Add parallel Print Page Options

Babilonia ha sido como copa de oro en las manos del Señor,
    copa que hizo emborrachar a todo el mundo.
Las naciones bebieron del vino de Babilonia
    y se enloquecieron.
Pero repentinamente, cayó también Babilonia.
    Lloren por ella.
Denle medicina;
    quizá todavía pueda sanarse.
La habríamos ayudado si hubiéramos podido,
    pero ya nada se puede hacer por ella.
Déjenla ir; abandónenla.
    Regresen ahora a su propio país.
Pues su castigo llega hasta los cielos;
    es tan grande que no se puede medir.

Read full chapter

Copa de oro fue Babilonia en la mano de Jehová, que embriagó a toda la tierra; de su vino bebieron los pueblos;(A) se aturdieron, por tanto, las naciones. En un momento cayó Babilonia, y se despedazó; gemid sobre ella; tomad bálsamo para su dolor, quizá sane. Curamos a Babilonia, y no ha sanado; dejadla, y vámonos cada uno a su tierra; porque ha llegado hasta el cielo su juicio,(B) y se ha alzado hasta las nubes.

Read full chapter