Lucas 8
Nueva Biblia de las Américas
Mujeres que servían a Jesús
8 Poco[a] después, Jesús comenzó a recorrer las ciudades y aldeas, proclamando y anunciando las buenas nuevas[b] del reino de Dios(A). Con Él iban los doce discípulos, 2 y también algunas mujeres(B) que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, llamada Magdalena(C), de la que habían salido siete demonios; 3 Juana, mujer de Chuza, mayordomo(D) de Herodes(E); Susana y muchas otras que de sus bienes personales contribuían al sostenimiento de ellos.
Parábola del sembrador
4 (F)Habiéndose congregado una gran multitud y los que de varias ciudades acudían a Jesús, entonces les habló por medio de una parábola: 5 «El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrarla, una parte cayó junto al camino, y fue pisoteada y las aves del cielo se la comieron. 6 Otra parte cayó sobre la roca, y tan pronto como creció, se secó, porque no tenía humedad. 7 Otra parte cayó en medio de los espinos; y los espinos, al crecer con ella, la ahogaron. 8 Y otra parte cayó en tierra buena, y creció y produjo una cosecha a ciento por uno». Al hablar estas cosas, Jesús exclamaba: «El que tiene oídos para oír, que oiga(G)».
Explicación de la parábola
9 (H)Sus discípulos le preguntaban qué quería decir esta parábola, 10 y Él respondió: «A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios(I), pero a los demás les hablo en parábolas, para que viendo, no vean; y oyendo, no entiendan(J).
11 La parábola es esta: la semilla es la palabra de Dios(K) . 12 Aquellos a lo largo del camino son los que han oído, pero después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven. 13 Aquellos sobre la roca son los que, cuando oyen, reciben la palabra con gozo; pero[c]no tienen raíz profunda; creen[d]por algún tiempo, y en el momento de la tentación sucumben. 14 La semilla que cayó entre los espinos, son los que han oído, y al continuar su camino son ahogados por las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, y su fruto no madura. 15 Pero la semilla en la tierra buena, son los que han oído la palabra con corazón recto y bueno, y la retienen, y dan fruto con su perseverancia.
16 »Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz(L) . 17 Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz(M).
18 »Por tanto, tengan cuidado de cómo oyen; porque al que tiene, más le será dado; y al que no tiene, aun lo que cree que tiene[e] se le quitará(N) ».
La madre y los hermanos de Jesús
19 (O)Entonces la madre y los hermanos de Jesús llegaron a donde Él estaba, pero no podían acercarse a Él debido al gentío. 20 «Tu madre y Tus hermanos están afuera y te quieren ver», le avisaron. 21 Pero Él les respondió: «Mi madre y Mis hermanos son estos que oyen la palabra de Dios y la hacen(P)».
Jesús calma la tempestad
22 (Q)Uno de aquellos días, Jesús entró en una barca con Sus discípulos, y les dijo: «Pasemos al otro lado del lago(R)». Y se hicieron a la mar. 23 Pero mientras ellos navegaban, Él se durmió; y una violenta tempestad[f] descendió sobre el lago(S), y comenzaron a hundirse y corrían peligro.
24 Llegándose a Jesús, lo despertaron, diciendo: «¡Maestro, Maestro(T), que perecemos!». Y Él, levantándose, reprendió(U) al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma. 25 «¿Dónde está la fe de ustedes?», les dijo. Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: «¿Quién, pues, es Este que aun a los vientos y al agua manda y lo obedecen?».
El endemoniado gadareno
26 (V)Entonces navegaron hacia la tierra de los gadarenos[g] que está al lado opuesto de Galilea. 27 Cuando Jesús bajó a tierra, le salió al encuentro un hombre de la ciudad poseído por demonios, y que por mucho tiempo no se había puesto ropa alguna, ni vivía en una casa sino en los sepulcros. 28 Al ver a Jesús, gritó y cayó delante de Él, y dijo en alta voz: «¿Qué tienes Tú que ver conmigo[h], Jesús, Hijo del Dios(W) Altísimo? Te ruego que no me atormentes(X)».
29 Porque Él mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, pues muchas veces[i] se había apoderado de él, y[j] estaba atado con cadenas y grillos y bajo guardia; a pesar de todo rompía las ataduras y era llevado por el demonio a los desiertos. 30 Entonces Jesús le preguntó: «¿Cómo te llamas?». «Legión(Y)», contestó; porque muchos demonios habían entrado en él.
31 Y le rogaban que no les ordenara irse al abismo(Z). 32 Había una manada de muchos cerdos paciendo allí en el monte; y los demonios le rogaron que les permitiera entrar en los cerdos[k]. Y Él les dio permiso. 33 Los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos, y la manada se precipitó por el despeñadero al lago(AA) y se ahogaron.
34 Cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos. 35 Salió entonces la gente a ver qué había sucedido; y vinieron a Jesús, y encontraron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús(AB), vestido y en su cabal juicio, y se llenaron de temor. 36 Los que lo habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado(AC) había sido sanado[l]. 37 Entonces toda la gente[m] de la región alrededor de los gadarenos le pidió a Jesús que se alejara de ellos, porque estaban poseídos de un gran temor. Y Él, entrando a una barca, regresó.
38 (AD)Pero el hombre de quien habían salido los demonios le rogaba que le permitiera estar con Él[n]; pero Jesús lo despidió, diciendo: 39 «Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas[o]Dios ha hecho por ti». Y él se fue, proclamando por toda la ciudad cuán grandes cosas[p] Jesús había hecho por él.
Jairo ruega por su hija
40 Cuando Jesús volvió, la multitud lo recibió con gozo(AE), porque todos lo habían estado esperando. 41 (AF)Entonces llegó un hombre llamado Jairo, que era un oficial[q] de la sinagoga(AG). Cayendo a los pies de Jesús, le rogaba que entrara a su casa; 42 porque tenía una hija única[r], como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras Él iba, la muchedumbre lo apretaba.
Jesús sana a una mujer
43 Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía[s], sin que nadie pudiera curarla, 44 se acercó a Jesús por detrás y tocó el borde de Su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre. 45 Y Jesús preguntó: «¿Quién es el que me ha tocado?». Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban[t]: «Maestro(AH), las multitudes te aprietan y te oprimen».
46 Pero Jesús dijo: «Alguien me tocó, porque me di cuenta de que había salido poder(AI)de Mí». 47 Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de Él, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual lo había tocado, y cómo al instante había sido sanada. 48 Y Él le dijo: «Hija, tu fe te ha sanado[u](AJ); vete en paz(AK)».
Jesús resucita a la hija de Jairo
49 Mientras Jesús estaba todavía hablando, vino* alguien de la casa de Jairo, oficial de la sinagoga(AL), diciendo: «Tu hija ha muerto; no molestes más al Maestro». 50 Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: «No temas(AM); cree solamente, y ella será sanada[v]». 51 Al llegar Jesús a la casa, no permitió que nadie entrara con Él sino solo Pedro, Juan y Jacobo[w], y el padre y la madre de la muchacha. 52 Todos la lloraban y se lamentaban(AN); pero Él dijo: «No lloren, porque no ha muerto, sino que duerme(AO)».
53 Y se burlaban de Él, sabiendo que ella había muerto. 54 Pero Él, tomándola de la mano, clamó, diciendo: «¡Niña, levántate!». 55 Entonces le volvió a ella su espíritu y se levantó al instante, y Jesús mandó que le dieran de comer. 56 Sus padres estaban asombrados, pero Él les encargó que no dijeran a nadie(AP) lo que había sucedido.
Footnotes
- 8:1 Lit. Y sucedió.
- 8:1 O el evangelio.
- 8:13 Lit. y.
- 8:13 Lit. quienes creen.
- 8:18 O parece tener.
- 8:23 Lit. tempestad de viento.
- 8:26 Otros mss. dicen: guerasenos, o guerguesenos, y así en el vers. 37.
- 8:28 Lit. ¿Qué a mí y a ti.
- 8:29 Algunas versiones traducen: que hacía mucho tiempo.
- 8:29 O le había atacado con fuerza, y.
- 8:32 Lit. a ellos.
- 8:36 Lit. salvado.
