Alabado seas porque tuviste compasión de estos dos hijos únicos. Ten misericordia de ellos, Señor, y protégelos. Concédeles hasta el fin una vida llena de felicidad y de tus favores.»
»¡Bendito seas, Dios mío! Tobías y Sara son nuestros únicos hijos, y tuviste compasión de ellos. ¡Trátalos bien y cuídalos! Dales una vida llena de alegría y que gocen de tu bondad».