Ella fue y preparó la habitación como él se lo había pedido, y llevó allá a su hija. Y empezó a llorar por ella. Luego se secó las lágrimas, y le dijo:
Al terminar, Ragüel le dijo a su esposa: —Querida, prepara la otra habitación, para Sara y Tobías. Edna así lo hizo, y empezó a llorar por su hija. Mientras secaba sus lágrimas, le dijo a Sara: