de Jehová,

Que hizo los cielos y la tierra.

16 Los cielos son los cielos de Jehová;

Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.

17 No alabarán los muertos a JAH,

Ni cuantos descienden al silencio;

18 Pero nosotros bendeciremos a JAH

Desde ahora y para siempre.

Aleluya.

Acción de gracias por haber sido librado de la muerte

116 Amo a Jehová, pues ha oído

Mi voz y mis súplicas;

Porque ha inclinado a mí su oído;

Por tanto, le invocaré en todos mis días.

Me rodearon ligaduras de muerte,

Me encontraron las angustias del Seol;

Angustia y dolor había yo hallado.

Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:

Oh Jehová, libra ahora mi alma.

Clemente es Jehová, y justo;

Sí, misericordioso es nuestro Dios.

Jehová guarda a los sencillos;

Estaba yo postrado, y me salvó.

Vuelve, oh alma mía, a tu reposo,

Porque Jehová te ha hecho bien.

Pues tú has librado mi alma de la muerte,

Mis ojos de lágrimas,

Y mis pies de resbalar.

Andaré delante de Jehová

En la tierra de los vivientes.

10 Creí; por tanto hablé,(N)

Estando afligido en gran manera.

11 Y dije en mi apresuramiento:

Todo hombre es mentiroso.

12 ¿Qué pagaré a Jehová

Por todos sus beneficios para conmigo?

13 Tomaré la copa de la salvación,

E invocaré el nombre de Jehová.

14 Ahora pagaré mis votos a Jehová

Delante de todo su pueblo.

15 Estimada es a los ojos de Jehová

La muerte de sus santos.

16 Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo,

Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva;

Tú has roto mis prisiones.

17 Te ofreceré sacrificio de alabanza,

E invocaré el nombre de Jehová.

18 A Jehová pagaré ahora mis votos

Delante de todo su pueblo,

19 En los atrios de la casa de Jehová,

En medio de ti, oh Jerusalén.

Aleluya.

Alabanza por la misericordia de Jehová

117 Alabad a Jehová, naciones todas;

Pueblos todos, alabadle.(O)

Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,

Y la fidelidad de Jehová es para siempre.

Aleluya.

Acción de gracias por la salvación recibida de Jehová

118 Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.(P)

Diga ahora Israel,

Que para siempre es su misericordia.

Diga ahora la casa de Aarón,

Que para siempre es su misericordia.

Digan ahora los que temen a Jehová,

Que para siempre es su misericordia.

Desde la angustia invoqué a JAH,

Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.

Jehová está conmigo; no temeré

Lo que me pueda hacer el hombre.(Q)

Jehová está conmigo entre los que me ayudan;

Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

Mejor es confiar en Jehová

Que confiar en el hombre.

Mejor es confiar en Jehová

Que confiar en príncipes.

10 Todas las naciones me rodearon;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

11 Me rodearon y me asediaron;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

12 Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos;

Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

13 Me empujaste con violencia para que cayese,

Pero me ayudó Jehová.

14 Mi fortaleza y mi cántico es JAH,

Y él me ha sido por salvación.(R)

15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos;

La diestra de Jehová hace proezas.

16 La diestra de Jehová es sublime;

La diestra de Jehová hace valentías.

17 No moriré, sino que viviré,

Y contaré las obras de JAH.

18 Me castigó gravemente JAH,

Mas no me entregó a la muerte.

19 Abridme las puertas de la justicia;

Entraré por ellas, alabaré a JAH.

20 Esta es puerta de Jehová;

Por ella entrarán los justos.

21 Te alabaré porque me has oído,

Y me fuiste por salvación.

22 La piedra que desecharon los edificadores

Ha venido a ser cabeza del ángulo.(S)

23 De parte de Jehová es esto,

Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.(T)

24 Este es el día que hizo Jehová;

Nos gozaremos y alegraremos en él.

25 Oh Jehová, sálvanos(U) ahora, te ruego;

Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.

26 Bendito el que viene en el nombre de Jehová;(V)

Desde la casa de Jehová os bendecimos.

27 Jehová es Dios, y nos ha dado luz;

Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.

28 Mi Dios eres tú, y te alabaré;

Dios mío, te exaltaré.

29 Alabad a Jehová, porque él es bueno;

Porque para siempre es su misericordia.

Excelencias de la ley de Dios

Alef

119 Bienaventurados los perfectos de camino,

Los que andan en la ley de Jehová.

