Elihus Reden (Kapitel 32–37)

Elihu: Jetzt rede ich!

32 Da gaben es die drei Männer auf, weiter mit Hiob zu reden, denn er hielt an seiner Unschuld fest. Doch der Busiter Elihu, der Sohn von Barachel aus der Sippe Ram, wurde von Zorn gepackt. Er war wütend auf Hiob, weil dieser meinte, gegenüber Gott im Recht zu sein. Auch auf die drei Freunde war er zornig, weil sie auf Hiobs Anklagen keine Antwort mehr fanden, obwohl sie ihn ständig für schuldig erklärten. Elihu hatte bis jetzt gezögert, Hiob etwas zu sagen, denn die anderen waren älter als er. Doch als er merkte, dass sie nichts mehr zu entgegnen wussten, packte ihn der Zorn. Er ergriff das Wort:

»Ich bin noch jung, und ihr seid alte Männer,
darum wagte ich es nicht,
euch mein Wissen mitzuteilen.
Ich dachte: ›Lass erst die alten Männer sprechen,
sie schöpfen aus reicher Erfahrung!‹
Doch auf den Geist im Menschen kommt es an,
auf diese Gabe des Allmächtigen:
Sie allein gibt ihm Weisheit!
Nein, nicht nur die Betagten sind weise;
man muss nicht im vorgerückten Alter sein,
um zu begreifen, was richtig ist.
10 Und darum sage ich: Hört mir zu!
Jetzt will ich euch zeigen, was ich weiß!
11 Geduldig habe ich euch zugehört
und darauf gewartet, dass ihr treffende Worte findet
und Hiob eine passende Antwort gebt.
12 Ich habe euer Gespräch aufmerksam verfolgt –
doch keiner von euch konnte ihn zurechtweisen
und seine Erklärungen entkräften.

13 Sagt jetzt nur nicht:
›Natürlich sind wir weise –
doch ihn widerlegen,
das soll Gott tun, nicht ein Mensch!‹
14 Hiobs Reden waren nicht gegen mich gerichtet,
und nicht mit euren Worten werde ich ihm begegnen.
15 Ihr seid am Ende,
ihr habt nichts mehr zu sagen,
euch fehlen die Worte!
16 Soll ich etwa noch länger warten,
nur weil ihr euch in Schweigen hüllt,
weil ihr dasteht und nichts mehr zu erwidern habt?
17 Nein, jetzt bin ich an der Reihe!
Ich will Hiob Antwort geben
aus meinem reichen Wissensschatz!
18 Denn ich kann meine Gedanken nicht länger zurückhalten,
der Geist in mir drängt mich zum Reden.
19 Es gärt in mir wie neuer Wein
im fest verschlossenen Lederschlauch:
Ich platze fast!
20 Ich muss jetzt etwas sagen, dann wird mir leichter!
Ich kann nicht länger an mich halten!
21 Keinen von euch werde ich bevorzugen,
keinem nach dem Munde reden,
22 nein, vom Schmeicheln halte ich nichts!
Sonst würde mich mein Schöpfer bald aus dem Leben reißen!«

Intervención de Eliú

32 Entonces estos tres hombres dejaron de responder a Job porque él era justo a sus propios ojos(A). Pero se encendió la ira de Eliú, hijo de Baraquel el buzita(B), de la familia de Ram. Se encendió su ira(C) contra Job porque se justificaba(D) delante de[a] Dios. Su ira se encendió también contra sus tres amigos porque no habían hallado respuesta, y sin embargo habían condenado a Job. Eliú había esperado para hablar a Job[b] porque los otros eran de más edad que él. Pero cuando vio Eliú que no había respuesta en la boca de los tres hombres, se encendió su ira. Y respondió Eliú, hijo de Baraquel el buzita, y dijo:

