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III.— TESTIGOS HASTA LOS CONFINES DE LA TIERRA (13—28)

Primer viaje misionero de Pablo y Bernabé (13,1—14,28)

Bernabé y Pablo enviados a misionar

13 Había en la iglesia de Antioquía varios profetas y maestros; a saber, Bernabé, Simeón, apodado el Negro; Lucio de Cirene, Manaén, hermano de leche del tetrarca Herodes, y Saulo. Un día de ayuno, mientras celebraban el culto al Señor, dijo el Espíritu Santo:

— Apártenme a Bernabé y a Saulo para la tarea que les he encomendado.

Entonces, después de haber ayunado y haber hecho oración, les impusieron las manos y los despidieron.

Anuncio de la buena nueva en Chipre

Investidos de esta misión por el Espíritu Santo, Bernabé y Saulo llegaron a Seleucia, donde se embarcaron rumbo a Chipre. A su llegada a Salamina comenzaron a proclamar el mensaje de Dios en las sinagogas judías. Como colaborador llevaban a Juan. Recorrieron toda la isla hasta Pafos. Allí se encontraron con un mago judío llamado Barjesús, que se hacía pasar por profeta. Pertenecía al séquito de Sergio Paulo, el procónsul, hombre inteligente que había mandado llamar a Bernabé y a Saulo con el deseo de oír el mensaje de Dios. Pronto se les opuso Elimas, el mago (tal es el significado de su nombre), intentando apartar de la fe al procónsul. Por lo cual, Saulo, conocido también por Pablo, lleno del Espíritu Santo, lo miró fijamente 10 y le dijo:

— ¡Embaucador, embustero redomado, engendro del diablo, enemigo del bien! ¿Hasta cuándo vas a falsear la verdad limpia y llana del Señor? 11 Pues mira, el Señor va a castigarte: te dejará ciego y durante algún tiempo no verás la luz del sol.

Dicho y hecho: Elimas quedó sumido en la más completa oscuridad y se movía a tientas buscando una mano que lo guiara. 12 Cuando el procónsul vio lo ocurrido, no dudó en abrazar la fe, profundamente impresionado por lo que se le había enseñado acerca del Señor.

En Antioquía de Pisidia

13 Pablo y sus compañeros se dirigieron por mar desde Pafos hasta Perge, ciudad de Panfilia. Pero Juan se separó allí de ellos y regresó a Jerusalén. 14 Desde Perge continuaron su viaje hasta llegar a Antioquía de Pisidia. El sábado entraron en la sinagoga y se sentaron. 15 Después de la lectura de la ley y los profetas, los jefes de la sinagoga los invitaron a intervenir:

— Hermanos —les dijeron—, si tienen algún mensaje que comunicar a los asistentes, pueden hablar ahora.

Discurso de Pablo

16 Pablo se levantó y, haciendo con la mano ademán de silencio, comenzó así:

— Escúchenme, israelitas, y ustedes los que, sin serlo, rinden culto a Dios. 17 El Dios del pueblo de Israel escogió a nuestros antepasados, engrandeció a este pueblo durante su estancia en Egipto y lo sacó de allí con su gran poder. 18 Los soportó durante cerca de cuarenta años en el desierto, 19 y aniquiló siete naciones en el territorio de Canaán con el fin de entregárselo como herencia a los israelitas. 20 Todo esto duró unos cuatrocientos cincuenta años. Después los guió por medio de caudillos hasta la época del profeta Samuel. 21 Luego solicitaron un rey y Dios les dio a Saúl, hijo de Cis. Era Saúl miembro de la tribu de Benjamín, y reinó durante cuarenta años. 22 Después Dios lo destituyó y les puso como rey a David, acerca del cual manifestó: He encontrado que David, hijo de Jesé, es un hombre de mi agrado, que cumplirá todo cuanto quiero. 23 Y Dios, de acuerdo con su promesa, hizo surgir de su linaje un salvador para Israel, Jesús. 24 Previamente Juan, como precursor, proclamó un bautismo que sirviera como señal de conversión para todo el pueblo israelita. 25 Próximo ya el final de su carrera, decía Juan: “¿Quién piensan ustedes que soy? Por supuesto no el que esperan, pues ni siquiera soy digno de desatar el calzado a quien viene después de mí”.