- 8:37 Lit. la multitud.
- 8:38 Lit. estar con Él.
- 8:39 O todo lo que.
- 8:39 O todo lo que.
- 8:41 O principal.
- 8:42 O solo una hija.
- 8:43 Algunos mss. antiguos no incluyen: y que había…cuanto tenía.
- 8:45 Algunos mss. antiguos no incluyen: y los... estaban.
- 8:48 Lit. salvado.
- 8:50 Lit. salvada.
- 8:51 O Santiago.
Lucas 8
Nueva Versión Internacional
Parábola del sembrador(A)
8 Después de esto, Jesús estuvo recorriendo los pueblos y las aldeas, proclamando las buenas noticias del reino de Dios. Lo acompañaban los doce 2 y también algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y de enfermedades: María, a la que llamaban Magdalena y de la que habían salido siete demonios; 3 Juana, esposa de Cuza, el administrador de Herodes; Susana y muchas más que los ayudaban con sus propios recursos.
4 De cada pueblo salía gente para ver a Jesús y cuando se reunió una gran multitud, él contó esta parábola: 5 «Un sembrador salió a sembrar. Al esparcir las semillas, una parte cayó junto al camino; fue pisoteada y los pájaros se la comieron. 6 Otra parte cayó sobre las piedras y cuando brotó, las plantas se secaron por falta de humedad. 7 Otra parte cayó entre espinos que, al crecer junto con las semillas, ahogaron las plantas. 8 Pero otra parte cayó en buen terreno; así que brotó y produjo una cosecha del ciento por uno».
Dicho esto, exclamó: «El que tenga oídos para oír, que oiga».
9 Sus discípulos preguntaron cuál era el significado de esta parábola. 10 Jesús respondió:
«A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del reino de Dios; pero a los demás se les habla por medio de parábolas para que
»“aunque miren, no vean;
aunque oigan, no entiendan”.[a]
11 »Este es el significado de la parábola: La semilla es la palabra de Dios. 12 Los que están junto al camino son los que oyen, pero luego viene el diablo y les quita la palabra del corazón, no sea que crean y se salven. 13 Los que están sobre las piedras son los que reciben la palabra con alegría cuando la oyen, pero no tienen raíz. Estos creen por algún tiempo, pero se apartan cuando llega la prueba. 14 La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran. 15 Pero la parte que cayó en buen terreno son los que oyen la palabra con corazón noble y bueno, la retienen y, como perseveran, producen una buena cosecha.
Una lámpara en una repisa
16 »Nadie enciende una lámpara para después cubrirla con una vasija o ponerla debajo de la cama, sino para ponerla en un candelero, a fin de que los que entren tengan luz. 17 Porque no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada oculto que no llegue a conocerse públicamente. 18 Por lo tanto, pongan mucha atención. Al que tiene se le dará más; al que no tiene hasta lo que cree tener se le quitará».
La madre y los hermanos de Jesús(B)
19 La madre y los hermanos de Jesús fueron a verlo, pero, como había mucha gente, no lograban acercársele.
20 —Tu madre y tus hermanos están afuera y quieren verte —le avisaron.
21 Pero él contestó:
—Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra de Dios y la ponen en práctica.
Jesús calma la tormenta(C)
22 Un día subió Jesús con sus discípulos a una barca.
—Crucemos al otro lado del lago —dijo.
Así que partieron, 23 y mientras navegaban, él se durmió. Entonces se desató una tormenta sobre el lago, de modo que la barca comenzó a inundarse y corrían gran peligro.
24 Los discípulos fueron a despertarlo.
—¡Maestro, Maestro, nos vamos a ahogar! —gritaron.
Él se levantó y reprendió al viento y a las olas; la tormenta se apaciguó y todo quedó tranquilo.
25 —¿Dónde está la fe de ustedes? —preguntó a sus discípulos.
Con temor y asombro ellos se decían unos a otros: «¿Quién es este que manda aun a los vientos y al agua, y le obedecen?».
