Cuando el rey le confía a uno un secreto, es bueno quedarse callado; pero hay que honrar a Dios contando a todos y publicando lo que él ha hecho. Hagan el bien, y ningún mal vendrá sobre ustedes.
Si bien los secretos de un rey no deben contársele a nadie, lo que Dios ha hecho con ustedes deben contárselo a todo el mundo. »Hagan el bien y no les pasará nada malo. Es mejor orar con sinceridad, ser justo y generoso, que conseguir riquezas siendo injusto con los demás. Es mejor compartir con el pobre lo que uno tiene, que amontonar riquezas. Si ustedes dan dinero al necesitado, Dios los librará de la muerte, les perdonará sus pecados, y les dará una larga vida. Pero la gente injusta y que no obedece a Dios pone en peligro su propia vida. »Ahora les voy a contar la verdad.