26 Hermanos, los que son descendientes de Abrahán y los que, sin serlo, viven entre ustedes rindiendo culto a Dios: vean que a nosotros se nos ha confiado este mensaje de salvación. 27 Los ciudadanos de Jerusalén y sus gobernantes no reconocieron a Jesús y lo condenaron, cumpliendo así los anuncios de los profetas, que todos los sábados se leen en la sinagoga. 28 Y sin hallar en él causa alguna de muerte, lo entregaron a Pilato para que mandara ajusticiarlo. 29 Y cuando llevaron a cabo todo lo que estaba escrito sobre él, lo bajaron del madero y lo depositaron en un sepulcro. 30 Pero Dios lo resucitó triunfante de la muerte. 31 Él después se apareció durante un buen número de días a quienes lo habían acompañado desde Galilea a Jerusalén. Ellos son ahora sus testigos ante el pueblo.

32 En cuanto a nosotros, estamos aquí para anunciarles la buena nueva referente a la promesa que Dios hizo a nuestros antepasados, 33 y que ahora ha cumplido en favor de nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús, como está escrito en el salmo segundo: Tú eres mi hijo; hoy te he engendrado. 34 Que Dios lo resucitó triunfante de la muerte, de modo que jamás pueda ya experimentar la corrupción, está así afirmado en la Escritura: Les cumpliré las firmes promesas que hice a David. 35 Y en otro lugar lo confirma: No permitirás que tu fiel servidor sufra la corrupción. 36 Por lo que respecta a David, después de haber estado al servicio del plan de Dios durante su vida, falleció, se reunió con sus antepasados y experimentó la corrupción. 37 Pero aquel a quien Dios resucitó, no experimentó la corrupción. 38 Y deben saber, hermanos, que gracias a él se les anuncia hoy a ustedes el perdón de los pecados. Por la ley de Moisés no tenían posibilidad alguna de recuperar la amistad divina; 39 pero ahora, todo el que cree en él puede recuperar esa amistad. 40 Por tal razón, cuídense de que no se cumpla en ustedes aquella predicción profética:

41 ¡Contemplen esto, engreídos,
y que el estupor los haga desaparecer!
Voy a realizar una obra tal en este tiempo,
que ustedes no la creerán cuando se la cuenten.

Los judíos rechazan el mensaje mientras los paganos lo acogen

42 Cuando Pablo y Bernabé salían de la sinagoga, fueron invitados a volver el sábado siguiente para seguir hablando de estos mismos temas. 43 Se disolvió así la reunión; pero muchos judíos y prosélitos practicantes continuaron en compañía de Pablo y Bernabé, que trataban de convencerlos con sus exhortaciones a que permaneciesen fieles al don recibido de Dios.

44 El sábado siguiente se congregó casi toda la ciudad para escuchar el mensaje del Señor. 45 Pero al ver los judíos tal multitud, se llenaron de envidia y trataban de contrarrestar con insultos los razonamientos de Pablo. 46 En vista de ello, Pablo y Bernabé les dijeron sin miramientos:

— Era nuestro deber anunciarles primero a ustedes el mensaje de Dios. Pero ya que lo rechazan y ustedes mismos se descalifican para la vida eterna, nos dedicaremos de lleno a los no judíos. 47 Así nos lo ha indicado el Señor:

Te he puesto como luz de las naciones
y como portador de salvación
para el mundo entero.

48 Cuando los no judíos oyeron esto, se alegraron sobremanera y no cesaban de alabar el mensaje del Señor. Y todos los que estaban destinados a la vida eterna abrazaron la fe. 49 El mensaje del Señor se extendió por toda aquella región. 50 Pero los judíos excitaron los ánimos de las damas piadosas y distinguidas, así como de los altos personajes de la ciudad, y organizaron una persecución contra Pablo y Bernabé hasta conseguir arrojarlos de su territorio. 51 Estos, a su vez, sacudieron contra ellos el polvo de sus pies en señal de protesta y emprendieron la marcha hacia Iconio, 52 en tanto que los discípulos quedaban muy gozosos y llenos del Espíritu Santo.

Una misión especial

13 En la iglesia de Antioquía estaban Bernabé, Simeón «el Negro», Lucio el del pueblo de Cirene, Menahem y Saulo. Menahem había crecido con el rey Herodes Antipas. Todos ellos eran profetas y maestros.

Un día, mientras ellos estaban adorando al Señor y ayunando, el Espíritu Santo les dijo: «Prepárenme a Bernabé y a Saulo. Yo los he elegido para una misión especial.»

