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24 Nuevamente el ángel del Señor se paró en el lugar donde el camino se estrechaba entre dos muros de viñas. 25 Cuando la burra lo vio allí se espantó y apretó el pie de Balán contra la pared. Él azotó nuevamente a la burra.

26 Entonces el ángel del Señor siguió por el camino y se paró en un lugar tan estrecho que la burra no podía pasar por ningún lado.

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