Add parallel Print Page Options

se le acercó una mujer. Llevaba un vaso de alabastro con un perfume muy caro, que derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.(A) Al ver esto, los discípulos se enojaron y dijeron: «¿Pero qué desperdicio es éste? ¡Pudo haberse vendido esto por mucho dinero, y ser dado a los pobres!»

Read full chapter