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Síntesis del evangelio

15 Ahora les hago saber, hermanos, el evangelio que les prediqué[a](A), el cual también ustedes recibieron, en el cual también están firmes(B), por el cual también son salvos, si retienen(C) la palabra[b] que les prediqué, a no ser que hayan creído en vano(D).

Porque yo les entregué en primer lugar lo mismo que recibí(E): que Cristo[c] murió por nuestros pecados(F), conforme a las Escrituras(G); que fue sepultado y que resucitó al tercer día(H), conforme a las Escrituras(I); que se apareció a Cefas[d](J) y después a los doce(K).

Luego se apareció a más de 500 hermanos a la vez, la mayoría de los cuales viven aún, pero algunos ya duermen[e](L). Después se apareció a Jacobo[f](M), luego a todos los apóstoles(N). Y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo[g], se me apareció también a mí(O).

Porque yo soy el más insignificante de los apóstoles(P), que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la iglesia de Dios(Q). 10 Pero por la gracia de Dios(R) soy lo que soy, y Su gracia para conmigo no resultó vana. Antes bien he trabajado mucho más que todos ellos(S), aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí(T). 11 Sin embargo, haya sido yo o ellos, así predicamos y así creyeron ustedes.

Si Cristo no ha resucitado

12 Ahora bien, si se predica que Cristo[h] ha resucitado de entre los muertos, ¿cómo dicen algunos entre ustedes que no hay resurrección de muertos(U)? 13 Y si no hay resurrección de muertos, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; 14 y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de ustedes(V). 15 Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra[i] Dios que Él resucitó a Cristo(W), a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan.

16 Porque si los muertos no resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es falsa[j]; todavía están en sus pecados(X). 18 Entonces también los que han dormido[k] en Cristo están perdidos(Y). 19 Si hemos esperado en Cristo para[l] esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de lástima(Z).

Cristo, garantía de la resurrección

20 Pero ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos(AA), primicias(AB) de los que durmieron[m](AC). 21 Porque ya que la muerte entró por un hombre(AD), también por un hombre vino la resurrección de los muertos. 22 Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados(AE).

23 Pero cada uno en su debido orden[n]: Cristo, las primicias(AF); luego los que son de Cristo(AG) en Su venida(AH). 24 Entonces vendrá el fin, cuando Él entregue el reino(AI) al Dios y Padre(AJ), después que haya terminado[o] con todo dominio y toda autoridad y poder(AK). 25 Pues Cristo debe reinar hasta que haya puesto a todos Sus enemigos debajo de Sus pies(AL). 26 Y el último enemigo que será eliminado[p] es la muerte(AM).

27 Porque Dios ha puesto todo en sujeción bajo Sus pies(AN). Pero cuando dice que todas las cosas están sujetas a Él(AO), es evidente que se exceptúa a Aquel que ha sometido a Él todas las cosas. 28 Y cuando todo haya sido sometido a Él(AP), entonces también el Hijo mismo se sujetará a Aquel que sujetó a Él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos(AQ).

29 De no ser así, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos? Si de ninguna manera los muertos resucitan, ¿por qué, entonces, se bautizan por ellos? 30 Y también, ¿por qué estamos en peligro a toda hora(AR)? 31 Les aseguro, hermanos, por la satisfacción[q] que siento por ustedes en Cristo Jesús nuestro Señor, que cada día estoy en peligro de muerte[r](AS).

32 Si por motivos humanos[s] luché contra fieras(AT) en Éfeso(AU), ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos(AV). 33 No se dejen engañar(AW): «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres». 34 Sean sobrios(AX), como conviene[t], y dejen de pecar; porque algunos no tienen conocimiento de Dios(AY). Para vergüenza de ustedes lo digo(AZ).

La gloria del cuerpo resucitado

35 Pero alguien dirá(BA): «¿Cómo resucitan los muertos(BB)? ¿Y con qué clase de cuerpo vienen?». 36 ¡Necio(BC)! Lo que tú siembras no llega a tener vida si antes no muere(BD). 37 Y lo que siembras, no siembras el cuerpo que nacerá[u], sino el grano desnudo, quizás de trigo o de alguna otra especie[v]. 38 Pero Dios le da un cuerpo como Él quiso, y a cada semilla su propio cuerpo(BE).