Bienaventurados los que guardan sus testimonios,

Y con todo el corazón le buscan;

Pues no hacen iniquidad

Los que andan en sus caminos.

Tú encargaste

Que sean muy guardados tus mandamientos.

¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos

Para guardar tus estatutos!

Entonces no sería yo avergonzado,

Cuando atendiese a todos tus mandamientos.

Te alabaré con rectitud de corazón

Cuando aprendiere tus justos juicios.

Tus estatutos guardaré;

No me dejes enteramente.

Bet

¿Con qué limpiará el joven su camino?

Con guardar tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado;

No me dejes desviarme de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado tus dichos,

Para no pecar contra ti.

12 Bendito tú, oh Jehová;

Enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios he contado

Todos los juicios de tu boca.

14 Me he gozado en el camino de tus testimonios

Más que de toda riqueza.

15 En tus mandamientos meditaré;

Consideraré tus caminos.

16 Me regocijaré en tus estatutos;

No me olvidaré de tus palabras.

Guímel

17 Haz bien a tu siervo; que viva,

Y guarde tu palabra.

18 Abre mis ojos, y miraré

Las maravillas de tu ley.

19 Forastero soy yo en la tierra;

No encubras de mí tus mandamientos.

20 Quebrantada está mi alma de desear

Tus juicios en todo tiempo.

21 Reprendiste a los soberbios, los malditos,

Que se desvían de tus mandamientos.

22 Aparta de mí el oprobio y el menosprecio,

Porque tus testimonios he guardado.

23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;

Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,

24 Pues tus testimonios son mis delicias

Y mis consejeros.

Dálet

25 Abatida hasta el polvo está mi alma;

Vivifícame según tu palabra.

26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;

Enséñame tus estatutos.

27 Hazme entender el camino de tus mandamientos,

Para que medite en tus maravillas.

28 Se deshace mi alma de ansiedad;

Susténtame según tu palabra.

29 Aparta de mí el camino de la mentira,

Y en tu misericordia concédeme tu ley.

30 Escogí el camino de la verdad;

He puesto tus juicios delante de mí.

31 Me he apegado a tus testimonios;

Oh Jehová, no me avergüences.

32 Por el camino de tus mandamientos correré,

Cuando ensanches mi corazón.

He

33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,

Y lo guardaré hasta el fin.

34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley,

Y la cumpliré de todo corazón.

35 Guíame por la senda de tus mandamientos,

Porque en ella tengo mi voluntad.

36 Inclina mi corazón a tus testimonios,

Y no a la avaricia.

37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;

Avívame en tu camino.

38 Confirma tu palabra a tu siervo,

Que te teme.

39 Quita de mí el oprobio que he temido,

Porque buenos son tus juicios.

40 He aquí yo he anhelado tus mandamientos;

Vivifícame en tu justicia.

Vau

41 Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;

Tu salvación, conforme a tu dicho.

42 Y daré por respuesta a mi avergonzador,

Que en tu palabra he confiado.

43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,

Porque en tus juicios espero.

44 Guardaré tu ley siempre,

Para siempre y eternamente.

45 Y andaré en libertad,

Porque busqué tus mandamientos.

46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,

Y no me avergonzaré;

47 Y me regocijaré en tus mandamientos,

Los cuales he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,

Y meditaré en tus estatutos.

Zain

49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,

En la cual me has hecho esperar.

50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,

Porque tu dicho me ha vivificado.

51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,

Mas no me he apartado de tu ley.

52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,

Y me consolé.

53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos

Que dejan tu ley.

54 Cánticos fueron para mí tus estatutos

En la casa en donde fui extranjero.

55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,

Y guardé tu ley.

56 Estas bendiciones tuve

Porque guardé tus mandamientos.

Chet

57 Mi porción es Jehová;

He dicho que guardaré tus palabras.

58 Tu presencia supliqué de todo corazón;

Ten misericordia de mí según tu palabra.

59 Consideré mis caminos,

Y volví mis pies a tus testimonios.

60 Me apresuré y no me retardé

En guardar tus mandamientos.

61 Compañías de impíos me han rodeado,

Mas no me he olvidado de tu ley.

62 A medianoche me levanto para alabarte

Por tus justos juicios.

63 Compañero soy yo de todos los que te temen

Y guardan tus mandamientos.

64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;

Enséñame tus estatutos.

Tet

65 Bien has hecho con tu siervo,

Oh Jehová, conforme a tu palabra.

66 Enséñame buen sentido y sabiduría,

Porque tus mandamientos he creído.