Liberación de un endemoniado(D)(E)
26 Navegaron hasta la región de los gerasenos,[b] que está al otro lado del lago, frente a Galilea. 27 Al desembarcar Jesús, un endemoniado que venía del pueblo salió a su encuentro. Hacía mucho tiempo que este hombre no se vestía; tampoco vivía en una casa, sino en los sepulcros. 28 Cuando vio a Jesús, dio un grito y se arrojó a sus pies. Entonces exclamó con fuerza:
—¿Por qué te entrometes, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? ¡Te ruego que no me atormentes!
29 Es que Jesús había ordenado al espíritu maligno que saliera del hombre. Se había apoderado de él muchas veces y, aunque le sujetaban los pies y las manos con cadenas y lo mantenían bajo custodia, rompía las cadenas y el demonio lo arrastraba a lugares solitarios.
30 —¿Cómo te llamas? —le preguntó Jesús.
—Legión —respondió, ya que habían entrado en él muchos demonios.
31 Y estos suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo. 32 En una colina estaba alimentándose una manada de muchos cerdos. Entonces los demonios rogaron a Jesús que los dejara entrar en ellos. Así que él les dio permiso. 33 Cuando los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos; entonces la manada se precipitó al lago por el despeñadero y se ahogó.
34 Al ver lo sucedido, los que cuidaban los cerdos huyeron y avisaron en el pueblo y por los campos, 35 por lo que la gente salió a ver lo que había pasado. Llegaron adonde estaba Jesús y encontraron, sentado a sus pies, al hombre de quien habían salido los demonios. Cuando lo vieron vestido y en su sano juicio, tuvieron miedo. 36 Los que habían presenciado estas cosas contaron a la gente cómo el endemoniado había sido sanado. 37 Entonces toda la gente de la región de los gerasenos pidió a Jesús que se fuera de allí, porque les había entrado mucho miedo. Así que él subió a la barca para irse.
38 Ahora bien, el hombre de quien habían salido los demonios rogaba que le permitiera acompañarlo, pero Jesús lo despidió y dijo:
39 —Vuelve a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti.
Así que el hombre se fue y proclamó por todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él.
Una niña muerta y una mujer enferma(F)
40 Cuando Jesús regresó, la multitud se alegró de verlo, pues todos estaban esperándolo. 41 En esto llegó un hombre llamado Jairo, que era jefe de la sinagoga. Se arrojó a los pies de Jesús y le suplicó que fuera a su casa 42 porque su única hija, de unos doce años, estaba muriendo.
Jesús se puso en camino y las multitudes se agolpaban sobre él. 43 Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias,[c] sin que nadie pudiera sanarla. Había gastado todo lo que tenía en médicos. 44 Ella se le acercó por detrás, tocó el borde de su manto y al instante cesó su hemorragia.
45 —¿Quién me ha tocado? —preguntó Jesús.
Como todos negaban haberlo tocado, Pedro le dijo:
—Maestro, son multitudes las que te aprietan y te oprimen.
46 —No, alguien me ha tocado —respondió Jesús—; yo sé que de mí ha salido poder.
47 La mujer, al ver que no podía pasar inadvertida, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.
48 —¡Hija, tu fe te ha sanado! —dijo Jesús—. Vete en paz.
49 Todavía estaba hablando Jesús cuando alguien llegó de la casa de Jairo, jefe de la sinagoga, para decirle:
—Tu hija ha muerto. No molestes más al Maestro.
50 Al oír esto, Jesús dijo a Jairo:
—No tengas miedo; nada más cree y ella será sanada.
51 Cuando llegó a la casa de Jairo, no dejó que nadie entrara con él, excepto Pedro, Juan y Santiago, y también el padre y la madre de la niña. 52 Todos estaban llorando muy afligidos por ella.
—Dejen de llorar —dijo Jesús—. No está muerta, sino dormida.
53 Entonces ellos empezaron a burlarse de él porque sabían que estaba muerta. 54 Pero él la tomó de la mano y dijo:
—¡Niña, levántate!
55 Ella recobró la vida[d] y al instante se levantó. Jesús mandó a darle de comer. 56 Los padres se quedaron atónitos, pero él les advirtió que no contaran a nadie lo que había sucedido.
