Eviten, por tanto, las murmuraciones inútiles y no digan nada malo, porque aun lo dicho en secreto trae sus consecuencias, y una boca mentirosa lleva al hombre a la muerte.
Por eso, apártense del chisme y de las malas palabras. Hasta la palabra más inocente puede causar grandes desgracias; las mentiras acaban con la gente.