Tobías cuidó a sus suegros en su vejez y los honró. Los enterró en Ecbatana de Media y heredó los bienes de Ragüel, lo mismo que los de su padre Tobit.
Como Ragüel y Edna eran ya muy ancianos, Tobías cuidó a sus suegros y los trató con respeto. Cuando murieron, los enterró en Ecbatana, y heredó sus riquezas, como antes había heredado lo que le dejó su padre Tobit.