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La esperanza viva del cristiano

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo(A), quien según Su gran misericordia(B), nos ha hecho nacer de nuevo(C) a una esperanza viva(D), mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos(E), para obtener una herencia(F) incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará(G), reservada en los cielos para ustedes(H).

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