39 No toda carne es la misma carne, sino que una es la de los hombres, otra la[w] de las bestias, otra la[x] de las aves y otra la de los peces. 40 Hay, asimismo, cuerpos celestiales y cuerpos terrestres, pero la gloria del celestial es una, y la del terrestre es otra. 41 Hay una gloria del sol, y otra gloria de la luna, y otra gloria de las estrellas; pues una estrella es distinta de otra estrella en gloria.

42 Así es también la resurrección de los muertos. Se siembra un cuerpo corruptible[y](BF), se resucita un cuerpo incorruptible[z](BG); 43 se siembra en deshonra, se resucita en gloria(BH); se siembra en debilidad, se resucita en poder; 44 se siembra un cuerpo natural(BI), se resucita un cuerpo espiritual(BJ). Si hay un cuerpo natural, hay también un cuerpo espiritual.

45 Así también está escrito: «El primer hombre, Adán, fue hecho alma viviente(BK)». El último Adán(BL), espíritu que da vida(BM). 46 Sin embargo, el espiritual no es primero, sino el natural; luego el espiritual. 47 El primer hombre es de la tierra(BN), terrenal[aa](BO); el segundo hombre es del cielo.

48 Como es el terrenal, así son también los que son terrenales; y como es el celestial, así son también los que son celestiales(BP). 49 Y tal como hemos traído la imagen del terrenal(BQ), traeremos[ab] también la imagen del celestial(BR).

La victoria final sobre la muerte

50 Esto digo, hermanos: que la carne y la sangre(BS) no pueden heredar el reino de Dios(BT); ni lo que se corrompe[ac] hereda lo incorruptible[ad](BU). 51 Así que les digo un misterio(BV): no todos dormiremos[ae], pero todos seremos transformados(BW) 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la trompeta final. Pues la trompeta sonará(BX) y los muertos resucitarán(BY) incorruptibles, y nosotros seremos transformados(BZ).

53 Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad(CA). 54 Pero cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «Devorada ha sido la muerte en victoria(CB). 55 ¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde, oh sepulcro[af], tu aguijón(CC)?».

56 El aguijón de la muerte es el pecado(CD), y el poder del pecado es la ley(CE); 57 pero a Dios gracias(CF), que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo(CG). 58 Por tanto, mis amados hermanos(CH), estén firmes, constantes[ag], abundando siempre en la obra del Señor(CI), sabiendo que su trabajo en el Señor no es en vano.

Footnotes

  1. 1 Corintios 15:1 O anuncié.
  2. 1 Corintios 15:2 O si se aferran a la palabra.
  3. 1 Corintios 15:3 I.e. el Mesías.
  4. 1 Corintios 15:5 O Pedro.
  5. 1 Corintios 15:6 O murieron.
  6. 1 Corintios 15:7 O Santiago.
  7. 1 Corintios 15:8 Lit. en un nacimiento a destiempo.
  8. 1 Corintios 15:12 I.e. el Mesías.
  9. 1 Corintios 15:15 O de.
  10. 1 Corintios 15:17 O sin valor.
  11. 1 Corintios 15:18 O muerto.
  12. 1 Corintios 15:19 Lit. en.
  13. 1 Corintios 15:20 O murieron.
  14. 1 Corintios 15:23 O rango.
  15. 1 Corintios 15:24 O destruido.
  16. 1 Corintios 15:26 O destruido.
  17. 1 Corintios 15:31 O gloria.
  18. 1 Corintios 15:31 Lit. muero diariamente.
  19. 1 Corintios 15:32 Lit. según el hombre.
  20. 1 Corintios 15:34 Lit. justamente.
  21. 1 Corintios 15:37 Lit. que será.
  22. 1 Corintios 15:37 Lit. de algo de lo demás.
  23. 1 Corintios 15:39 Lit. carne.
  24. 1 Corintios 15:39 Lit. carne.
  25. 1 Corintios 15:42 Lit. en corrupción.
  26. 1 Corintios 15:42 Lit. en incorrupción.
  27. 1 Corintios 15:47 Lit. hecho del polvo.
  28. 1 Corintios 15:49 Muchos mss. dicen: traigamos.
  29. 1 Corintios 15:50 Lit. la corrupción.
  30. 1 Corintios 15:50 Lit. la incorrupción.
  31. 1 Corintios 15:51 O moriremos.
  32. 1 Corintios 15:55 Lit. muerte.
  33. 1 Corintios 15:58 O inmóviles.

La resurrección de Cristo

15 Ahora, amados hermanos, permítanme recordarles la Buena Noticia que ya les prediqué. En ese entonces, la recibieron con gusto y todavía permanecen firmes en ella. Esa es la Buena Noticia que los salva si ustedes siguen creyendo el mensaje que les prediqué, a menos que hayan creído algo que desde un principio nunca fue cierto.[a]

Yo les transmití a ustedes lo más importante y lo que se me había transmitido a mí también. Cristo murió por nuestros pecados tal como dicen las Escrituras. Fue enterrado y al tercer día fue levantado de los muertos, tal como dicen las Escrituras. Lo vio Pedro[b] y luego lo vieron los Doce. Más tarde, lo vieron más de quinientos de sus seguidores[c] a la vez, la mayoría de los cuales todavía viven, aunque algunos ya han muerto. Luego lo vio Santiago, y después lo vieron todos los apóstoles. Por último, como si hubiera nacido en un tiempo que no me correspondía, también lo vi yo. Pues soy el más insignificante de todos los apóstoles. De hecho, ni siquiera soy digno de ser llamado apóstol después de haber perseguido a la iglesia de Dios, como lo hice.

10 Sin embargo, lo que ahora soy, todo se debe a que Dios derramó su favor especial sobre mí, y no sin resultados. Pues he trabajado mucho más que cualquiera de los otros apóstoles; pero no fui yo sino Dios quien obraba a través de mí por su gracia. 11 Así que no importa si predico yo o predican ellos, porque todos predicamos el mismo mensaje que ustedes ya han creído.

La resurrección de los muertos

12 Pero díganme lo siguiente: dado que nosotros predicamos que Cristo se levantó de los muertos, ¿por qué algunos de ustedes dicen que no habrá resurrección de los muertos? 13 Pues, si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo tampoco ha resucitado; 14 y si Cristo no ha resucitado, entonces toda nuestra predicación es inútil, y la fe de ustedes también es inútil. 15 Y nosotros, los apóstoles, estaríamos todos mintiendo acerca de Dios, porque hemos dicho que Dios levantó a Cristo de la tumba. Así que eso no puede ser cierto si no hay resurrección de los muertos; 16 y si no hay resurrección de los muertos, entonces Cristo no ha resucitado; 17 y si Cristo no ha resucitado, entonces la fe de ustedes es inútil, y todavía son culpables de sus pecados. 18 En ese caso, ¡todos los que murieron creyendo en Cristo están perdidos! 19 Y si nuestra esperanza en Cristo es solo para esta vida, somos los más dignos de lástima de todo el mundo.

20 Lo cierto es que Cristo sí resucitó de los muertos. Él es el primer fruto de una gran cosecha, el primero de todos los que murieron.

21 Así que, ya ven, tal como la muerte entró en el mundo por medio de un hombre, ahora la resurrección de los muertos ha comenzado por medio de otro hombre. 22 Así como todos mueren porque todos pertenecemos a Adán, todos los que pertenecen a Cristo recibirán vida nueva; 23 pero esta resurrección tiene un orden: Cristo fue resucitado como el primero de la cosecha, luego todos los que pertenecen a Cristo serán resucitados cuando él regrese.

24 Después de eso, vendrá el fin, cuando él le entregará el reino a Dios el Padre, luego de destruir a todo gobernante y poder y toda autoridad. 25 Pues Cristo tiene que reinar hasta que humille a todos sus enemigos debajo de sus pies. 26 Y el último enemigo que será destruido es la muerte. 27 Pues las Escrituras dicen: «Dios ha puesto todas las cosas bajo su autoridad»[d]. (Claro que, cuando dice «todas las cosas están bajo su autoridad», no incluye a Dios mismo, quien le dio a Cristo su autoridad). 28 Entonces, cuando todas las cosas estén bajo su autoridad, el Hijo se pondrá a sí mismo bajo la autoridad de Dios, para que Dios, quien le dio a su Hijo la autoridad sobre todas las cosas, sea completamente supremo sobre todas las cosas en todas partes.

