Add parallel Print Page Options

Solo Dios es juez

Que todo hombre nos considere de esta manera: como servidores de Cristo(A) y administradores(B) de los misterios de Dios(C). Ahora bien, lo que se requiere además de[a] los administradores es que cada uno sea hallado fiel. En cuanto a mí, es de poca importancia que yo sea juzgado por ustedes o por cualquier tribunal[b] humano. De hecho, ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque no estoy consciente(D) de nada en contra mía. Pero no por eso estoy sin culpa(E), pues el que me juzga es el Señor. Por tanto, no juzguen(F) antes de tiempo[c], sino esperen hasta que el Señor venga(G), el cual sacará a la luz las cosas ocultas en las tinieblas y también pondrá de manifiesto los designios de los corazones(H). Entonces cada uno recibirá de parte de Dios(I) la alabanza que le corresponda.

Esto, hermanos, lo he aplicado en sentido figurado a mí mismo y a Apolos por amor a ustedes, para que en nosotros aprendan a no sobrepasar lo que está escrito(J), para que ninguno de ustedes se vuelva arrogante[d](K) a favor del uno contra el otro(L).

Read full chapter

Footnotes

  1. 1 Corintios 4:2 Lit. en.
  2. 1 Corintios 4:3 Lit. día.
  3. 1 Corintios 4:5 Lit. no sigan juzgando nada.
  4. 1 Corintios 4:6 Lit. hinchado o inflado.

El ministerio de los apóstoles

Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios. Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno sea hallado fiel. Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por tribunal humano; y ni aun yo me juzgo a mí mismo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor. Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Pero esto, hermanos, lo he presentado como ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros, para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, no sea que por causa de uno, os envanezcáis unos contra otros.

Read full chapter