Génesis 31
Nueva Biblia de las Américas
Jacob decide volver a Canaán
31 Pero Jacob oyó las palabras de los hijos de Labán, que decían[a]: «Jacob se ha apoderado de todo lo que era de nuestro padre, y de lo que era de nuestro padre ha hecho toda esta riqueza[b]». 2 También Jacob observó[c] la actitud[d] de Labán, que ya no era amigable para con él como antes.
3 Entonces el Señor dijo a Jacob: «Vuelve a la tierra de tus padres y a tus familiares(A), y Yo estaré contigo(B)». 4 Jacob, pues, envió a llamar a Raquel y a Lea al campo, donde estaba su rebaño[e], 5 y les dijo: «Veo que el semblante de su padre no es amigable para conmigo como antes(C). Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo(D).
6 »Ustedes saben que he servido a su padre con todas mis fuerzas(E). 7 No obstante él[f] me ha engañado(F), y ha cambiado mi salario diez veces(G); sin embargo, Dios no le ha permitido perjudicarme(H). 8 Si él decía: “Las moteadas serán tu salario”, entonces todo el rebaño paría moteadas; y si decía: “Las rayadas serán tu salario”, entonces todo el rebaño paría rayadas(I). 9 De esta manera Dios ha quitado el ganado al padre de ustedes y me lo ha dado a mí(J).
10 »Y sucedió que por el tiempo cuando el rebaño estaba en celo[g], alcé los ojos y vi en sueños que los machos cabríos que cubrían las hembras[h] eran rayados, moteados y abigarrados. 11 Entonces el ángel de Dios(K) me dijo en el sueño: “Jacob”; y yo respondí: “Aquí estoy”. 12 Y él dijo: “Levanta ahora los ojos y ve que todos los machos cabríos que están cubriendo las hembras[i] son rayados, moteados y abigarrados, pues yo he visto todo lo que Labán te ha hecho(L). 13 Yo soy el Dios de Betel(M), donde tú ungiste un pilar(N), donde me hiciste un voto. Levántate ahora, sal de esta tierra, y vuelve a la tierra donde naciste[j](O)”».
14 Raquel y Lea le respondieron: «¿Tenemos todavía nosotras parte o herencia alguna en la casa de nuestro padre? 15 ¿No nos ha tratado como extranjeras? Pues nos ha vendido, y también ha consumido por completo el[k] precio de nuestra compra[l](P). 16 Ciertamente, toda la riqueza que Dios ha quitado de nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos; ahora pues, todo lo que Dios te ha dicho, hazlo».
Jacob huye de Labán
17 Entonces Jacob se levantó, montó a sus hijos y a sus mujeres en los camellos, 18 y puso en camino todo su ganado y todas las posesiones que había acumulado, el ganado adquirido que había acumulado en Padán Aram, para ir a Isaac su padre(Q), a la tierra de Canaán. 19 Mientras Labán había ido a trasquilar sus ovejas, Raquel robó los ídolos domésticos[m] que eran de su padre(R). 20 Jacob engañó a Labán[n] arameo al no informarle que huía.
21 Huyó, pues, Jacob con todo lo que tenía. Se levantó, cruzó el río Éufrates y se dirigió[o] hacia la región montañosa de Galaad(S).
Labán alcanza a Jacob
22 Al tercer día, cuando informaron a Labán que Jacob había huido, 23 tomó a sus parientes[p] consigo y lo persiguió por siete días; y lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero Dios vino a Labán arameo(T) en sueños durante la noche(U), y le dijo: «De ningún modo hables a Jacob ni bien ni mal(V)».
25 Alcanzó, pues, Labán a Jacob, quien había plantado su tienda en la región montañosa, y Labán y sus parientes acamparon en los montes de Galaad. 26 Entonces Labán dijo a Jacob: «¿Qué has hecho, engañándome y[q] llevándote a mis hijas como si fueran cautivas de guerra[r]? 27 ¿Por qué huiste en secreto y me engañaste[s], y no me avisaste para que yo pudiera despedirte con alegría y cantos, con panderos(W) y liras(X)? 28 ¿Por qué no me has permitido besar a mis hijos y a mis hijas(Y)? En esto[t] has obrado neciamente. 29 Tengo poder para[u] hacerte daño, pero anoche el Dios de tu[v] padre(Z) me dijo: “De ningún modo hables a Jacob ni bien ni mal(AA)”. 30 Ahora, ciertamente te has marchado porque anhelabas mucho la casa de tu padre. Pero ¿por qué robaste mis dioses(AB)?».
