»Yo lo alabo en este país de mi destierro, y muestro a una nación pecadora la fuerza y la grandeza de Dios. Les digo: “Pecadores, vuélvanse a Dios, hagan lo que es recto a los ojos de él. Quizá sea favorable a ustedes y les tenga compasión.”
»Dios me sacó de Israel y me trajo hasta Nínive. En esta tierra de mi castigo alabo a Dios por su gran poder. Delante de todos estos pecadores alabo la grandeza de mi Dios. Les pido que se arrepientan, y que dejen de hacer lo malo para que Dios los perdone.