Todos siguieron orando y ayunando; después oraron por Bernabé y Saulo, les pusieron las manos sobre la cabeza, y los despidieron.

Bernabé y Saulo en Chipre

El Espíritu Santo envió a Bernabé y a Saulo a anunciar el mensaje de Dios. Primero fueron a la región de Seleucia, y allí tomaron un barco que los llevó a la isla de Chipre. En cuanto llegaron al puerto de Salamina, comenzaron a anunciar el mensaje de Dios en las sinagogas de los judíos. Juan Marcos fue con ellos como ayudante.

Después atravesaron toda la isla y llegaron al puerto de Pafos. Allí encontraron a Barjesús, un judío que hacía brujerías y que, según decía, hablaba de parte de Dios. 7-8 Barjesús era amigo de Sergio Paulo, un hombre inteligente que era gobernador de Chipre. Sergio Paulo mandó a llamar a Bernabé y a Saulo, pues tenía muchos deseos de oír el mensaje de Dios. Pero el brujo Barjesús, al que en griego lo llamaban Elimas, se puso frente a ellos para no dejarlos pasar, pues no quería que el gobernador los escuchara y creyera en el Señor Jesús.

Entonces Saulo, que también se llamaba Pablo y tenía el poder del Espíritu Santo, miró fijamente al brujo y le dijo: 10 «Tú eres un hijo del diablo, un mentiroso y un malvado. A ti no te gusta hacer lo bueno. ¡Deja ya de mentir diciendo que hablas de parte de Dios! 11 Ahora Dios te va a castigar: te quedarás ciego por algún tiempo y no podrás ver la luz del sol.»

En ese mismo instante, Elimas sintió como si una nube oscura le hubiera cubierto los ojos, y se quedó completamente ciego. Andaba como perdido, buscando que alguien le diera la mano para guiarlo.

12 Al ver esto, el gobernador se quedó muy admirado de la enseñanza acerca del Señor Jesús, y en verdad creyó en él.

Pablo y Bernabé en Pisidia

13 En Pafos, Pablo y sus compañeros subieron a un barco y se fueron a la ciudad de Perge, que estaba en la región de Panfilia. Allí, Juan Marcos se separó del grupo y regresó a la ciudad de Jerusalén. 14 Pablo y los demás siguieron el viaje a pie hasta la ciudad de Antioquía, en la región de Pisidia.

Un sábado fueron a la sinagoga de la ciudad, y se sentaron allí. 15 Alguien leyó un pasaje de la Biblia y, al terminar, los jefes de la sinagoga mandaron a decir a Pablo y a los demás: «Amigos israelitas, si tienen algún mensaje para darle ánimo a la gente, pueden tomar la palabra.»

16 Pablo se puso de pie, levantó la mano para pedir silencio, y dijo:

«Israelitas, y todos ustedes, los que aman y obedecen a Dios, escúchenme. 17 El Dios de Israel eligió a nuestros antepasados para hacer de ellos un gran pueblo. Los eligió cuando ellos estaban en Egipto. Luego los egipcios los hicieron esclavos, pero Dios, con su gran poder, los sacó de allí. 18 El pueblo anduvo en el desierto unos cuarenta años, y durante todo ese tiempo Dios los cuidó.[a] 19 Después Dios destruyó a siete países en el territorio de Canaán, y le dio ese territorio al pueblo de Israel. 20 Todo esto sucedió en un lapso de cuatrocientos cincuenta años.

»Luego Dios envió a unos hombres para que fueran los líderes de la nación, y continuó enviando líderes hasta que llegó el profeta Samuel. 21 Pero todos le pidieron a Dios que los dejara tener un rey que los gobernara. Dios nombró entonces a Saúl rey de la nación.

»Saúl era hijo de un hombre llamado Quis, que era de la tribu de Benjamín. Y gobernó Saúl durante cuarenta años. 22 Luego, Dios lo quitó del trono y puso como nuevo rey a David. Acerca de David, Dios dijo: “Yo quiero mucho a David el hijo de Jesé, pues siempre me obedece en todo.”

23 »Dios prometió que un descendiente de David vendría a salvar al pueblo israelita. Pues bien, ese descendiente de David es Jesús. 24 Antes de que él llegara, Juan el Bautista vino y le dijo a los israelitas que debían arrepentirse de sus pecados y ser bautizados. 25 Cuando Juan estaba a punto de morir, les dijo a los israelitas: “Yo no soy el Mesías que Dios les prometió. Él vendrá después, y yo ni siquiera merezco ser su esclavo.”