67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;

Mas ahora guardo tu palabra.

68 Bueno eres tú, y bienhechor;

Enséñame tus estatutos.

69 Contra mí forjaron mentira los soberbios,

Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo,

Mas yo en tu ley me he regocijado.

71 Bueno me es haber sido humillado,

Para que aprenda tus estatutos.

72 Mejor me es la ley de tu boca

Que millares de oro y plata.

Yod

73 Tus manos me hicieron y me formaron;

Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.

74 Los que te temen me verán, y se alegrarán,

Porque en tu palabra he esperado.

75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos,

Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.

76 Sea ahora tu misericordia para consolarme,

Conforme a lo que has dicho a tu siervo.

77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva,

Porque tu ley es mi delicia.

78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado;

Pero yo meditaré en tus mandamientos.

79 Vuélvanse a mí los que te temen

Y conocen tus testimonios.

80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,

Para que no sea yo avergonzado.

Caf

81 Desfallece mi alma por tu salvación,

Mas espero en tu palabra.

82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra,

Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

83 Porque estoy como el odre al humo;

Pero no he olvidado tus estatutos.

84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?

¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

85 Los soberbios me han cavado hoyos;

Mas no proceden según tu ley.

86 Todos tus mandamientos son verdad;

Sin causa me persiguen; ayúdame.

87 Casi me han echado por tierra,

Pero no he dejado tus mandamientos.

88 Vivifícame conforme a tu misericordia,

Y guardaré los testimonios de tu boca.

Lámed

89 Para siempre, oh Jehová,

Permanece tu palabra en los cielos.

90 De generación en generación es tu fidelidad;

Tú afirmaste la tierra, y subsiste.

91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,

Pues todas ellas te sirven.

92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,

Ya en mi aflicción hubiera perecido.

93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,

Porque con ellos me has vivificado.

94 Tuyo soy yo, sálvame,

Porque he buscado tus mandamientos.

95 Los impíos me han aguardado para destruirme;

Mas yo consideraré tus testimonios.

96 A toda perfección he visto fin;

Amplio sobremanera es tu mandamiento.

Mem

97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!

Todo el día es ella mi meditación.

98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,

Porque siempre están conmigo.

99 Más que todos mis enseñadores he entendido,

Porque tus testimonios son mi meditación.

100 Más que los viejos he entendido,

Porque he guardado tus mandamientos;

101 De todo mal camino contuve mis pies,

Para guardar tu palabra.

102 No me aparté de tus juicios,

Porque tú me enseñaste.

103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!

Más que la miel a mi boca.

104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;

Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Nun

105 Lámpara es a mis pies tu palabra,

Y lumbrera a mi camino.

106 Juré y ratifiqué

Que guardaré tus justos juicios.

107 Afligido estoy en gran manera;

Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

108 Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca,

Y me enseñes tus juicios.

109 Mi vida está de continuo en peligro,

Mas no me he olvidado de tu ley.

110 Me pusieron lazo los impíos,

Pero yo no me desvié de tus mandamientos.

111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,

Porque son el gozo de mi corazón.

112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos

De continuo, hasta el fin.

Sámec

113 Aborrezco a los hombres hipócritas;

Mas amo tu ley.

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú;

En tu palabra he esperado.

115 Apartaos de mí, malignos,

Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré;

Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.

117 Sosténme, y seré salvo,

Y me regocijaré siempre en tus estatutos.

118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos,

Porque su astucia es falsedad.

119 Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;

Por tanto, yo he amado tus testimonios.

120 Mi carne se ha estremecido por temor de ti,

Y de tus juicios tengo miedo.

Ayin

121 Juicio y justicia he hecho;

No me abandones a mis opresores.

122 Afianza a tu siervo para bien;

No permitas que los soberbios me opriman.

123 Mis ojos desfallecieron por tu salvación,

Y por la palabra de tu justicia.

124 Haz con tu siervo según tu misericordia,

Y enséñame tus estatutos.

125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento

Para conocer tus testimonios.

126 Tiempo es de actuar, oh Jehová,

Porque han invalidado tu ley.

127 Por eso he amado tus mandamientos

Más que el oro, y más que oro muy puro.

128 Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas,

Y aborrecí todo camino de mentira.

Pe

129 Maravillosos son tus testimonios;

Por tanto, los ha guardado mi alma.

130 La exposición de tus palabras alumbra;

Hace entender a los simples.

131 Mi boca abrí y suspiré,

Porque deseaba tus mandamientos.