Luke 8
New King James Version
Many Women Minister to Jesus
8 Now it came to pass, afterward, that He went through every city and village, preaching and [a]bringing the glad tidings of the kingdom of God. And the twelve were with Him, 2 and (A)certain women who had been healed of evil spirits and [b]infirmities—Mary called Magdalene, (B)out of whom had come seven demons, 3 and Joanna the wife of Chuza, Herod’s steward, and Susanna, and many others who provided for [c]Him from their [d]substance.
The Parable of the Sower(C)
4 (D)And when a great multitude had gathered, and they had come to Him from every city, He spoke by a parable: 5 “A sower went out to sow his seed. And as he sowed, some fell by the wayside; and it was trampled down, and the birds of the air devoured it. 6 Some fell on rock; and as soon as it sprang up, it withered away because it lacked moisture. 7 And some fell among thorns, and the thorns sprang up with it and choked it. 8 But others fell on good ground, sprang up, and yielded [e]a crop a hundredfold.” When He had said these things He cried, (E)“He who has ears to hear, let him hear!”
The Purpose of Parables(F)
9 (G)Then His disciples asked Him, saying, “What does this parable mean?”
10 And He said, “To you it has been given to know the [f]mysteries of the kingdom of God, but to the rest it is given in parables, that
(H)‘Seeing they may not see,
And hearing they may not understand.’
The Parable of the Sower Explained(I)
11 (J)“Now the parable is this: The seed is the (K)word of God. 12 Those by the wayside are the ones who hear; then the devil comes and takes away the word out of their hearts, lest they should believe and be saved. 13 But the ones on the rock are those who, when they hear, receive the word with joy; and these have no root, who believe for a while and in time of [g]temptation fall away. 14 Now the ones that fell among thorns are those who, when they have heard, go out and are choked with cares, (L)riches, and pleasures of life, and bring no fruit to maturity. 15 But the ones that fell on the good ground are those who, having heard the word with a noble and good heart, keep it and bear fruit with (M)patience.[h]
The Parable of the Revealed Light(N)
16 (O)“No one, when he has lit a lamp, covers it with a vessel or puts it under a bed, but sets it on a lampstand, that those who enter may see the (P)light. 17 (Q)For nothing is secret that will not be (R)revealed, nor anything hidden that will not be known and come to light. 18 Therefore take heed how you hear. (S)For whoever has, to him more will be given; and whoever does not have, even what he [i]seems to (T)have will be taken from him.”
Jesus’ Mother and Brothers Come to Him(U)
19 (V)Then His mother and brothers came to Him, and could not approach Him because of the crowd. 20 And it was told Him by some, who said, “Your mother and Your brothers are standing outside, desiring to see You.”
21 But He answered and said to them, “My mother and My brothers are these who hear the word of God and do it.”
Wind and Wave Obey Jesus(W)
22 (X)Now it happened, on a certain day, that He got into a boat with His disciples. And He said to them, “Let us cross over to the other side of the lake.” And they launched out. 23 But as they sailed He fell asleep. And a windstorm came down on the lake, and they were filling with water, and were in [j]jeopardy. 24 And they came to Him and awoke Him, saying, “Master, Master, we are perishing!”
Then He arose and rebuked the wind and the raging of the water. And they ceased, and there was a calm. 25 But He said to them, (Y)“Where is your faith?”
And they were afraid, and marveled, saying to one another, (Z)“Who can this be? For He commands even the winds and water, and they obey Him!”
A Demon-Possessed Man Healed(AA)
26 (AB)Then they sailed to the country of the [k]Gadarenes, which is opposite Galilee. 27 And when He stepped out on the land, there met Him a certain man from the city who had demons [l]for a long time. And he wore no clothes, nor did he live in a house but in the tombs. 28 When he saw Jesus, he (AC)cried out, fell down before Him, and with a loud voice said, (AD)“What have I to do with (AE)You, Jesus, Son of the Most High God? I beg You, do not torment me!” 29 For He had commanded the unclean spirit to come out of the man. For it had often seized him, and he was kept under guard, bound with chains and shackles; and he broke the bonds and was driven by the demon into the wilderness.