29 Si los muertos no serán resucitados, ¿para qué se bautiza la gente por los que están muertos? ¿Para qué hacerlo a menos que los muertos algún día resuciten?

30 ¿Y para qué nosotros a todas horas pondríamos en peligro nuestra vida? 31 Pues juro, amados hermanos, que todos los días enfrento la muerte. Esto es tan cierto como el orgullo que siento por lo que Cristo Jesús nuestro Señor ha hecho en ustedes. 32 ¿Y qué valor hubo en luchar contra las fieras salvajes—esa gente de Éfeso—[e] si no habrá resurrección de los muertos? Y si no hay resurrección, «¡comamos y bebamos, que mañana moriremos!»[f]. 33 No se dejen engañar por los que dicen semejantes cosas, porque «las malas compañías corrompen el buen carácter». 34 Piensen bien sobre lo que es correcto y dejen de pecar. Pues para su vergüenza les digo que algunos de ustedes no conocen a Dios en absoluto.

El cuerpo resucitado

35 Pero alguien podría preguntar: «¿Cómo resucitarán los muertos? ¿Qué clase de cuerpos tendrán?». 36 ¡Qué pregunta tan tonta! Cuando pones una semilla en la tierra, esta no crece y llega a ser una planta a menos que muera primero; 37 y lo que pones en el suelo no es la planta que crecerá sino tan solo una simple semilla de trigo o de lo que estés sembrando. 38 Luego Dios le da el cuerpo nuevo que él quiere que tenga. De cada clase de semilla crece una planta diferente. 39 De modo parecido, hay diferentes clases de carne: una para los humanos, otra para los animales, otra para las aves y otra para los peces.

40 También hay cuerpos en los cielos y cuerpos sobre la tierra. La gloria de los cuerpos celestiales es diferente de la gloria de los cuerpos terrenales. 41 El sol tiene una clase de gloria, mientras que la luna tiene otra y las estrellas tienen otra. Y hasta las estrellas se diferencian unas de otras por la gloria de cada una.

42 Lo mismo sucede con la resurrección de los muertos. Cuando morimos, nuestros cuerpos terrenales son plantados en la tierra, pero serán resucitados para que vivan por siempre. 43 Nuestros cuerpos son enterrados en deshonra, pero serán resucitados en gloria. Son enterrados en debilidad, pero serán resucitados en fuerza. 44 Son enterrados como cuerpos humanos naturales, pero serán resucitados como cuerpos espirituales. Pues, así como hay cuerpos naturales, también hay cuerpos espirituales.

45 Las Escrituras nos dicen: «El primer hombre, Adán, se convirtió en un ser viviente»[g], pero el último Adán—es decir, Cristo—es un Espíritu que da vida. 46 Lo que primero viene es el cuerpo natural, y más tarde viene el cuerpo espiritual. 47 Adán, el primer hombre, fue formado del polvo de la tierra, mientras que Cristo, el segundo hombre, vino del cielo. 48 Los que son terrenales son como el hombre terrenal, y los que son celestiales son como el hombre celestial. 49 Al igual que ahora somos como el hombre terrenal, algún día seremos como[h] el hombre celestial.

50 Lo que les digo, amados hermanos, es que nuestros cuerpos físicos no pueden heredar el reino de Dios. Estos cuerpos que mueren no pueden heredar lo que durará para siempre.

51 Pero permítanme revelarles un secreto maravilloso. ¡No todos moriremos, pero todos seremos transformados! 52 Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados. 53 Pues nuestros cuerpos mortales tienen que ser transformados en cuerpos que nunca morirán; nuestros cuerpos mortales deben ser transformados en cuerpos inmortales.

54 Entonces, cuando nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos que nunca morirán,[i] se cumplirá la siguiente Escritura:

«La muerte es devorada en victoria.[j]
55 Oh muerte, ¿dónde está tu victoria?
    Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?[k]».

56 Pues el pecado es el aguijón que termina en muerte, y la ley le da al pecado su poder. 57 ¡Pero gracias a Dios! Él nos da la victoria sobre el pecado y la muerte por medio de nuestro Señor Jesucristo.