26 »Pónganme atención, amigos israelitas descendientes de Abraham. Y pónganme atención también ustedes, los que obedecen a Dios aunque no son israelitas. Este mensaje de salvación es para todos nosotros. 27 Sabemos que los habitantes de Jerusalén y los líderes del país no se dieron cuenta de quién era Jesús. Todos los sábados leían los libros de los profetas, pero no se dieron cuenta de que esos libros se referían a Jesús. Entonces ordenaron matar a Jesús y, sin saberlo, cumplieron así lo que los profetas habían anunciado. 28 Aunque no tenían nada de qué acusarlo, le pidieron a Pilato que lo matara. 29 Luego, cuando hicieron todo lo que los profetas habían anunciado, bajaron de la cruz el cuerpo de Jesús y lo pusieron en una tumba. 30 Pero Dios hizo que Jesús resucitara, 31 y durante muchos días Jesús se apareció a todos los discípulos. Éstos habían viajado con él desde la región de Galilea hasta la ciudad de Jerusalén. Ahora ellos les cuentan a todos quién es Jesús.

32 »Dios prometió a nuestros antepasados que enviaría a un salvador, y nosotros les estamos dando esa buena noticia: 33 Dios ha cumplido su promesa, pues resucitó a Jesús. Todo sucedió como dice en el segundo salmo:

“Tú eres mi Hijo;
desde hoy soy tu padre.”[b]

34 »Dios ya había anunciado en la Biblia que Jesús resucitaría, y que no dejaría que el cuerpo de Jesús se descompusiera en la tumba. Así lo había anunciado cuando le dijo:

“Te haré las mismas promesas
que hice a David;
promesas especiales,
¡promesas que se cumplirán!”

35 »Por eso, en otro salmo dice:

“No dejarás mi cuerpo en la tumba;
no dejarás que tu amigo fiel
sufra la muerte.”

36 »La verdad es que David obedeció todo lo que Dios le ordenó. Pero luego murió y fue enterrado en la tumba de sus antepasados, y su cuerpo se descompuso. 37 En cambio, Dios resucitó a Jesús, y su cuerpo no se descompuso.

38 »Amigos israelitas, éste es el mensaje que anunciamos: ¡Jesús puede perdonarles sus pecados! La ley de Moisés no puede librarlos de todos sus pecados, 39 pero Dios perdona a todo aquel que cree en Jesús. 40 Tengan cuidado, para que no reciban el castigo que anunciaron los profetas, cuando dijeron:

41 “Ustedes se burlan de Dios,
pero asómbrense ahora y huyan.
Tan terribles serán los castigos
que les daré a los desobedientes,
que no van a creerlo
si alguien se los cuenta.”»

42 Cuando Pablo y sus amigos salieron de la sinagoga, la gente les rogó que volvieran el siguiente sábado y les hablaran más de todo esto. 43 Muchos judíos, y algunos extranjeros que habían seguido la religión judía, se fueron con ellos. A éstos, Pablo y Bernabé les pidieron que nunca dejaran de confiar en el amor de Dios.

44 Al sábado siguiente, casi toda la gente de la ciudad se reunió en la sinagoga, para oír el mensaje de Dios que iban a dar Pablo y Bernabé. 45 Pero cuando los judíos vieron reunida a tanta gente, tuvieron envidia. Entonces comenzaron a decir que Pablo estaba equivocado en todo lo que decía, y también lo insultaron. 46 Pero Pablo y Bernabé les contestaron con mucha valentía:

«Nuestra primera obligación era darles el mensaje de Dios a ustedes los judíos. Pero como ustedes lo rechazan y no creen merecer la vida eterna, ahora les anunciaremos el mensaje a los que no son judíos. 47 Porque así nos lo ordenó Dios:

“Yo te he puesto, Israel,
para que seas luz de las naciones;
para que anuncies mi salvación
hasta el último rincón del mundo.”»

48 Cuando los que no eran judíos oyeron eso, se pusieron muy contentos y decían que el mensaje de Dios era bueno. Y todos los que Dios había elegido para recibir la vida eterna creyeron en él.

49 El mensaje de Dios se anunciaba por todos los lugares de aquella región. 50 Pero los judíos hablaron con las mujeres más respetadas y religiosas de la ciudad, y también con los hombres más importantes, y los convencieron de perseguir a Pablo y a Bernabé, y de echarlos fuera de esa región.

