En Cristo Jesús de nada sirve estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.

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Porque en Cristo Jesús nada valen la circuncisión ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

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Porque en Cristo Jesús(A) ni la circuncisión ni la incircuncisión significan nada(B), sino la fe que obra por amor(C).

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porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.

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24 Como pueden ver, una persona es declarada justa por las obras y no solo por la fe.

25 De igual manera, ¿no fue declarada justa por las obras aun la prostituta Rajab, cuando hospedó a los espías y les ayudó a huir por otro camino? 26 Pues, como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

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24 Como pueden ver, podemos ser justificados por las obras, y no solamente por la fe. 25 Lo mismo sucedió con Rajab, la prostituta. ¿Acaso no fue justificada por las obras, cuando hospedó a los mensajeros y los ayudó a escapar por otro camino?(A) 26 Pues así como el cuerpo está muerto si no tiene espíritu, también la fe está muerta si no tiene obras.

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24 Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe. 25 Y de la misma manera, ¿no fue la ramera Rahab(A) también justificada por las obras cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino(B)? 26 Porque así como el cuerpo sin el espíritu está muerto, así también la fe sin las obras está muerta(C).

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24 Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe. 25 Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?(A) 26 Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

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