30 Jesus asked him, saying, “What is your name?”
And he said, “Legion,” because many demons had entered him. 31 And they begged Him that He would not command them to go out (AF)into the abyss.
32 Now a herd of many (AG)swine was feeding there on the mountain. So they begged Him that He would permit them to enter them. And He permitted them. 33 Then the demons went out of the man and entered the swine, and the herd ran violently down the steep place into the lake and drowned.
34 When those who fed them saw what had happened, they fled and told it in the city and in the country. 35 Then they went out to see what had happened, and came to Jesus, and found the man from whom the demons had departed, (AH)sitting at the (AI)feet of Jesus, clothed and in his (AJ)right mind. And they were afraid. 36 They also who had seen it told them by what means he who had been demon-possessed was [m]healed. 37 (AK)Then the whole multitude of the surrounding region of the [n]Gadarenes (AL)asked Him to (AM)depart from them, for they were seized with great (AN)fear. And He got into the boat and returned.
38 Now (AO)the man from whom the demons had departed begged Him that he might be with Him. But Jesus sent him away, saying, 39 “Return to your own house, and tell what great things God has done for you.” And he went his way and proclaimed throughout the whole city what great things Jesus had done for him.
A Girl Restored to Life and a Woman Healed
40 So it was, when Jesus returned, that the multitude welcomed Him, for they were all waiting for Him. 41 (AP)And behold, there came a man named Jairus, and he was a ruler of the synagogue. And he fell down at Jesus’ feet and begged Him to come to his house, 42 for he had an only daughter about twelve years of age, and she (AQ)was dying.
But as He went, the multitudes thronged Him. 43 (AR)Now a woman, having a (AS)flow of blood for twelve years, who had spent all her livelihood on physicians and could not be healed by any, 44 came from behind and (AT)touched the border of His garment. And immediately her flow of blood stopped.
45 And Jesus said, “Who touched Me?”
When all denied it, Peter [o]and those with him said, “Master, the multitudes throng and press You, [p]and You say, ‘Who touched Me?’ ”
46 But Jesus said, “Somebody touched Me, for I perceived (AU)power going out from Me.” 47 Now when the woman saw that she was not hidden, she came trembling; and falling down before Him, she declared to Him in the presence of all the people the reason she had touched Him and how she was healed immediately.
48 And He said to her, “Daughter, [q]be of good cheer; (AV)your faith has made you well. (AW)Go in peace.”
49 (AX)While He was still speaking, someone came from the ruler of the synagogue’s house, saying to him, “Your daughter is dead. Do not trouble the [r]Teacher.”
50 But when Jesus heard it, He answered him, saying, “Do not be afraid; (AY)only believe, and she will be made well.” 51 When He came into the house, He permitted no one to go [s]in except [t]Peter, James, and John, and the father and mother of the girl. 52 Now all wept and mourned for her; but He said, (AZ)“Do not weep; she is not dead, (BA)but sleeping.” 53 And they ridiculed Him, knowing that she was dead.
54 But He [u]put them all outside, took her by the hand and called, saying, “Little girl, (BB)arise.” 55 Then her spirit returned, and she arose immediately. And He commanded that she be given something to eat. 56 And her parents were astonished, but (BC)He charged them to tell no one what had happened.
Footnotes
- Luke 8:1 proclaiming the good news
- Luke 8:2 sicknesses
- Luke 8:3 NU, M them
- Luke 8:3 possessions
- Luke 8:8 Lit. fruit
- Luke 8:10 secret or hidden truths
- Luke 8:13 testing
- Luke 8:15 endurance
- Luke 8:18 thinks that he has
- Luke 8:23 danger
- Luke 8:26 NU Gerasenes
- Luke 8:27 NU and for a long time wore no clothes
- Luke 8:36 delivered
- Luke 8:37 NU Gerasenes
- Luke 8:45 NU omits and those with him
- Luke 8:45 NU omits the rest of v. 45.
- Luke 8:48 NU omits be of good cheer
- Luke 8:49 NU adds anymore
- Luke 8:51 NU adds with Him
- Luke 8:51 NU, M Peter, John, and James
- Luke 8:54 NU omits put them all outside
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