«Yo soy joven, y ustedes ancianos(E);
Por eso tenía timidez y me atemorizaba declararles lo que pienso[c].
-»Yo pensé[d] que los días hablarían(F),
Y los muchos años enseñarían sabiduría.
-»Pero hay un espíritu en el hombre,
Y el soplo del Todopoderoso[e](G) le[f] da entendimiento(H).
-»Los de muchos años[g] quizá no sean sabios,
Ni los ancianos entiendan justicia(I).
10 -»Por eso digo[h]: “Escúchenme,
También yo declararé lo que pienso[i]”.
11 ¶»Yo esperé sus palabras,
Escuché sus argumentos,
Mientras buscaban qué decir[j];
12 Les presté además mucha atención.
Pero no hubo ninguno que pudiera contradecir a Job,
Ninguno de ustedes que respondiera a sus palabras.
13 -»No[k] digan:
“Hemos hallado sabiduría(J);
Dios lo derrotará[l], no el hombre”.
14 -»Pero él no ha dirigido[m] sus palabras contra mí,
Ni yo le responderé con los argumentos[n] de ustedes.
15 ¶»Están desconcertados, ya no responden;
Les han faltado[o] las palabras.
16 -»¿Y he de esperar porque no hablan,
Porque se detienen[p] y ya no responden?
17 -»Yo también responderé mi parte,
Yo también declararé lo que pienso[q].
18 -»Porque estoy lleno de palabras;
Dentro de mí el espíritu me constriñe.
19 -»Mi vientre es como vino sin respiradero,
Está a punto de reventar como odres nuevos.
20 -»Déjenme hablar para que encuentre alivio,
Déjenme abrir los labios y responder.
21 -»Que no haga yo acepción de persona[r](K),
Ni use lisonja con nadie[s].
22 -»Porque no sé lisonjear,
De otra manera mi Hacedor me llevaría pronto.

Footnotes

  1. 32:2 O más que.
  2. 32:4 Lit. por Job con palabras, o posiblemente, mientras hablaban ellos con Job.
  3. 32:6 Lit. mi conocimiento.
  4. 32:7 Lit. dije.
  5. 32:8 Heb. Shaddai.
  6. 32:8 Lit. les.
  7. 32:9 O Los nobles.
  8. 32:10 O dije.
  9. 32:10 Lit. mi conocimiento.
  10. 32:11 Lit. palabras.
  11. 32:13 Lit. No sea que.
  12. 32:13 Lit. arrojará.
  13. 32:14 U ordenado.
  14. 32:14 Lit. sus palabras.
  15. 32:15 Lit. se les fueron.
  16. 32:16 Lit. permanecen.
  17. 32:17 Lit. mi conocimiento.
  18. 32:21 Lit. hombre.
  19. 32:21 Lit. la humanidad.

Eliú justifica su derecho de contestar a Job

32 Cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos. Entonces Eliú hijo de Baraquel buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios. Asimismo se encendió en ira contra sus tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job. Y Eliú había esperado a Job en la disputa, porque los otros eran más viejos que él. Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió en ira. Y respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, y dijo:

Yo soy joven, y vosotros ancianos;

Por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión.

Yo decía: Los días hablarán,

Y la muchedumbre de años declarará sabiduría.

Ciertamente espíritu hay en el hombre,

Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda.

No son los sabios los de mucha edad,

Ni los ancianos entienden el derecho.

10 Por tanto, yo dije: Escuchadme;

Declararé yo también mi sabiduría.

11 He aquí yo he esperado a vuestras razones,

He escuchado vuestros argumentos,

En tanto que buscabais palabras.

12 Os he prestado atención,

Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job,

Y responda a sus razones.

13 Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría;

Lo vence Dios, no el hombre.

14 Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras,

Ni yo le responderé con vuestras razones.

15 Se espantaron, no respondieron más;

Se les fueron los razonamientos.

16 Yo, pues, he esperado, pero no hablaban;

Más bien callaron y no respondieron más.

17 Por eso yo también responderé mi parte;

También yo declararé mi juicio.

18 Porque lleno estoy de palabras,

Y me apremia el espíritu dentro de mí.

19 De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero,

Y se rompe como odres nuevos.

20 Hablaré, pues, y respiraré;

Abriré mis labios, y responderé.

21 No haré ahora acepción de personas,

Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.

22 Porque no sé hablar lisonjas;

De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría.