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23 El Señor también me ha dicho que los perros se comerán el cuerpo de Jezabel, tu esposa, en los campos de Jezrel. 24 Los miembros de tu familia que mueran en la ciudad serán comidos por los perros, y a los que mueran en el campo, se los comerán los buitres.

25 Nadie se entregó de tal manera a hacer el mal como Acab, porque Jezabel, su esposa, lo incitaba a que cometiera toda suerte de perversidades.

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