132 Mírame, y ten misericordia de mí,

Como acostumbras con los que aman tu nombre.

133 Ordena mis pasos con tu palabra,

Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134 Líbrame de la violencia de los hombres,

Y guardaré tus mandamientos.

135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,

Y enséñame tus estatutos.

136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,

Porque no guardaban tu ley.

Tsade

137 Justo eres tú, oh Jehová,

Y rectos tus juicios.

138 Tus testimonios, que has recomendado,

Son rectos y muy fieles.

139 Mi celo me ha consumido,

Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140 Sumamente pura es tu palabra,

Y la ama tu siervo.

141 Pequeño soy yo, y desechado,

Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

142 Tu justicia es justicia eterna,

Y tu ley la verdad.

143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,

Mas tus mandamientos fueron mi delicia.

144 Justicia eterna son tus testimonios;

Dame entendimiento, y viviré.

Cof

145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,

Y guardaré tus estatutos.

146 A ti clamé; sálvame,

Y guardaré tus testimonios.

147 Me anticipé al alba, y clamé;

Esperé en tu palabra.

148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,

Para meditar en tus mandatos.

149 Oye mi voz conforme a tu misericordia;

Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.

150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen;

Se alejaron de tu ley.

151 Cercano estás tú, oh Jehová,

Y todos tus mandamientos son verdad.

152 Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,

Que para siempre los has establecido.

Resh

153 Mira mi aflicción, y líbrame,

Porque de tu ley no me he olvidado.

154 Defiende mi causa, y redímeme;

Vivifícame con tu palabra.

155 Lejos está de los impíos la salvación,

Porque no buscan tus estatutos.

156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová;

Vivifícame conforme a tus juicios.

157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,

Mas de tus testimonios no me he apartado.

158 Veía a los prevaricadores, y me disgustaba,

Porque no guardaban tus palabras.

159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;

Vivifícame conforme a tu misericordia.

160 La suma de tu palabra es verdad,

Y eterno es todo juicio de tu justicia.

Sin

161 Príncipes me han perseguido sin causa,

Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.

162 Me regocijo en tu palabra

Como el que halla muchos despojos.

163 La mentira aborrezco y abomino;

Tu ley amo.

164 Siete veces al día te alabo

A causa de tus justos juicios.

165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,

Y no hay para ellos tropiezo.

166 Tu salvación he esperado, oh Jehová,

Y tus mandamientos he puesto por obra.

167 Mi alma ha guardado tus testimonios,

Y los he amado en gran manera.

168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios,

Porque todos mis caminos están delante de ti.

Tau

169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;

Dame entendimiento conforme a tu palabra.

170 Llegue mi oración delante de ti;

Líbrame conforme a tu dicho.

171 Mis labios rebosarán alabanza

Cuando me enseñes tus estatutos.

172 Hablará mi lengua tus dichos,

Porque todos tus mandamientos son justicia.

173 Esté tu mano pronta para socorrerme,

Porque tus mandamientos he escogido.

174 He deseado tu salvación, oh Jehová,

Y tu ley es mi delicia.

175 Viva mi alma y te alabe,

Y tus juicios me ayuden.

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,

Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa

Cántico gradual.

120 A Jehová clamé estando en angustia,

Y él me respondió.

Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso,

Y de la lengua fraudulenta.

¿Qué te dará, o qué te aprovechará,

Oh lengua engañosa?

Agudas saetas de valiente,

Con brasas de enebro.

¡Ay de mí, que moro en Mesec,

Y habito entre las tiendas de Cedar!

Mucho tiempo ha morado mi alma

Con los que aborrecen la paz.

Yo soy pacífico;

Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.

Jehová es tu guardador

Cántico gradual.

121 Alzaré mis ojos a los montes;

¿De dónde vendrá mi socorro?

Mi socorro viene de Jehová,

Que hizo los cielos y la tierra.

No dará tu pie al resbaladero,

Ni se dormirá el que te guarda.

He aquí, no se adormecerá ni dormirá

El que guarda a Israel.

Jehová es tu guardador;

Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

El sol no te fatigará de día,

Ni la luna de noche.

Jehová te guardará de todo mal;

Él guardará tu alma.

Jehová guardará tu salida y tu entrada

Desde ahora y para siempre.

Oración por la paz de Jerusalén

Cántico gradual; de David.

122 Yo me alegré con los que me decían:

A la casa de Jehová iremos.

Nuestros pies estuvieron

Dentro de tus puertas, oh Jerusalén.