31 Entonces Jacob respondió a Labán: «Porque tuve miedo, pues dije: “No sea que me quites a tus hijas a la fuerza”. 32 Pero aquel con quien encuentres tus dioses, no vivirá(AC). En presencia de nuestros parientes indica[w] lo que es tuyo entre mis cosas[x] y llévatelo». Pues Jacob no sabía que Raquel los había robado.
33 Entró entonces Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea y en la tienda de las dos siervas, pero no los encontró. Después salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel. 34 Raquel había tomado los ídolos domésticos[y], los había puesto en los aparejos del camello y se había sentado sobre ellos. Y Labán buscó[z] por toda la tienda, pero no los encontró. 35 Y ella dijo a su padre: «No se enoje mi señor porque no pueda levantarme delante de usted(AD), pues estoy con lo que es común entre las mujeres[aa]». Y él buscó, pero no encontró los ídolos domésticos[ab](AE).
Jacob responde a Labán
36 Entonces se enojó Jacob y discutió con Labán. Y Jacob dijo a Labán: «¿Cuál es mi transgresión? ¿Cuál es mi pecado para que con tanta insistencia me hayas perseguido? 37 Aunque has buscado en[ac] todas mis cosas, ¿qué has hallado de todas las cosas de tu casa? Ponlo delante de mis parientes y de tus parientes para que ellos juzguen entre nosotros dos.
38 »Estos veinte años yo he estado contigo. Tus ovejas y tus cabras no han abortado, ni yo he comido los carneros de tus rebaños. 39 No te traía lo despedazado por las fieras. Yo cargaba con la pérdida. Tú lo demandabas de mi mano, tanto lo robado de día como lo robado de noche. 40 Estaba yo que de día el calor[ad] me consumía y de noche la helada, y el[ae] sueño huía de mis ojos. 41 Estos veinte años he estado en tu casa. Catorce años te serví por tus dos hijas(AF) y seis por tu rebaño, y diez veces cambiaste mi salario(AG).
42 »Si el Dios de mi padre, Dios de Abraham(AH), y temor de Isaac, no hubiera estado conmigo, ciertamente me hubieras enviado ahora con las manos vacías. Pero Dios ha visto mi aflicción(AI) y la labor de mis manos[af], y anoche hizo justicia[ag](AJ)».
Pacto entre Labán y Jacob
43 Respondió Labán a Jacob: «Las hijas son mis hijas, y los hijos mis hijos, y los rebaños mis rebaños, y todo lo que ves es mío(AK). ¿Pero qué puedo yo hacer hoy a estas mis hijas, o a sus hijos que ellas dieron a luz? 44 Ahora bien, ven, hagamos un pacto tú y yo(AL) y que sirva de testimonio(AM) entre los dos».
45 Entonces Jacob tomó una piedra y la levantó como señal[ah](AN). 46 Y Jacob dijo a sus parientes: «Recojan piedras». Y tomaron piedras e hicieron un montón, y comieron allí junto al montón. 47 Labán lo llamó Jegar Sahaduta[ai], pero Jacob lo llamó Galed[aj](AO).
48 Entonces Labán dijo: «Este montón es hoy un testigo entre tú y yo(AP)». Por eso fue llamado Galed, 49 y Mizpa[ak](AQ), porque dijo: «Que el Señor nos vigile a los dos[al] cuando nos hayamos apartado[am] el uno del otro. 50 Si maltratas a mis hijas, o si tomas otras mujeres además de mis hijas, aunque nadie lo sepa[an], mira, Dios es testigo entre tú y yo(AR)».
51 Y Labán dijo a Jacob: «Mira este montón, y mira el pilar que he puesto entre tú y yo. 52 Testigo sea este montón y testigo sea el pilar de que yo no pasaré de este montón hacia ti y tú no pasarás de este montón y de este pilar hacia mí, para hacer daño. 53 El Dios de Abraham(AS) y el Dios de Nacor, Dios de sus padres, juzgue entre nosotros(AT)». Entonces Jacob juró por el que temía su padre Isaac(AU).
54 Luego ofreció Jacob un sacrificio en el monte, y llamó a sus parientes a comer. Comieron(AV), y pasaron la noche en el monte. 55 Labán se levantó muy de mañana, besó a sus hijos y a sus hijas(AW), y los bendijo. Entonces Labán se fue y regresó a su lugar.