58 Por lo tanto, mis amados hermanos, permanezcan fuertes y constantes. Trabajen siempre para el Señor con entusiasmo, porque ustedes saben que nada de lo que hacen para el Señor es inútil.

Footnotes

  1. 15:2 O a menos que desde un principio ustedes nunca lo hayan creído.
  2. 15:5 En griego Cefas.
  3. 15:6 En griego los hermanos.
  4. 15:27 Sal 8:6.
  5. 15:32a En griego luchar contra las fieras salvajes en Éfeso.
  6. 15:32b Is 22:13.
  7. 15:45 Gn 2:7.
  8. 15:49 Algunos manuscritos dicen terrenal, que seamos como.
  9. 15:54a Algunos manuscritos agregan y nuestros cuerpos mortales hayan sido transformados en cuerpos inmortales.
  10. 15:54b Is 25:8.
  11. 15:55 Os 13:14 (versión griega).

¡Cristo ha resucitado!

15 Queridos hermanos, quiero recordarles la buena noticia que les di. Ustedes la recibieron con gusto y confiaron en ella. Si continúan confiando firmemente en esa buena noticia, serán salvos. Pero si no, de nada les servirá haberla aceptado.

Lo primero que les enseñé fue lo mismo que yo aprendí: que Cristo murió en lugar de nosotros, que éramos pecadores. Tal como lo enseña la Biblia, fue sepultado y, después de tres días, Dios lo resucitó. Primero se le apareció a Pedro, y después a los doce apóstoles. Luego se les apareció a más de quinientos de sus seguidores a la vez. Algunos de ellos todavía viven, y otros ya murieron. Más tarde se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles. Por último, se me apareció a mí; a pesar de que lo conocí mucho tiempo después que los otros apóstoles.

Por eso me considero el menos importante de los apóstoles, y ni siquiera merezco que la gente me llame así, pues le hice mucho daño a la iglesia de Dios. 10 Sin embargo, Dios fue bueno conmigo, y por eso soy apóstol. No desprecié el poder especial que me dio, y trabajé más que los otros apóstoles; aunque en realidad todo lo hice gracias a ese poder especial de Dios. 11 Pero ni yo ni los otros apóstoles importamos. Lo que sí importa es que todos nosotros hemos anunciado esa buena noticia, y que ustedes han creído en ella.

Nosotros también resucitaremos

12 La buena noticia que anunciamos es que Dios resucitó a Cristo. Pero entonces, ¿cómo es que algunos de ustedes dicen que los muertos no resucitan? 13 Porque, si los muertos no resucitan, entonces Cristo tampoco resucitó. 14 Y si Cristo no resucitó, esta buena noticia que anunciamos no sirve para nada, y de nada sirve tampoco que ustedes crean en Cristo. 15 Si fuera cierto que los muertos no resucitan, nosotros estaríamos diciendo una mentira acerca de Dios, pues afirmamos que él resucitó a Cristo.

16 Si en realidad los muertos no resucitan, entonces tampoco Cristo resucitó. 17 Y si Cristo no resucitó, de nada sirve que ustedes crean en él, pues sus pecados aún no habrán sido perdonados. 18 Y los que antes creyeron en Cristo y murieron, están totalmente perdidos. 19 Si nuestra esperanza es que Cristo nos ayude solamente en esta vida, no hay nadie más digno de lástima que nosotros.

20 Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron. 21-22 Por el pecado de Adán todos fuimos castigados con la muerte; pero, gracias a Cristo, ahora podemos volver a vivir. 23 Cada uno resucitará a su debido tiempo: primero Cristo; después, cuando él vuelva, resucitarán los que creyeron en él. 24 Luego vendrá el fin del mundo, cuando Cristo derrotará a todas las autoridades y a todos los poderes, y le entregará el reinado a Dios el Padre.

25 Cristo reinará hasta que haya vencido a todos sus enemigos. 26 El último enemigo que Cristo vencerá es la muerte. 27 Cuando la Biblia dice: «Dios puso todo bajo su dominio», la palabra «todo» no incluye a Dios, porque es Dios quien puso todo bajo la autoridad de Cristo. 28 Y cuando todo esté bajo el dominio del Hijo, él mismo se pondrá bajo la autoridad de Dios. Así, Dios estará sobre todas las cosas, pues él es quien puso todo bajo el dominio de Cristo.

