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Porque yo, el[a] Señor, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos[b](A).

El pago de los diezmos

Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis estatutos y no los habéis guardado(B). Volved a mí y yo volveré a vosotros —dice el Señor de los ejércitos(C). Pero decís: «¿Cómo hemos de volver?». ¿Robará[c] el hombre a Dios? Pues vosotros me estáis robando. Pero decís: «¿En qué te hemos robado?». En los diezmos y en las ofrendas[d](D). Con maldición estáis malditos(E), porque vosotros, la nación entera, me estáis robando[e]. 10 Traed todo el diezmo(F) al alfolí[f], para que haya alimento[g] en mi casa; y ponedme ahora a prueba en esto —dice el Señor de los ejércitos— si no os abriré las ventanas del cielo(G), y derramaré para vosotros bendición(H) hasta que sobreabunde[h](I). 11 Por vosotros reprenderé al devorador, para que no os destruya los frutos del suelo(J); ni vuestra vid en el campo será estéril —dice el Señor de los ejércitos. 12 Y todas las naciones os llamarán bienaventurados(K), porque seréis una tierra de delicias(L) —dice el Señor de los ejércitos.

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Notas al pie

  1. Malaquías 3:6 O, Yo soy el
  2. Malaquías 3:6 O, acabados
  3. Malaquías 3:8 O, Defraudará
  4. Malaquías 3:8 U, ofrendas alzadas
  5. Malaquías 3:9 O, defraudando
  6. Malaquías 3:10 Lit., a la casa del tesoro
  7. Malaquías 3:10 Lit., presa
  8. Malaquías 3:10 O, no haya suficiente lugar

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