Ragüel lo alcanzó a oír y dijo al muchacho: —Come y bebe, y pasa alegremente esta noche. Porque, amigo, ningún otro fuera de ti tiene derecho a casarse con mi hija Sara. Por la misma razón, yo no puedo dársela a nadie sino a ti; tú eres mi pariente más cercano. Sin embargo, hijo, te debo decir la verdad.
Ragüel lo oyó y le dijo al muchacho: —Tú eres nuestro pariente más cercano. No hay ningún otro hombre que tenga más derecho a casarse con mi hija Sara. Sólo a ti te la podría dar como esposa. Así que, disfruta de la cena y descansa bien esta noche. Además quiero serte bien sincero. Mi hija se ha casado siete veces, pero cada uno de sus esposos ha muerto la misma noche de bodas, antes de tener relaciones sexuales. Pero no te preocupes, que si te casas con ella, Dios cuidará de ustedes.