29 Algunos se bautizan en lugar de alguien que ya ha muerto, y piensan que así lo salvarán. Pero, si en verdad los muertos no vuelven a vivir, ¿para qué bautizarse? 30 ¿Y para qué poner en peligro nuestra vida en todo momento? 31 Ustedes bien saben que todos los días estoy en peligro de muerte. Esto es tan cierto como la satisfacción que tengo de que ustedes creen en Cristo. 32 En Éfeso luché con hombres que parecían fieras salvajes. Pero, si es verdad que los muertos no vuelven a vivir, entonces ¿qué gané con eso? Mejor hagamos lo que algunos dicen: «Comamos y bebamos, que mañana moriremos.»

33 ¡No se dejen engañar! Bien dice el dicho, que «Las malas amistades echan a perder las buenas costumbres.» 34 Piensen bien lo que hacen, y no sigan desobedeciendo a Dios. Algunos de ustedes deberían sentir vergüenza de no conocerlo.

Cómo resucitarán los muertos

35 Tal vez alguien me pregunte: ¿Y cómo volverán los muertos a la vida? ¿Qué clase de cuerpo tendrán? 36 ¡Qué preguntas más tontas! Para que una planta crezca, primero tiene que morir la semilla que fue sembrada. 37 Lo que se siembra es una simple semilla de trigo, o de alguna otra cosa, muy distinta de la planta que va a nacer. 38 A cada semilla Dios le da el cuerpo que él quiere darle. 39 No todos los cuerpos son iguales. Los seres humanos tenemos una clase de cuerpo, y los animales tienen otra clase. Lo mismo pasa con los pájaros y los peces. 40 Hay también cuerpos que viven en el cielo, y cuerpos que viven en la tierra. La belleza de los cuerpos del cielo no es como la de los cuerpos de la tierra. 41 El brillo del sol no es como el de la luna y las estrellas, y aun cada una de las estrellas tiene un brillo distinto.

42 Así pasará cuando los muertos vuelvan a la vida. 43 Cuando alguien muere, se entierra su cuerpo, y ese cuerpo se vuelve feo y débil. Pero cuando esa persona vuelva a la vida, su cuerpo será hermoso y fuerte, y no volverá a morir. 44 Se entierra el cuerpo físico, pero resucita un cuerpo espiritual. Así como hay cuerpos físicos, hay también cuerpos espirituales.

45 La Biblia dice que Dios hizo a Adán, y que Adán fue el primer hombre con vida. Pero Cristo, a quien podemos llamar el último Adán, es un espíritu que da vida. 46 Así que primero llegó a existir lo físico, y luego lo espiritual. 47 El primer hombre fue hecho del polvo de la tierra. El segundo hombre vino del cielo. 48 Todos los que vivimos en esta tierra tenemos un cuerpo como el de Adán, que fue hecho de tierra. Todos los que viven en el cielo tienen un cuerpo como el de Cristo. 49 Y así como nos parecemos al primer hombre, que fue sacado de la tierra, así también nos pareceremos a Cristo, que es del cielo.

50 Hermanos míos, lo que es de sangre y carne no tiene cabida en el reino de Dios, que es eterno. 51 Les voy a contar algo que Dios tenía en secreto: No todos moriremos, pero todos seremos transformados. 52 En un abrir y cerrar de ojos, cuando Cristo vuelva, se oirá el último toque de la trompeta, y los muertos volverán a vivir para no morir jamás. Y nosotros seremos transformados. 53 Dios cambiará estos cuerpos nuestros, que mueren y se destruyen, por cuerpos que vivirán para siempre y que nunca serán destruidos. 54 Cuando esto suceda, se cumplirá lo que dice la Biblia:

«¡La muerte ha sido destruida!
55 ¿Dónde está ahora su victoria?
¿Dónde está su poder para herirnos?»

56 El pecado produce la muerte, y existe porque hay una ley. 57 ¡Pero gracias a Dios, podemos vencerlo por medio de nuestro Señor Jesucristo!

58 Por eso, mis queridos hermanos, manténganse firmes, y nunca dejen de trabajar más y más por el Señor Jesús. Y sepan que nada de lo que hacen para Dios es inútil.