pero no nos lo quiso decir. Esto lo declaramos como testigos.» El pueblo que estaba reunido les creyó, pues eran ancianos del pueblo y además jueces. Así que la condenaron a muerte.
no quiso decirlo. Nosotros somos testigos de todo esto». Y como ellos eran líderes del pueblo y además jueces, toda la gente les creyó, y condenaron a Susana a muerte.