En toda ocasión alaba a Dios, el Señor, y pídele que te vaya bien en tus acciones y en todo lo que emprendas. Porque ningún pueblo pagano tiene sabiduría: el Señor es quien da todos los bienes. Si él quiere, puede humillar a uno hasta lo más hondo. Hijo mío, graba en tu memoria estas recomendaciones; que no se te borren de la mente.
»Da gracias a Dios siempre, y pídele que te vaya bien en todo lo que hagas. Nadie es dueño de la sabiduría. Es Dios quien nos da toda clase de bienes, pero también humilla a quien él quiere humillar, y lo hace caer hasta lo más bajo. »Hijo mío, apréndete bien estos consejos y nunca te olvides de ellos.