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Pues el Señor aplastó tu poder malvado
    y puso fin a tu reino perverso.
Atacabas al pueblo con incesantes golpes de furia
    y dominabas a las naciones dentro de tu poder sofocante
    con una tiranía implacable.
Sin embargo, finalmente la tierra está en reposo y tranquila.
    ¡Ahora puede volver a cantar!
Hasta los árboles del bosque
    —los cipreses y los cedros del Líbano—
    cantan esta alegre canción:
“¡Dado que te talaron,
    nadie vendrá ahora para talarnos a nosotros!”.

»En el lugar de los muertos[a] hay mucha emoción
    por tu llegada.
Los espíritus de los líderes mundiales y de los reyes poderosos que murieron hace tiempo
    se ponen de pie para verte llegar.
10 Todos exclaman a una voz:
    “¡Ahora eres tan débil como nosotros!
11 Tu poder y tu fuerza fueron enterrados contigo.[b]
    En tu palacio ha cesado el sonido del arpa.
Ahora los gusanos son tu sábana,
    y las lombrices, tu manta”.

12 »¡Cómo has caído del cielo,
    oh estrella luciente, hijo de la mañana!
Has sido arrojado a la tierra,
    tú que destruías a las naciones del mundo.
13 Pues te decías a ti mismo:
    “Subiré al cielo para poner mi trono por encima de las estrellas de Dios.
Voy a presidir en el monte de los dioses,
    muy lejos en el norte.[c]
14 Escalaré hasta los cielos más altos
    y seré como el Altísimo”.
15 En cambio, serás bajado al lugar de los muertos,
    a las profundidades más hondas.

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Footnotes

  1. 14:9 En hebreo el Seol; similar en 14:15.
  2. 14:11 En hebreo fueron bajados al Seol.
  3. 14:13 O en las alturas de Zafón.

Quebró el Señor la vara de los malvados;
    rompió el bastón de los tiranos
que con furia y continuos golpes
    castigaba a los pueblos,
que con implacable enojo
    dominaba y perseguía a las naciones.
Toda la tierra descansa tranquila
    y prorrumpe en gritos de alegría.
Hasta los pinos y cedros del Líbano
    se burlan de ti y te dicen:
«Desde que yaces tendido,
    nadie viene a derribarnos».
Allá en lo profundo, por tu causa,
    el sepulcro se estremece
    al salir a tu encuentro;
por tu causa despierta a los muertos,
    a los que fueron jefes de la tierra.
Hace que los reyes de todas las naciones
    se levanten de sus tronos.
10 Todos ellos responden y te dicen:
    «¡También tú te has debilitado!
    ¡Ya eres uno más de los nuestros!»
11 Tu majestad ha sido arrojada al sepulcro,
    junto con el sonido de tus arpas.
¡Duermes entre gusanos,
    y te cubren las lombrices!
12 ¡Cómo has caído del cielo,
    lucero de la mañana!
Tú, que sometías a las naciones,
    has caído por tierra.
13 Decías en tu corazón:
    «Subiré hasta los cielos.
¡Levantaré mi trono
    por encima de las estrellas de Dios!
Gobernaré desde el extremo norte,
    en el monte de la reunión.[a]
14 Subiré a lo alto de las nubes,
    seré semejante al Altísimo».
15 ¡Pero has sido arrojado al sepulcro,
    a lo más profundo de la fosa!

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Footnotes

  1. 14:13 monte de la reunión. Lit. monte de la asamblea.