51 Por eso Pablo y Bernabé, en señal de rechazo contra ellos, se sacudieron los pies para quitarse el polvo de ese lugar, y se fueron a Iconio.

52 Los seguidores de Jesús que se quedaron en Antioquía estaban muy alegres, y recibieron todo el poder del Espíritu Santo.

Footnotes

  1. Hechos 13:18 Los cuidó: Otros mss. griegos dicen: soportó su conducta.
  2. Hechos 13:33 Aquí se cita el Sal 2.7, para indicar que cuando Jesús resucitó, Dios demostró que era su Hijo.

13 Und in Antiochia waren in der dortigen Gemeinde einige Propheten und Lehrer, nämlich Barnabas und Simeon, genannt Niger, und Lucius von Kyrene und Manahen, der mit dem Vierfürsten Herodes erzogen worden war, und Saulus.

Als sie nun dem Herrn dienten und fasteten, sprach der Heilige Geist: Sondert mir Barnabas und Saulus aus zu dem Werk, zu dem ich sie berufen habe!

Da fasteten und beteten sie, legten ihnen die Hände auf und ließen sie ziehen.

Barnabas und Saulus verkündigen das Evangelium auf Zypern

Diese nun, ausgesandt vom Heiligen Geist, zogen hinab nach Seleucia und fuhren von dort mit dem Schiff nach Zypern.

Und als sie in Salamis angekommen waren, verkündigten sie das Wort Gottes in den Synagogen der Juden. Sie hatten aber auch Johannes als Diener.

Und als sie die Insel bis nach Paphos durchzogen hatten, trafen sie einen Zauberer und falschen Propheten an, einen Juden namens Bar-Jesus,

der sich bei dem Statthalter Sergius Paulus aufhielt, einem verständigen Mann. Dieser ließ Barnabas und Saulus holen und wünschte das Wort Gottes zu hören.

Doch Elymas, der Zauberer (denn so wird sein Name übersetzt), leistete ihnen Widerstand und suchte den Statthalter vom Glauben abzuhalten.

Saulus aber, der auch Paulus[a] heißt, voll Heiligen Geistes, blickte ihn fest an

10 und sprach: O du Sohn des Teufels, voll von aller List und aller Bosheit, du Feind aller Gerechtigkeit, wirst du nicht aufhören, die geraden Wege des Herrn zu verkehren?

11 Und nun siehe, die Hand des Herrn kommt über dich, und du wirst eine Zeit lang blind sein und die Sonne nicht sehen! Augenblicklich aber fiel Dunkel und Finsternis auf ihn, und er tappte umher und suchte Leute, die ihn führen könnten.

12 Als nun der Statthalter sah, was geschehen war, wurde er gläubig, betroffen von der Lehre des Herrn.

13 Paulus und seine Gefährten aber fuhren von Paphos ab und kamen nach Perge in Pamphylien; Johannes trennte sich jedoch von ihnen und kehrte nach Jerusalem zurück.

Die Verkündigung des Paulus vor den Juden von Antiochia in Pisidien

14 Sie aber zogen von Perge weiter und kamen nach Antiochia in Pisidien und gingen am Sabbattag in die Synagoge und setzten sich.

15 Und nach der Vorlesung des Gesetzes und der Propheten ließen die Obersten der Synagoge ihnen sagen: Ihr Männer und Brüder, wenn ihr ein Wort der Ermahnung an das Volk habt, so redet!

16 Da stand Paulus auf und gab ein Zeichen mit der Hand und sprach: Ihr israelitischen Männer, und die ihr Gott fürchtet[b], hört zu!

17 Der Gott dieses Volkes Israel erwählte unsere Väter und erhöhte das Volk, als sie Fremdlinge waren im Land Ägypten; und mit erhobenem Arm führte er sie von dort heraus.

18 Und er ertrug ihre Art etwa 40 Jahre lang in der Wüste;

19 und er vertilgte sieben Heidenvölker im Land Kanaan und teilte unter sie deren Land nach dem Los.

20 Und danach, während etwa 450 Jahren, gab er ihnen Richter bis zu Samuel, dem Propheten.

21 Und von da an begehrten sie einen König, und Gott gab ihnen Saul, den Sohn des Kis, einen Mann aus dem Stamm Benjamin, 40 Jahre lang.

