Add parallel Print Page Options

12 Yo, yo soy vuestro consolador(A).
¿Quién eres tú que temes al hombre mortal(B),
y al hijo del hombre que como hierba es tratado(C)?

Read full chapter

12 Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno?

Read full chapter

12 «Soy yo mismo el que los consuela.
    ¿Quién eres tú, que temes a los hombres,
    a simples mortales, que no son más que hierba?

Read full chapter

17 Tú, pues, ciñe tus lomos(A),
levántate y diles todo lo que yo te mande.
No temas ante ellos(B),
no sea que yo te infunda temor delante de ellos.

Read full chapter

17 Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos.

Read full chapter

17 »Pero tú, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te ordene. No estés aterrorizado ante ellos, pues de lo contrario te aterrorizaré ante ellos.

Read full chapter

Y tú, hijo de hombre, no temas, no temas ni a ellos ni a sus palabras aunque haya contigo cardos y espinas y te sientes en escorpiones(A); no temas sus palabras ni te atemorices ante ellos, porque son una casa rebelde(B).

Read full chapter

Y tú, hijo de hombre, no les temas, ni tengas miedo de sus palabras, aunque te hallas entre zarzas y espinos, y moras con escorpiones; no tengas miedo de sus palabras, ni temas delante de ellos, porque son casa rebelde.

Read full chapter

Tú, hijo de hombre, no tengas miedo de ellos ni de sus palabras, por más que estés en medio de cardos y espinas, y vivas rodeado de escorpiones. No temas por lo que digan ni te sientas atemorizado, porque son un pueblo rebelde.

Read full chapter