Footnotes
- 31:1 Lit. diciendo.
- 31:1 Lit. gloria.
- 31:2 O vio.
- 31:2 Lit. el rostro.
- 31:4 Lit. a su rebaño.
- 31:7 Lit. su padre.
- 31:10 O se apareaba.
- 31:10 Lit. el rebaño.
- 31:12 Lit. el rebaño.
- 31:13 Lit. de tu nacimiento.
- 31:15 I.e. disfrutado los beneficios del.
- 31:15 Lit. dinero nuestro.
- 31:19 Heb. terafim.
- 31:20 Lit. robó el corazón de Labán.
- 31:21 Lit. fijó su rostro.
- 31:23 Lit. hermanos, y así en el resto del cap.
- 31:26 Lit. y has robado mi corazón.
- 31:26 Lit. de la espada.
- 31:27 Lit. me robaste.
- 31:28 Lit. Ahora.
- 31:29 Lit. Está en el poder de mi mano.
- 31:29 Así en la versión gr. (sept.); en heb. hacerles daño…de su.
- 31:32 Lit. reconoce.
- 31:32 Lit. conmigo.
- 31:34 Heb. terafim.
- 31:34 Lit. palpó.
- 31:35 Lit. la costumbre de las mujeres es sobre mí.
- 31:35 Heb. terafim.
- 31:37 Lit. palpado.
- 31:40 O la sequía.
- 31:40 Lit. mi.
- 31:42 Lit. palmas.
- 31:42 O te reprendió.
- 31:45 Lit. pilar.
- 31:47 I.e. el montón del testimonio, en arameo.
- 31:47 I.e. el montón del testimonio, en Heb.
- 31:49 I.e. Vigía.
- 31:49 Lit. vigile entre tú y yo.
- 31:49 Lit. escondido.
- 31:50 Lit. ningún hombre esté con nosotros.
Génesis 31
Nueva Versión Internacional
Jacob huye de Labán
31 Pero Jacob se enteró de que los hijos de Labán andaban diciendo: «Jacob se ha ido apoderando de todo lo que pertenecía a nuestro padre y se ha enriquecido a costa suya». 2 También notó que Labán ya no lo trataba como antes.
3 Entonces el Señor dijo a Jacob: «Vuélvete a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, que yo estaré contigo».
4 Jacob mandó llamar a Raquel y a Lea al campo donde estaba el rebaño 5 y les dijo:
—Me he dado cuenta de que su padre ya no me trata como antes. ¡Pero el Dios de mi padre ha estado conmigo! 6 Ustedes saben muy bien que yo he trabajado para su padre Labán con todas mis fuerzas. 7 No obstante, él me ha engañado y me ha cambiado el salario muchas veces.[a] Pero Dios no le ha permitido causarme ningún daño. 8 Si él acordaba conmigo: “Los animales manchados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías manchadas; y si él acordaba: “Los animales rayados serán tu salario”, todas las hembras tenían crías rayadas. 9 Así Dios le ha quitado el ganado al padre de ustedes y me lo ha dado a mí.
10 »En cierta ocasión, durante la época en que los animales estaban en celo, tuve un sueño. En ese sueño veía que los chivos que cubrían a las cabras eran rayados, manchados o moteados. 11 En ese mismo sueño, el ángel de Dios me llamó: “¡Jacob!”. Y yo le respondí: “Aquí estoy”. 12 Entonces él me dijo: “Fíjate bien y te darás cuenta de que todos los chivos que cubren a las cabras son rayados, manchados o moteados. Yo he visto todo lo que te ha hecho Labán. 13 Yo soy el Dios de Betel, donde ungiste una piedra como monumento y me hiciste una promesa. Vete ahora de esta tierra y vuelve a la tierra de tus parientes”».
14 Raquel y Lea respondieron:
—Ya no tenemos ninguna parte ni herencia en la casa de nuestro padre. 15 Al contrario, nos ha tratado como si fuéramos extranjeras. Nos ha vendido y se ha gastado todo lo que recibió por nosotras. 16 Lo cierto es que toda la riqueza que Dios le ha quitado a nuestro padre es nuestra y de nuestros hijos. Por eso, haz ahora todo lo que Dios te ha ordenado.
17 Entonces Jacob se preparó y montó a sus hijos y a sus esposas en los camellos, 18 puso en marcha todo su ganado, junto con todos los bienes que había acumulado en Padán Aram,[b] y se dirigió hacia la tierra de Canaán, donde vivía su padre Isaac.