22 Und nachdem er ihn abgesetzt hatte, erweckte er ihnen David zum König, von dem er auch Zeugnis gab und sprach: »Ich habe David gefunden, den Sohn des Isai, einen Mann nach meinem Herzen, der allen meinen Willen tun wird«.[c]

23 Von dessen Samen[d] hat nun Gott nach der Verheißung für Israel Jesus als Retter erweckt,

24 nachdem Johannes vor seinem Auftreten dem ganzen Volk Israel eine Taufe der Buße verkündigt hatte.

25 Als aber Johannes seinen Lauf vollendete, sprach er: Wer meint ihr, dass ich sei? Ich bin es nicht; doch siehe, es kommt einer nach mir, für den ich nicht gut genug bin, die Schuhe von seinen Füßen zu lösen!

26 Ihr Männer und Brüder, Söhne des Geschlechtes Abrahams, und die unter euch, die Gott fürchten, zu euch ist dieses Wort des Heils gesandt.

27 Denn die, welche in Jerusalem wohnen, und ihre Obersten haben diesen nicht erkannt und haben die Stimmen der Propheten, die an jedem Sabbat gelesen werden, durch ihren Urteilsspruch erfüllt.

28 Und obgleich sie keine Todesschuld fanden, verlangten sie doch von Pilatus, dass er hingerichtet werde.

29 Und nachdem sie alles vollendet hatten, was von ihm geschrieben steht, nahmen sie ihn vom Holz herab und legten ihn in ein Grab.

30 Gott aber hat ihn aus den Toten auferweckt.

31 Und er ist mehrere Tage hindurch denen erschienen, die mit ihm aus Galiläa nach Jerusalem hinaufgezogen waren, welche seine Zeugen sind vor dem Volk.

32 Und wir verkündigen euch das Evangelium, dass Gott die den Vätern zuteilgewordene Verheißung an uns, ihren Kindern, erfüllt hat, indem er Jesus erweckte[e],

33 wie auch im zweiten Psalm geschrieben steht: »Du bist mein Sohn, heute habe ich dich gezeugt«.[f]

34 Dass er ihn aber aus den Toten auferweckte, sodass er nicht mehr zur Verwesung zurückkehren sollte, hat er so ausgesprochen: »Ich will euch die heiligen [Gnaden-]Güter Davids geben, die zuverlässig sind«.[g]

35 Darum spricht er auch an einer anderen Stelle: »Du wirst nicht zulassen, dass dein Heiliger die Verwesung sieht«.[h]

36 Denn David ist entschlafen, nachdem er seinem Geschlecht nach dem Willen Gottes gedient hat; und er ist zu seinen Vätern versammelt worden und hat die Verwesung gesehen.

37 Der aber, den Gott auferweckte, hat die Verwesung nicht gesehen.

38 So sollt ihr nun wissen, ihr Männer und Brüder, dass euch durch diesen Vergebung der Sünden verkündigt wird;

39 und von allem, wovon ihr durch das Gesetz Moses nicht gerechtfertigt werden konntet, wird durch diesen jeder gerechtfertigt, der glaubt.

40 So habt nun acht, dass nicht über euch kommt, was in den Propheten gesagt ist:

41 »Seht, ihr Verächter, und verwundert euch und werdet zunichte, denn ich tue ein Werk in euren Tagen, ein Werk, dem ihr nicht glauben würdet, wenn es euch jemand erzählte!«[i]

Die Juden widerstehen dem Evangelium – die Heiden nehmen es an

42 Als aber die Juden aus der Synagoge gegangen waren, baten die Heiden darum, dass ihnen diese Worte [auch] am nächsten Sabbat verkündigt würden.

43 Nachdem aber die Synagogenversammlung sich aufgelöst hatte, folgten viele Juden und gottesfürchtige Proselyten dem Paulus und Barnabas nach, die zu ihnen redeten und sie ermahnten, bei der Gnade Gottes zu bleiben.

44 Am folgenden Sabbat aber versammelte sich fast die ganze Stadt, um das Wort Gottes zu hören.

45 Als die Juden jedoch die Volksmenge sahen, wurden sie voll Eifersucht und widersetzten sich dem, was Paulus sagte, indem sie widersprachen und lästerten.

46 Da sagten Paulus und Barnabas freimütig: Euch musste das Wort Gottes zuerst verkündigt werden; da ihr es aber von euch stoßt und euch selbst des ewigen Lebens nicht würdig achtet, siehe, so wenden wir uns zu den Heiden.

