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Jesús y Beelzebú

20 Jesús llegó* a una casa(A), y la multitud se juntó* de nuevo(B), a tal punto que ellos ni siquiera podían comer[a](C). 21 Cuando Sus parientes(D) oyeron esto, fueron para hacerse cargo de Él, porque decían: «Está fuera de sí(E)».

22 Y los escribas que habían descendido de Jerusalén(F) decían: «Tiene a Beelzebú(G); y expulsa los demonios por medio del príncipe de los demonios(H)». 23 (I)Llamándolos junto a Él, Jesús les hablaba en parábolas(J): «¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás(K)? 24 Si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar. 25 Si una casa está dividida contra sí misma, esa casa no podrá permanecer. 26 Y si Satanás(L) se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin[b].

27 »Pero nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte y saquear sus bienes si primero no lo ata[c]; entonces podrá saquear su casa(M). 28 En verdad les digo que todos los pecados serán perdonados a los hijos de los hombres(N), y las blasfemias con que blasfemen, 29 pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón(O), sino que es culpable de pecado eterno». 30 Porque decían: «Tiene un espíritu inmundo».

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Footnotes

  1. Marcos 3:20 Lit. comer pan.
  2. Marcos 3:26 Lit. tiene un fin.
  3. Marcos 3:27 Lit. no ata al fuerte.