Jerusalén, que se ha edificado

Como una ciudad que está bien unida entre sí.

Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH,

Conforme al testimonio dado a Israel,

Para alabar el nombre de Jehová.

Porque allá están las sillas del juicio,

Los tronos de la casa de David.

Pedid por la paz de Jerusalén;

Sean prosperados los que te aman.

Sea la paz dentro de tus muros,

Y el descanso dentro de tus palacios.

Por amor de mis hermanos y mis compañeros

Diré yo: La paz sea contigo.

Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios

Buscaré tu bien.

Plegaria pidiendo misericordia

Cántico gradual.

123 A ti alcé mis ojos,

A ti que habitas en los cielos.

He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,

Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora,

Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios,

Hasta que tenga misericordia de nosotros.

Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros,

Porque estamos muy hastiados de menosprecio.

Hastiada está nuestra alma

Del escarnio de los que están en holgura,

Y del menosprecio de los soberbios.

Alabanza por haber sido librado de los enemigos

Cántico gradual; de David.

124 A no haber estado Jehová por nosotros,

Diga ahora Israel;

A no haber estado Jehová por nosotros,

Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

Vivos nos habrían tragado entonces,

Cuando se encendió su furor contra nosotros.

Entonces nos habrían inundado las aguas;

Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.

Bendito sea Jehová,

Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.

Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores;

Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.

Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,

Que hizo el cielo y la tierra.

Dios protege a su pueblo

Cántico gradual.

125 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,

Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,

Así Jehová está alrededor de su pueblo

Desde ahora y para siempre.

Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos;

No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

Haz bien, oh Jehová, a los buenos,

Y a los que son rectos en su corazón.

Mas a los que se apartan tras sus perversidades,

Jehová los llevará con los que hacen iniquidad;

Paz sea sobre Israel.

Oración por la restauración

Cántico gradual.

126 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,

Seremos como los que sueñan.

Entonces nuestra boca se llenará de risa,

Y nuestra lengua de alabanza;

Entonces dirán entre las naciones:

Grandes cosas ha hecho Jehová con estos.

Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;

Estaremos alegres.

Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,

Como los arroyos del Neguev.

Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;

Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

La prosperidad viene de Jehová

Cántico gradual; para Salomón.

127 Si Jehová no edificare la casa,

En vano trabajan los que la edifican;

Si Jehová no guardare la ciudad,

En vano vela la guardia.

Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,

Y que comáis pan de dolores;

Pues que a su amado dará Dios el sueño.

He aquí, herencia de Jehová son los hijos;

Cosa de estima el fruto del vientre.

Como saetas en mano del valiente,

Así son los hijos habidos en la juventud.

Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;

No será avergonzado

Cuando hablare con los enemigos en la puerta.

La bienaventuranza del que teme a Jehová

Cántico gradual.

128 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,

Que anda en sus caminos.

Cuando comieres el trabajo de tus manos,

Bienaventurado serás, y te irá bien.

Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;

Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

He aquí que así será bendecido el hombre

Que teme a Jehová.

Bendígate Jehová desde Sion,

Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

Y veas a los hijos de tus hijos.

Paz sea sobre Israel.

Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sion

Cántico gradual.

129 Mucho me han angustiado desde mi juventud,

Puede decir ahora Israel;

Mucho me han angustiado desde mi juventud;

Mas no prevalecieron contra mí.

Sobre mis espaldas araron los aradores;

Hicieron largos surcos.

Jehová es justo;

Cortó las coyundas de los impíos.

Serán avergonzados y vueltos atrás

Todos los que aborrecen a Sion.

Serán como la hierba de los tejados,

Que se seca antes que crezca;

De la cual no llenó el segador su mano,

Ni sus brazos el que hace gavillas.

Ni dijeron los que pasaban:

Bendición de Jehová sea sobre vosotros;

Os bendecimos en el nombre de Jehová.

Esperanza en que Jehová dará redención

Cántico gradual.

130 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

Señor, oye mi voz;

Estén atentos tus oídos

A la voz de mi súplica.

JAH, si mirares a los pecados,

¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

Pero en ti hay perdón,

Para que seas reverenciado.

Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;

En su palabra he esperado.

Mi alma espera a Jehová

Más que los centinelas a la mañana,

Más que los vigilantes a la mañana.

Espere Israel a Jehová,

Porque en Jehová hay misericordia,

Y abundante redención con él;

Y él redimirá a Israel

De todos sus pecados.(W)

Confiando en Dios como un niño

Cántico gradual; de David.