47 Denn so hat uns der Herr geboten: »Ich habe dich zum Licht für die Heiden gesetzt, damit du zum Heil seist bis an das Ende der Erde!«[j]

48 Als die Heiden das hörten, wurden sie froh und priesen das Wort des Herrn, und es wurden alle die gläubig, die zum ewigen Leben bestimmt waren.

49 Das Wort des Herrn aber wurde durch das ganze Land getragen.

50 Aber die Juden reizten die gottesfürchtigen Frauen und die Angesehenen und die Vornehmsten der Stadt auf, und sie erregten eine Verfolgung gegen Paulus und Barnabas und vertrieben sie aus ihrem Gebiet.

51 Da schüttelten diese den Staub von ihren Füßen gegen sie und gingen nach Ikonium.

52 Die Jünger aber wurden voll Freude und Heiligen Geistes.

Footnotes

  1. (13,9) lateinisch: »der Kleine / Geringe«.
  2. (13,16) Damit sind Heiden gemeint, die den Gott Israels verehrten, ohne zum Judentum überzutreten (vgl. V. 26).
  3. (13,22) vgl. Ps 89,21; 1Sam 13,14.
  4. (13,23) od. Nachkommen.
  5. (13,32) od. aufstehen ließ, vgl. Apg 2,30; 3,22. 26; 7,37.
  6. (13,33) Ps 2,7.
  7. (13,34) Jes 55,3.
  8. (13,35) Ps 16,10.
  9. (13,41) Hab 1,5.
  10. (13,47) Jes 49,6.

13 Now in the church at Antioch(A) there were prophets(B) and teachers:(C) Barnabas,(D) Simeon called Niger, Lucius of Cyrene,(E) Manaen (who had been brought up with Herod(F) the tetrarch) and Saul. While they were worshiping the Lord and fasting, the Holy Spirit said,(G) “Set apart for me Barnabas and Saul for the work(H) to which I have called them.”(I) So after they had fasted and prayed, they placed their hands on them(J) and sent them off.(K)

On Cyprus

The two of them, sent on their way by the Holy Spirit,(L) went down to Seleucia and sailed from there to Cyprus.(M) When they arrived at Salamis, they proclaimed the word of God(N) in the Jewish synagogues.(O) John(P) was with them as their helper.

They traveled through the whole island until they came to Paphos. There they met a Jewish sorcerer(Q) and false prophet(R) named Bar-Jesus, who was an attendant of the proconsul,(S) Sergius Paulus. The proconsul, an intelligent man, sent for Barnabas and Saul because he wanted to hear the word of God. But Elymas the sorcerer(T) (for that is what his name means) opposed them and tried to turn the proconsul(U) from the faith.(V) Then Saul, who was also called Paul, filled with the Holy Spirit,(W) looked straight at Elymas and said, 10 “You are a child of the devil(X) and an enemy of everything that is right! You are full of all kinds of deceit and trickery. Will you never stop perverting the right ways of the Lord?(Y) 11 Now the hand of the Lord is against you.(Z) You are going to be blind for a time, not even able to see the light of the sun.”(AA)

Immediately mist and darkness came over him, and he groped about, seeking someone to lead him by the hand. 12 When the proconsul(AB) saw what had happened, he believed, for he was amazed at the teaching about the Lord.

In Pisidian Antioch

13 From Paphos,(AC) Paul and his companions sailed to Perga in Pamphylia,(AD) where John(AE) left them to return to Jerusalem. 14 From Perga they went on to Pisidian Antioch.(AF) On the Sabbath(AG) they entered the synagogue(AH) and sat down. 15 After the reading from the Law(AI) and the Prophets, the leaders of the synagogue sent word to them, saying, “Brothers, if you have a word of exhortation for the people, please speak.”

16 Standing up, Paul motioned with his hand(AJ) and said: “Fellow Israelites and you Gentiles who worship God, listen to me! 17 The God of the people of Israel chose our ancestors; he made the people prosper during their stay in Egypt; with mighty power he led them out of that country;(AK) 18 for about forty years he endured their conduct[a](AL) in the wilderness;(AM) 19 and he overthrew seven nations in Canaan,(AN) giving their land to his people(AO) as their inheritance.(AP) 20 All this took about 450 years.