Rompió el Señor el cetro del malvado,
el bastón de mando del tirano:
machacaba pueblos con saña,
sacudiendo un golpe tras otro;
oprimía con rabia a las naciones,
las perseguía de forma implacable.
Ahora descansa tranquila la tierra
y prorrumpe en gritos de júbilo;
se alegran por ti los cipreses,
se alegran los cedros del Líbano.
Desde que pereciste no ha vuelto a subir
contra nosotros el leñador.
El reino de los muertos se estremece
en lo profundo al salir a tu encuentro,
despertando en tu honor a las sombras,
a los grandes del mundo,
haciendo que se alcen de sus tronos
los reyes de los pueblos.
10 Todos te entonan un canto:
¡También tú estás consumido,
ya eres parecido a nosotros
11 y entierras tu fausto
en el reino de los muertos
con el son melodioso de tus arpas!
Te acuestas en lecho de gusanos,
te cubre una colcha de lombrices.
12 ¡Cómo has caído del cielo,
lucero, hijo de la aurora!
¡Cómo yaces ahora por tierra,
tú, sometedor de naciones!
13 Tú, que solías decirte:
“Voy a escalar el cielo;
por encima de los astros divinos
pienso establecer mi trono.
Me sentaré en el monte de los dioses,
allá por los confines del norte;
14 cabalgaré en las crestas de las nubes
y seré lo mismo que el Altísimo”.
15 Pero acabaste hundido
en el reino de los muertos,
en lo más profundo de la fosa.

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El SEÑOR quebró el bastón del perverso,
    el cetro del tirano,
que sin parar golpeaba furiosamente a las naciones;
    oprimiendo a las naciones con enojo,
    persiguiéndolas sin parar.
Ahora toda la tierra descansa y está tranquila;
    la gente comienza a celebrar.
Hasta los pinos y los cedros del Líbano
    se alegran de tu derrota, pues:
«Desde que tú has caído,
    nadie ha venido a talarnos».

Allá abajo en el lugar de los muertos[a],
    todo es emoción en espera de tu llegada.
Las sombras de los muertos se levantan,
    salen a tu encuentro todos los líderes de la tierra,
    los reyes se levantan de sus tronos.
10 Todos ellos responderán y te dirán:
    «Tú también perdiste fuerza como nosotros,
    terminaste igual».
11 Al lugar de los muertos vino a parar tu orgullo
    y la música de tus arpas.
Allí te espera tu cama de gusanos
    y tu cobija de lombrices.
12 ¡Qué caída tuviste desde los cielos,
    lucero de la mañana!
Tú que conquistaste las naciones,
    ¡cómo caíste derribado por el suelo!
13 Tú te decías: «Subiré al cielo,
    levantaré mi trono sobre las estrellas de Dios.
Visitaré la montaña donde los dioses se reúnen,
    allá en las laderas del Safón[b].
14 Subiré bien arriba,
    por encima de las nubes más altas
    y seré como el Altísimo».
15 Pero has sido derribado hasta el lugar de los muertos,
    a las profundidades del abismo.

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Footnotes

  1. 14:9 lugar de los muertos Textualmente Seol. Igual en 14:11, 15; 28:15, 18; 38:10, 18; 57:9.
  2. 14:13 Safón Esta palabra hebrea significa norte o escondido. Hace referencia al monte donde los cananeos creían que se reunían los dioses. Probablemente el monte Casio, al norte de la costa de Siria.

5-6 »Dios ha destruido por completo
a los malvados reyes de Babilonia.
Ya no seguirán maltratando
sin compasión a los pueblos.

»Ahora, toda la tierra está en paz
y canta de alegría.
Hasta los pinos y los cedros del Líbano
se alegran de tu ruina y dicen:

“Rey de Babilonia,
ya fuiste derrotado;
ahora nadie volverá a derribarnos”.

»En el reino de la muerte
hay un gran alboroto:
los muertos han despertado
y salen a recibir al rey de Babilonia.
Todos los reyes que allí están
se levantan de sus tronos
y salen a su encuentro.
10 Todos ellos le dicen:

“También tú has perdido tu fuerza,
ahora eres como uno de nosotros.
11 La muerte puso fin a tu orgullo
y a la música de tus arpas.
Ahora duermes envuelto en gusanos”.

12 »Rey de Babilonia,
tú que derrotabas a las naciones,
¡has caído de muy alto!
Te creías un dios en el cielo
pero fuiste derribado a la tierra.
13 Te decías a ti mismo:

“Voy a subir hasta el cielo,
allí pondré mi trono
por encima de las estrellas de Dios.
Reinaré desde la montaña
donde viven los dioses.
14 Subiré más allá de las nubes,
y seré como el Dios altísimo”.

15 »¡Pero ahora te han derribado
y has caído a lo más profundo
del reino de los muertos!

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