Y Daniel dijo: —¡Muy bien! Tú también dijiste una mentira que va a ser tu perdición. ¿Conque debajo de una encina? ¡Pues el ángel de Dios está esperando, con la espada lista, para dejártela caer encima y rajarte por la mitad! ¡Así va a matarlos a los dos!
Y Daniel le dijo: —Por mentiroso vas a ser castigado; el ángel de Dios dejará caer su espada encima de ti, y te partirá por la mitad. Así morirán ustedes dos.