“After this, God gave them judges(AQ) until the time of Samuel the prophet.(AR) 21 Then the people asked for a king,(AS) and he gave them Saul(AT) son of Kish, of the tribe of Benjamin,(AU) who ruled forty years. 22 After removing Saul,(AV) he made David their king.(AW) God testified concerning him: ‘I have found David son of Jesse, a man after my own heart;(AX) he will do everything I want him to do.’(AY)

23 “From this man’s descendants(AZ) God has brought to Israel the Savior(BA) Jesus,(BB) as he promised.(BC) 24 Before the coming of Jesus, John preached repentance and baptism to all the people of Israel.(BD) 25 As John was completing his work,(BE) he said: ‘Who do you suppose I am? I am not the one you are looking for.(BF) But there is one coming after me whose sandals I am not worthy to untie.’(BG)

26 “Fellow children of Abraham(BH) and you God-fearing Gentiles, it is to us that this message of salvation(BI) has been sent. 27 The people of Jerusalem and their rulers did not recognize Jesus,(BJ) yet in condemning him they fulfilled the words of the prophets(BK) that are read every Sabbath. 28 Though they found no proper ground for a death sentence, they asked Pilate to have him executed.(BL) 29 When they had carried out all that was written about him,(BM) they took him down from the cross(BN) and laid him in a tomb.(BO) 30 But God raised him from the dead,(BP) 31 and for many days he was seen by those who had traveled with him from Galilee to Jerusalem.(BQ) They are now his witnesses(BR) to our people.

32 “We tell you the good news:(BS) What God promised our ancestors(BT) 33 he has fulfilled for us, their children, by raising up Jesus.(BU) As it is written in the second Psalm:

“‘You are my son;
    today I have become your father.’[b](BV)

34 God raised him from the dead so that he will never be subject to decay. As God has said,

“‘I will give you the holy and sure blessings promised to David.’[c](BW)

35 So it is also stated elsewhere:

“‘You will not let your holy one see decay.’[d](BX)

36 “Now when David had served God’s purpose in his own generation, he fell asleep;(BY) he was buried with his ancestors(BZ) and his body decayed. 37 But the one whom God raised from the dead(CA) did not see decay.

38 “Therefore, my friends, I want you to know that through Jesus the forgiveness of sins is proclaimed to you.(CB) 39 Through him everyone who believes(CC) is set free from every sin, a justification you were not able to obtain under the law of Moses.(CD) 40 Take care that what the prophets have said does not happen to you:

41 “‘Look, you scoffers,
    wonder and perish,
for I am going to do something in your days
    that you would never believe,
    even if someone told you.’[e](CE)

42 As Paul and Barnabas were leaving the synagogue,(CF) the people invited them to speak further about these things on the next Sabbath. 43 When the congregation was dismissed, many of the Jews and devout converts to Judaism followed Paul and Barnabas, who talked with them and urged them to continue in the grace of God.(CG)

44 On the next Sabbath almost the whole city gathered to hear the word of the Lord. 45 When the Jews saw the crowds, they were filled with jealousy. They began to contradict what Paul was saying(CH) and heaped abuse(CI) on him.

46 Then Paul and Barnabas answered them boldly: “We had to speak the word of God to you first.(CJ) Since you reject it and do not consider yourselves worthy of eternal life, we now turn to the Gentiles.(CK) 47 For this is what the Lord has commanded us:

“‘I have made you[f] a light for the Gentiles,(CL)
    that you[g] may bring salvation to the ends of the earth.’[h](CM)

48 When the Gentiles heard this, they were glad and honored the word of the Lord;(CN) and all who were appointed for eternal life believed.

49 The word of the Lord(CO) spread through the whole region. 50 But the Jewish leaders incited the God-fearing women of high standing and the leading men of the city. They stirred up persecution against Paul and Barnabas, and expelled them from their region.(CP) 51 So they shook the dust off their feet(CQ) as a warning to them and went to Iconium.(CR) 52 And the disciples(CS) were filled with joy and with the Holy Spirit.(CT)

Footnotes

  1. Acts 13:18 Some manuscripts he cared for them
  2. Acts 13:33 Psalm 2:7
  3. Acts 13:34 Isaiah 55:3
  4. Acts 13:35 Psalm 16:10 (see Septuagint)
  5. Acts 13:41 Hab. 1:5
  6. Acts 13:47 The Greek is singular.
  7. Acts 13:47 The Greek is singular.
  8. Acts 13:47 Isaiah 49:6