19 Mientras Labán estaba ausente esquilando sus ovejas, Raquel aprovechó el momento para robarse los ídolos familiares.[c] 20 Fue así como Jacob engañó a Labán el arameo y huyó sin decirle nada. 21 Jacob se escapó con todo lo que tenía. Una vez que cruzó el río Éufrates, se encaminó hacia la región montañosa de Galaad.
Labán persigue a Jacob
22 Al tercer día informaron a Labán que Jacob se había escapado. 23 Entonces Labán reunió a sus parientes y lo persiguió durante siete días hasta que lo alcanzó en los montes de Galaad. 24 Pero esa misma noche Dios se apareció en un sueño a Labán, el arameo, y le dijo: «¡Cuidado con amenazar a Jacob!».
25 Labán alcanzó a Jacob en los montes de Galaad, donde este había acampado. También Labán acampó allí junto con sus parientes 26 y reclamó a Jacob:
—¿Qué has hecho? ¡Me has engañado y te has llevado a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra! 27 ¿Por qué has huido en secreto, con engaños y sin decirme nada? Yo te habría despedido con alegría y cantos al son de panderos y de arpa. 28 Ni siquiera me dejaste besar a mis hijas y a mis nietos. ¡Te has comportado como un necio! 29 Mi poder es más que suficiente para hacerles daño, pero anoche el Dios de tu padre me habló y me dijo: “¡Cuidado con amenazar a Jacob!”. 30 Ahora bien, entiendo que hayas querido irte porque añoras la casa de tu padre, pero ¿por qué me robaste mis dioses?
31 Jacob respondió:
—La verdad es que tuve mucho miedo, porque pensé que podrías quitarme a tus hijas por la fuerza. 32 Pero si encuentras tus dioses en poder de alguno de los que están aquí, tal persona no quedará con vida. Pongo a nuestros parientes como testigos: busca lo que sea tuyo y llévatelo. Pero Jacob no sabía que Raquel se había robado los ídolos de Labán.
33 Entonces Labán entró en la tienda de campaña de Jacob, luego en la de Lea y en la de las dos criadas, pero no encontró lo que buscaba. Cuando salió de la tienda de Lea, entró en la de Raquel. 34 Pero Raquel, luego de tomar los ídolos familiares y esconderlos bajo la montura del camello, se sentó sobre ellos. Labán los buscó por toda la tienda, pero no los encontró. 35 Entonces Raquel dijo a su padre:
—Por favor, no se enoje, mi señor, si no puedo levantarme ante usted, pero es que estoy en mi período de menstruación.
Labán buscó los ídolos familiares, pero no logró encontrarlos.
36 Entonces Jacob se enojó con Labán e indignado reclamó:
—¿Qué crimen o pecado he cometido para que me acoses de esta manera? 37 Ya has registrado todas mis cosas, ¿y acaso has encontrado algo que te pertenezca? Si algo has encontrado, ponlo aquí, frente a nuestros parientes, y que ellos determinen quién de los dos tiene la razón.
38 Durante los veinte años que estuve contigo, nunca abortaron tus ovejas ni tus cabras, ni jamás me comí un carnero de tus rebaños. 39 Nunca te traje un animal despedazado por las fieras, ya que yo mismo me hacía cargo de esa pérdida. Además, lo que se robaban de día o de noche, tú me lo reclamabas. 40 De día me consumía el calor, de noche me moría de frío y ni dormir podía. 41 De los veinte años que estuve en tu casa, catorce te serví por tus dos hijas y seis, por tu ganado, y cambiaste mi salario diez veces. 42 Si no hubiera estado conmigo el Dios de mi padre, el Dios de Abraham y el Temor de Isaac, seguramente me habrías despedido con las manos vacías. Pero Dios vio mi aflicción y el trabajo de mis manos, y entonces anoche me hizo justicia.
43 Labán respondió a Jacob:
—Estas mujeres son mis hijas y estos muchachos son mis nietos; mías también son las ovejas; todo lo que ves me pertenece. Pero ¿qué podría hacerles ahora a mis hijas y a mis nietos? 44 Hagamos un pacto tú y yo y que ese pacto nos sirva como testimonio.
45 Entonces Jacob tomó una piedra, la erigió como un monumento 46 y dijo a sus parientes:
—¡Junten piedras!
Ellos juntaron piedras, las amontonaron y comieron allí, junto al montón de piedras. 47 A ese lugar Labán le puso por nombre Yegar Saduta, mientras que Jacob lo llamó Galaad.[d]
48 —Este montón de piedras —declaró Labán—, nos servirá de testimonio.
Por eso se le llamó Galaad a ese lugar 49 y también se le llamó Mizpa,[e] porque Labán juró:
—Que el Señor nos vigile cuando ya estemos lejos el uno del otro. 50 Si tú maltratas a mis hijas o tomas otras mujeres que no sean ellas, recuerda que Dios es nuestro testigo, aunque no haya ningún otro testigo entre nosotros.
51 Mira este montón de piedras y el monumento que he levantado entre nosotros —señaló Labán—. 52 Ambos serán testigos de que ni tú ni yo cruzaremos esta línea con el propósito de hacernos daño. 53 ¡Que el Dios de Abraham y el Dios de Najor, el Dios de sus padres, juzgue entre nosotros!
Entonces Jacob juró por el Dios conocido como el Temor de Isaac, su padre. 54 Luego ofreció un sacrificio en el monte e invitó a sus parientes a participar en la comida. Después de que todos comieron, pasaron la noche allí.
55 A la madrugada del día siguiente Labán se levantó, besó y bendijo a sus nietos y a sus hijas, y regresó a su casa.
Genesis 31
New Catholic Bible
Chapter 31
Jacob Flees from Laban.[a] 1 Jacob came to know what the sons of Laban were saying: “Jacob is taking what belonged to our father, and he has gotten all his wealth from what belonged to our father.” 2 And Jacob saw that Laban’s attitude toward him had changed.
3 Then the Lord said to Jacob, “Return to the land of your fathers, to your homeland, and I will be with you.”
4 So Jacob sent for Rachel and Leah who were in the fields with the flocks 5 and he told them, “I see that your father’s attitude to me is not like it was before. Still, the God of my father is with me. 6 You yourselves know that I have served your father with all my strength, 7 while your father has cheated and changed my salary ten times. But God did not let him harm me. 8 If he said, ‘The speckled animals will be your salary,’ then all the animals born were speckled. If he said, ‘The streaked animals will be your salary,’ then all the animals born were streaked. 9 Thus, God took back your father’s animals and gave them to me.
10 “Once, when the animals were in heat, I had a dream. I looked out and saw that the he-goats that were streaked, speckled, and mottled were ready to breed. 11 The angel of God said to me in the dream, ‘Jacob!’ I answered, ‘Here I am.’ 12 He continued, ‘Look up and see: all the goats that are ready to breed are streaked, speckled, and mottled because I saw what Laban has done to you. 13 I am the God of Bethel, where you anointed a pillar and where you made an oath to me. Now, rise, leave this country, and return to your homeland.’ ”
14 Rachel and Leah answered, “Do we still have property or an inheritance in the house of our father? 15 Are we not considered to be outsiders by him? He sold us and then used up our money. 16 All those things that God has taken from our father belong to us and to our children. Do what God has told you to do.”
17 Jacob got up, placed his children and his wives on camels, 18 and led all the animals away. He took all his possessions with him, including the animals that he acquired in Paddan-aram, in order to return to Isaac, his father, in the land of Canaan.
19 When Laban had gone to shear the sheep, Rachel stole the household idols[b] that belonged to her father. 20 Jacob sneaked away from Laban the Aramean, not letting him know that he was about to flee. 21 This way he was able to go with all his possessions. He rose, crossed the river,[c] and traveled toward the mountains of Gilead.
22 Laban Pursues Jacob.[d] On the third day, Laban was told that Jacob had fled. 23 He took his kinsmen with him and followed him for seven days. He caught up to him in the mountains of Gilead. 24 Then God came to Laban the Aramean in a dream by night and said to him, “Be careful not to do anything to Jacob, not a thing!”
25 Laban therefore went and caught up to Jacob. Now Jacob had pitched his tents in the mountains, and Laban and his kinsmen were also camped in the mountains of Gilead. 26 Laban said to Jacob, “What have you done? You sneaked away and carried off my daughters as if they were prisoners of war! 27 Why did you secretly flee away and cheat me? Why did you not let me know? I would have given you a celebration with songs and the music of the tambourines and the harp. 28 You did not let me kiss my grandsons and my daughters. This was surely a foolish thing that you have done. 29 Realize that I could harm you, but the God of your father spoke to me last night. He forbade me to do anything to Jacob, not a thing. 30 I realize that you left because you were homesick for the house of your father, but why have you robbed my household idols?”
