Luego llamó a Tobías, y le dijo: «Te vas a tener que quedar dos semanas, sin moverte de aquí. Comerás y beberás en mi casa. Alegrarás el corazón de mi hija, que ha tenido que sufrir tanto.
Después Ragüel mandó a llamar a Tobías y le dijo: «Hasta ahora, mi hija había sufrido mucho; por eso te pido que te quedes aquí dos semanas más. Durante ese tiempo, come, bebe y haz feliz a mi hija.