131 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;

Ni anduve en grandezas,

Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

En verdad que me he comportado y he acallado mi alma

Como un niño destetado de su madre;

Como un niño destetado está mi alma.

Espera, oh Israel, en Jehová,

Desde ahora y para siempre.

Plegaria por bendición sobre el santuario

Cántico gradual.

132 Acuérdate, oh Jehová, de David,

Y de toda su aflicción;

De cómo juró a Jehová,

Y prometió al Fuerte de Jacob:

No entraré en la morada de mi casa,

Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

No daré sueño a mis ojos,

Ni a mis párpados adormecimiento,

Hasta que halle lugar para Jehová,

Morada para el Fuerte de Jacob.

He aquí en Efrata lo oímos;

Lo hallamos en los campos del bosque.

Entraremos en su tabernáculo;

Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,

Tú y el arca de tu poder.

Tus sacerdotes se vistan de justicia,

Y se regocijen tus santos.

10 Por amor de David tu siervo

No vuelvas de tu ungido el rostro.(X)

11 En verdad juró Jehová a David,

Y no se retractará de ello:

De tu descendencia pondré sobre tu trono.(Y)

12 Si tus hijos guardaren mi pacto,

Y mi testimonio que yo les enseñaré,

Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

13 Porque Jehová ha elegido a Sion;

La quiso por habitación para sí.

14 Este es para siempre el lugar de mi reposo;

Aquí habitaré, porque la he querido.

15 Bendeciré abundantemente su provisión;

A sus pobres saciaré de pan.

16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,

Y sus santos darán voces de júbilo.

17 Allí haré retoñar el poder de David;

He dispuesto lámpara a mi ungido.(Z)

18 A sus enemigos vestiré de confusión,

Mas sobre él florecerá su corona.

La bienaventuranza del amor fraternal

Cántico gradual; de David.

133 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es

Habitar los hermanos juntos en armonía!

Es como el buen óleo sobre la cabeza,

El cual desciende sobre la barba,

La barba de Aarón,

Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

Como el rocío de Hermón,

Que desciende sobre los montes de Sion;

Porque allí envía Jehová bendición,

Y vida eterna.

Exhortación a los guardas del templo

Cántico gradual.

134 Mirad, bendecid a Jehová,

Vosotros todos los siervos de Jehová,

Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.

Alzad vuestras manos al santuario,

Y bendecid a Jehová.

Desde Sion te bendiga Jehová,

El cual ha hecho los cielos y la tierra.

La grandeza del Señor y la vanidad de los ídolos

Aleluya.

135 Alabad el nombre de Jehová;

Alabadle, siervos de Jehová;

Los que estáis en la casa de Jehová,

En los atrios de la casa de nuestro Dios.

Alabad a JAH, porque él es bueno;

Cantad salmos a su nombre, porque él es benigno.

Porque JAH ha escogido a Jacob para sí,

A Israel por posesión suya.

Porque yo sé que Jehová es grande,

Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

Todo lo que Jehová quiere, lo hace,

En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

Hace subir las nubes de los extremos de la tierra;

Hace los relámpagos para la lluvia;

Saca de sus depósitos los vientos.

Él es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto,

Desde el hombre hasta la bestia.

Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,

Contra Faraón, y contra todos sus siervos.

10 Destruyó a muchas naciones,

Y mató a reyes poderosos;

11 A Sehón rey amorreo,

A Og rey de Basán,

Y a todos los reyes de Canaán.

12 Y dio la tierra de ellos en heredad,

En heredad a Israel su pueblo.

13 Oh Jehová, eterno es tu nombre;

Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.

14 Porque Jehová juzgará a su pueblo,

Y se compadecerá de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son plata y oro,

Obra de manos de hombres.

16 Tienen boca, y no hablan;

Tienen ojos, y no ven;

17 Tienen orejas, y no oyen;

Tampoco hay aliento en sus bocas.

18 Semejantes a ellos son los que los hacen,

Y todos los que en ellos confían.(AA)

19 Casa de Israel, bendecid a Jehová;

Casa de Aarón, bendecid a Jehová;

20 Casa de Leví, bendecid a Jehová;

Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.

21 Desde Sion sea bendecido Jehová,

Quien mora en Jerusalén.

Aleluya.

Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

136 Alabad a Jehová, porque él es bueno,

Porque para siempre es su misericordia.(AB)

Alabad al Dios de los dioses,

Porque para siempre es su misericordia.

Alabad al Señor de los señores,

Porque para siempre es su misericordia.