31 Jacob answered Laban and said, “I was afraid, and I thought that you would take your daughters back with force. 32 But as for whoever you find has taken your household idols, he will be put to death. With our relatives looking on, see if you can find anything belonging to you and take it.” Jacob did not know that Rachel had robbed them.
33 Laban entered Jacob’s tent and then the tent of Leah and the tent of the two slaves, but he did not find anything. Then he went out from Leah’s tent and entered Rachel’s tent. 34 Now Rachel had taken the idols and had placed them under a camel’s saddle and had then sat upon it. Laban searched throughout the whole tent and did not find them.
35 She said to her father, “Please do not be offended, my lord, if I cannot rise in your presence, but I am having my monthly time.”[e] Laban therefore searched in the entire tent and did not find the idols.
36 Jacob was angry now and scolded Laban saying, “What crime have I committed, what sin did I do that you followed me? 37 Now that you have searched all my possessions, what have you found that belongs to you? Place it before me and your relatives and let it serve as evidence for or against me.
38 “I spent twenty years with you. None of your sheep or goats ever miscarried. I never ate any of the rams of your flock. 39 I never brought you an animal that had been injured by a wild beast. I made good for the loss myself. You held me responsible for whatever was robbed during the day and for whatever was robbed during the night. 40 By day I was burnt by the sun and by night I suffered from the cold, and I spent many sleepless nights. 41 Twenty years I was with you. I served you fourteen years for your two daughters and six years for your flocks, and you changed my salary ten times. 42 If the God of my father, the God of Abraham, and the Terror of Isaac, had not been with me, you would have sent me away with nothing. But God saw my affliction and the work of my hands, and last night he was my judge.”
43 Laban then answered Jacob and said, “These daughters are my daughters and these grandsons are my grandsons. These cattle are my cattle, and all you see is mine. What could I do to you today and to these daughters and to the children whom they have brought into the world? 44 Come, let us make a covenant between me and you, and let it be a witness between me and you.”
45 Jacob took a stone and erected it as a pillar. 46 Then he said to his relatives, “Collect some stones,” and they took stones and made a mound out of them. They then ate sitting upon the mound. 47 Laban called it Jegar-sahadutha, while Jacob called it Galeed.
48 Laban said, “Let this mound be today a witness between me and you.” Because of this he called it Galeed 49 and also Mizpah, because he said, “May the Lord keep watch between me and you when we will no longer see each other.[f] 50 If you mistreat my daughters and take other wives besides my daughters, be warned that God will be a judge between you and me.”
51 Laban continued and said to Jacob, “Behold this mound and this pillar that I have erected between me and you. 52 Let this mound be a witness, and this pillar be a witness, that I will not cross over past this mound to do you harm and that you will not cross over past this mound and this pillar to do me harm. 53 The God of Abraham and the God of Nahor be a judge between us.”
Jacob swore an oath by the name of the Terror of his father Isaac. 54 Then he offered a sacrifice on the mountain and invited his relatives to eat with him. They ate and spent the night on the mountain.
Footnotes
- Genesis 31:1 Stemming from a different source, this account endeavors to show that Jacob is right in his quarrels with Laban; God himself has made him prosper. Overflowing with riches, Jacob judges it more prudent to put an end to their deteriorating relations, after having rallied his wives to his cause.
- Genesis 31:19 Household idols (Hebrew, teraphim) were small statues of divinities worshiped by the family (see v. 30). They belonged by right to the principal heir.
- Genesis 31:21 The river was the Euphrates. Gilead is the mountainous region east of the Jordan.
- Genesis 31:22 The greedy uncle pursues Jacob in anger, but Rachel saves the situation through guile and Jacob takes offense at Laban’s bad faith. The latter finally resigns himself to deal with Jacob, and an agreement is concluded concerning the relations and the pasture rights between Aram and Israel in the Transjordan. Thus, an account, which is not lacking in humor, justifies once again the rightness of Jacob—and of Israel.
- Genesis 31:35 I am having my monthly time: in later times, anything a menstruating woman sat on was considered ritually unclean (Lev 15:20). Rachel, too, had become a deceiver.
- Genesis 31:49 May . . . other: the so-called Mizpah benediction, which in context is in fact a denunciation or curse.
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